Se supone que las complicaciones dadas por la COVID-19 deben ser atendidas en un hospital o centro asistencial. Desde el momento que una persona presenta dificultad respiratoria debe acercarse al centro de urgencias más cercano para buscar atención médica profesional y minimizar los riesgos de complicaciones. Sin embargo, se han dado casos en los que pacientes infectados con el nuevo coronavirus han fallecido en sus casas, ¿sabe usted cómo desinfectar los espacios domésticos tras un de descenso por COVID-19? Aquí le contamos.
Si una persona diagnosticada o sospechosa de infección por COVID-19 fallece en casa lo primero que se debe hacer es llamad a la EPS y Policía Nacional para informar sobre el fallecimiento. Ellos son los que se encargarán de buscar el cuerpo y de orientar a los familiares sobre los procesos administrativos y logísticos, que son diferentes por tratarse de un paciente COVID-19.
La persona que haga la desinfección en el hogar, debe gozar de buen estado de salud y no ser una persona de riesgo con enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, hipertensión u otras. Las recomendaciones para desinfectar la casa de una persona que ha muerto por COVID-19 están avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y son las siguientes:
- Usar mascarilla y guantes para ingresar al lugar.
- Evitar tocar cualquier fluido u objeto de la habitación de la víctima.
- Lavar toda la ropa y lencería con agua caliente y suficiente jabón.
- Lavar toda la vajilla y utensilios de cocina con agua caliente y suficiente jabón.
- Desinfectar baños y espacios comunes, incluyendo la habitación donde permanecía el paciente, con agua caliente y cloro.
- Quitarse la mascarilla sin tocar la parte de adelante y desechar los guantes. De preferencia, usar una bolsa sellada y desinfectarla con una solución de agua y lejía al 0.5 %.
- Separar la ropa con la cual ingresó a la habitación la persona encargada del aseo para su posterior lavado.
- Lavarse las manos y los brazos, o desinfectarlos con alcohol gel o una solución de alcohol, para posteriormente bañarse.
En palabras del Dr. Elmer Huertas, médico especializado en oncología y salud pública de la Universidad Johns Hopkins, es muy importante abrir las ventanas para que la habitación donde murió la persona se ventile por un tiempo prolongado. Según los CDC, el 99 % de las partículas infecciosas del SARS-CoV-2 desaparecen en 3 días de superficies no porosas como acero inoxidable, plástico y vidrio, que se encuentran en ambientes interiores típicos de casas.
Sin embargo, agregan los Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), que diversos estudios han revelado que el riesgo de infección por el nuevo coronavirus a través de superficies contaminadas es bajo y puede cuantificarse en menos de 1 en 10.000, es decir, que un contacto con una superficie contaminada tiene menos de 1 en 10.000 posibilidades de causar una infección de este tipo.