En la actualidad, los medicamentos orodispersables (que se desintegran en la boca) han ganado popularidad. Por un lado, porque no es necesario tener un vaso de agua o masticarlos para ingerirlos, y por otro, porque se considera que su principal beneficio es que al desintegrarse aceleran la acción contra los síntomas que deben tratar, ya que los ingredientes activos se liberan con mayor rapidez.
Este tipo de medicamentos son una muestra de cómo se adapta la industria a las necesidades y comodidad del consumidor. Por ejemplo, para pacientes en edad infantil y población de adultos mayores es más fácil consumir este tipo de medicamentos, pues ellos suelen tener problemas para consumir comprimidos muy grandes y difíciles de tragar. Otra ventaja es que cualquier persona puede utilizarlos, especialmente, aquellas que buscan mayor conveniencia a la hora de tomar su medicamento.
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Los medicamentos orodispersables son una solución para el público que tiene mayores dificultades para deglutir, como niños o adultos mayores, pero, por lo general, se recomienda también para quienes necesiten medicamentos convenientes, puesto que se puede administrar sin necesidad de agua y con rápidos efectos terapéuticos, ya que la desintegración de la tableta sucede en la boca.
Nubia Medina, consultora del negocio farmacéutico para BASF.
Las tabletas de desintegración oral se pueden desarrollar para diversas indicaciones terapéuticas. En el mercado actual se encuentran principalmente en medicamentos para el dolor, asma e hipertensión. Estos están compuestos por ingredientes como manitol, lo que hace que su administración se sienta más agradable en la boca, a diferencia de los comprimidos tradicionales.
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Sin embargo, por ser de desintegración rápida, este tipo de medicamento también exige mayores cuidados a la hora de su almacenamiento, puesto que se pueden desintegrar fácilmente incluso fuera de la boca. “Es necesario mantenerlos en ambientes secos y en temperaturas adecuadas para que no se desintegren dentro del empaque, puesto que esto podría comprometer su efecto terapéutico”, explica la experta.
«Un medicamento de desintegración oral debe ofrecer resistencia física y química para mantener sus características durante todo el período de validez y, al mismo tiempo, ofrecer una rápida desintegración que proporciona una sensación agradable y cremosa en la boca», agrega Medina.
Así como el consumidor debe ejercer cuidados más específicos con los medicamentos de desintegración oral, la industria farmacéutica también debe hacer su parte, ofreciendo al mercado ingredientes de calidad que mantengan sus propiedades terapéuticas durante todo el período de vida útil del medicamento.
El hecho de que estos medicamentos puedan ser deglutidos con mayor facilidad y tengan menos requisitos al momento de consumirlos permite que el paciente se adhiera más al tratamiento y lo finalice con éxito.