Una oportunidad para mejorar la salud rural

Carmen Eugenia Dávila
Directora ejecutiva de Gestarsalud

Es una realidad que necesitamos hacer más esfuerzos para acercar la salud a los habitantes del país. Y en ese sentido, toda estrategia que pretenda a través de equipos humanos buscar a las personas, detectar sus riesgos y encaminarlos a los servicios de salud es un camino acertado para disminuir brechas en disponibilidad y acceso.

El programa Preventivo y Predictivo que ha dado conocer el Gobierno Nacional apunta a ese objetivo a través de la conformación de unos equipos extramurales interdisciplinarios y que actúen en el territorio, caracterizando a la población que reside en las zonas rurales y rurales dispersas del país, pero también en municipios donde existen dificultades en el acceso a los servicios de salud.

Varias de las EPS asociadas en Gestarsalud han desarrollado a lo largo de casi treinta años modelos de atención en salud diferenciales en la ruralidad que persiguen el mismo objetivo que ha planteado el Gobierno: acerca la salud a la gente y detectar los riesgos de forma temprana, como lo destaca el artículo central de este boletín.

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Son muchas las experiencias a lo largo de los años que han permitido no solo el diseño de modelos de atención con enfoque de atención primaria y gestión de riesgos en salud diferencial y multicultural, sino el desarrollo de herramientas de monitoreo en tiempo real y análisis de información para la gestión del riesgo, lo que a la vez les ha permitido contar hoy con capital humano capacitado.

Este tipo de modelos se justifica todavía más en los territorios rurales y rurales dispersos por la necesaria coordinación que debe existir entre los distintos niveles de atención.

Los equipos extramurales deben estar capacitados y deben conocer el territorio. Sería necesario, además, que estén integrados a los hospitales públicos de primer nivel de complejidad. De esta forma se podrían aportar soluciones a un problema histórico como la falta de resolutividad en los primeros niveles de atención.

Y más allá de eso, pero no menos importante, se necesita infraestructura y tecnologías de la información y la comunicación para que las EPS aprovechen la caracterización y dirijan a las personas que tengan alguna patología no tratada a los servicios de salud. En este punto es clave poder garantizar un seguimiento a los resultados de salud e identificar las falencias en la detección temprana de los riesgos.

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De esa forma, esta estrategia podrá integrar de manera permanente la debida coordinación que tiene que existir entre el territorio responsable de la intervención de los determinantes sociales de la salud y los agentes privados, como EPS, médicos y prestadores.

Ponemos a disposición del Gobierno Nacional las experiencias exitosas de nuestras agremiadas, sus programas, sus herramientas construidas por años, su capital humano y conocimientos y su capacidad de articulación entre los diferentes actores para mejorar los resultados de esta estrategia y seguir avanzando en la construcción de un mejor sistema de salud.

Una sola estrategia no permitirá materializar los cambios profundos que los colombianos necesitamos en materia de salud. La solución llegará aprovechando las capacidades acumuladas en tres décadas de ejecución del sistema de salud, realizando inversiones en infraestructura, capacitando al talento humano en salud y, muy importante: que todos pensemos en que, más allá de cualquier ideología, el esfuerzo colectivo en la gestión de salud debe estar centrado en el usuario.

El país no debería tener diferencias en este tema. Prevalece aquí el interés público y lo que necesitan los usuarios.

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