Por: Teresa M Tono R, MD, PhD
Directora Ejecutiva Organización
para la Excelencia de la Salud
La calidad en la prestación de servicios de salud es alcanzar resultados de salud para individuos y poblaciones, en concordancia con la mejor evidencia disponible. Para ello se requiere entregar al paciente el máximo y más completo bienestar tanto en lo relativo al resultado clínico, como en la satisfacción de su expectativa en relación con su atención.
Las enfermedades crónicas no transmisibles incluyen enfermedades muy disímiles, manifestándose en todos los grupos de edad, aunque también estáncorrelacionadas estrechamente con el envejecimiento.
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Adicionalmente, están relacionadas con la pobreza y otros determinantes sociales de la salud, aún cuando lariqueza también introduce hábitos de vida que afectan estas condiciones. Estas enfermedades se extienden con el paso del tiempo, debilitan a quienes las padecen, se acumulan con otras, evolucionan a condiciones más severas y discapacitan a los pacientes.
La atención para las personas con estos males es, por tanto, un reto complejo. Para el paciente, las rutas de manejo y tratamiento son desconcertantes y difíciles de navegar por su dificultad, la multimorbilidad, la polifarmacia y el riesgo de iatrogenias. Los prestadores de servicios deben tener la capacidad de responder a las diversas etapas de la enfermedad: la latencia, la manifestación clínica, los episodios agudos, mejorías,
recaídas, progresión, paliación y la fase terminal.
El sistema de salud requiere instituciones, personal de salud y recursos financieros, pero, principalmente, de capacidades para responder de manera integral a la
necesidad de servicios de calidad de manera oportuna, sin distingos de condición socioeconómica, según la condición de salud de cada persona.
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Pero no solo eso. El sistema de salud debe incluir medidas preventivas para disminuir la frecuencia y severidad de estas condiciones. Estas medidas, en el caso de las enfermedades crónicas no transmisibles, incluyen, entre otras, la modificación de factores de riesgo y hábitos de vida como la falta de actividad física, adicciones, prácticas nutricionales inadecuadas y manejo de la hipertensión, hiperlipidemia y o besidad.
Se requiere también que la sociedad genere acciones para combatir los determinantes sociales de estas enfermedades, como es el caso de asegurar vivienda adecuada, alimentación suficiente y saludable, acceso a agua potable y eliminación de excretas, educación de alta calidad y empleo.
En Colombia, el logro de la cobertura universal en aseguramiento, gracias a la cual se ofrece atención para todas las enfermedades, con un amplio plan de beneficios y mecanismos para proteger financieramente a los afiliados, permite concentrar los esfuerzos del sector en el mejoramiento de la calidad de los servicios. En pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles, ésta se encuentra afectada por los elementos enumerados y, en particular, por la insuficiente adopción de la mejor evidencia por los profesionales y organizaciones del sector y por la inadecuada estructuración de sistemas de remisiones y autorizaciones que afectan la intervención oportuna y efectiva.
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La adopción de modelos de atención fundamentados enla mejor evidencia por las IPS y las EPS, que garanticen atención segura, oportuna e integral, con permanente medición de los procesos y resultados y en los cuales se coordina la atención tomando en consideración las preferencias de los usuarios, constituye la mejor oportunidad para el mejoramiento de la calidad de prestación de servicios de salud.