La nueva normalidad, generada por la COVID-19, ha implicado cambios en muchas dinámicas de la vida. Ya antes de la pandemia, se estaba haciendo cada vez más común ver personas andar con audífonos puestos. Ahora, con el aumento del teletrabajo y de las múltiples actividades que se hacen desde el hogar o de manera remota, el uso de audífonos ha aumentado mucho más. La situación ha implicado un aumento significativo de problemas auditivos.
Para conocer sobre la problemática, entrevistamos a Andrea Bravo, directora clínica de MED-EL zona norte Latinoamérica, quien asegura que, en la actualidad, los problemas auditivos afectan casi la mitad de las personas de entre los 12 y 35 años en el mundo.
Según las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050 una de cada diez personas padecerá algún grado de discapacidad auditiva. Además, se espera que el uso indebido de auriculares sea el causante de esta situación, «no sólo por la música que podemos escuchar a través de los dispositivos, sino por las clases, conferencias virtuales y por la mayor exposición a pantallas».
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El aumento en el uso de audífonos en la población, indiscutiblemente, ha sido y seguirá siendo un determinante en la incidencia de los problemas auditivos actuales. Si no se le presta atención a la situación podríamos estar hablando de un tema de salud pública en un futuro cercano.
La experta no considera perjudicial el uso de audífonos, lo negativo, a su consideración, es que algunos teletrabajadores o estudiantes los usan por largas jornadas (alrededor de 6 horas o más), sumado a la generación de más ruido en los hogares por los confinamientos. Todo ello conlleva «a que subamos aún más el volumen de la música o las transmisiones de audio para poder entender mejor».
«Al sobrepasar el límite de decibeles sugeridos por la OMS, se puede ocasionar un daño auditivo, que en el peor de los casos puede conducir a una hipoacusia o sordera. Sin embargo, el usuario hoy, y desde la década de los noventa en Colombia, puede tener acceso a soluciones auditivas como los implantes cocleares o dispositivos de conducción ósea, para casos de pérdida auditiva”.
Actualmente, en Colombia no hay cultura de detección de la pérdida auditiva; se observan señales de alerta cuando la persona empieza a pedir que le repitan las palabras muy seguido o cuando dejan de escuchar ruidos de frecuencias altas, como las voces femeninas o los timbres de los teléfonos.
Se calcula que en el país existen cerca de 5 millones de personas en riesgo de pérdida auditiva, que pueden verse impactadas por factores externos como el tráfico de las ciudades, el ruido de los aviones y, actualmente, por el alto volumen y el mayor tiempo de exposición a los aparatos tecnológicos.
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Según la Organización Mundial de la Salud, existen alrededor de 466 millones de personas que sufren sordera moderada o severa en el mundo y se estima que en 2030 la cifra llegue a 630 millones y en 2050 a casi 900 millones.
Recomendaciones sobre el uso de audífonos
- Si se usan audífonos a más de 80 decibeles, no es recomendable usarlos por más de ocho horas. Si se superan los 100 decibeles, se deberían usar por 15 minutos ,máximo, para evitar fatiga auditiva.
- Según la OMS, si una persona se expone a sonidos superiores a los 120 decibeles, puede terminar con daño auditivo, si la exposición es mayor a una hora. «Es necesario tener conciencia del autocuidado auditivo porque estamos más expuestos que nunca a los aparatos de sonido, ya sea por trabajo o, en los más jóvenes, por distracción».
- Lo recomendable es usar audífonos externos, es decir las conocidas diademas, que cubren todo el oído por fuera. «Los que se introducen en el oído tienen mayor riesgo al encontrarse más cerca del tímpano».
- Los audífonos que reducen el ruido también permiten el uso de intensidades más bajas de volumen, pues no luchan por sonar más fuerte que el ruido del ambiente.
- Es muy importante hacer pausas: descansos de 10 minutos por cada hora de uso de audífonos.
- Está contraindicado auto recetarse audífonos médicos sin antes hacer un tamizaje auditivo. «Por lo regular compramos audífonos por moda o por algún otro tipo de factor externo, sin tener en cuenta cuál es el tipo de audífono apropiado para la necesidad de cada persona».