Bajo ‘la nueva normalidad’ comienzan a reactivarse las dinámicas cotidianas. Ir al trabajo, salir al parque, visitar centros comerciales y hasta verse con amigos empieza a formar parte, nuevamente, de las formas de vida de las personas. Sin embargo, nada es como en el 2019, y la llegada del nuevo Coronavirus sigue amenazando la salud pública mundial, por ello, resulta determinante mantener estricto autocontrol en las acciones y relaciones. Uno de los espacios más riesgosos, además del transporte público y los hospitales, son los baños públicos.
En Estados Unidos existe la Asociación de Baños Públicos, su presidente, Steven Soifer, asegura que las conductas y hábitos a la hora de visitar estos espacios cerrados tiene que cambiar. Por parte de los administradores es necesario desinfectar cada hora, además de cambiar los dispositivos actuales, en lo posible, a sensores que no requieran tacto para activarse (sanitarios, lavamanos, dispensadores de jabón y secadores de manos).
En este orden de ideas, una de las investigadoras del Centro de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Seema Yasmin, en una entrevista ofrecida a CNN les recomendó a las personas que acudan a baños públicos tomar medidas preventivas a través de los siguientes hábitos:
- Usar pañuelos desechables, tipo Kleenex, para abrir las puertas de los baños.
- Tratar de no tocar ninguna superficie de la sala sanitaria, a menos que tenga la posibilidad de lavar las manos inmediatamente.
- Mantener el distanciamiento físico en el baño. Si está muy congestionado es recomendable esperar o acudir a otro en el que no haya confinamiento.
- Dentro de la sala sanitaria es aconsejable usar tapabocas en todo momento.
- Lavarse las manos antes de entrar al inodoro y antes de salir del baño.
- Manipular grifos y las cadenas del inodoro con pañuelos desechables.
- Usar gel antibacterial o alcohol, para aplicarse cuando no haya posibilidad de lavarse las manos.
- Tapar el inodoro antes de soltar la cadena, a fin de evitar salpicaduras.
- Sustituir el secador de manos por toallas de papel. Se ha demostrado que estos artefactos expulsan las bacterias fecales del aire y pueden hacer lo mismo con el virus del Covid-19. Por ser lugares cerrados, lo recomendable es que no haya fuentes de aire al interior.