La Emergencia Sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 ha dejado a su paso un sinfín de interrogantes y preocupaciones para quienes se cuestionan la capacidad económica del Estado durante la coyuntura actual, y, aparentemente, extendida en el mediano plazo. Unas tres millones de familias colombianas se benefician hoy de uno de los programas sociales más ambiciosos de los últimos tiempos, además, porque fue creado para atender a personas afectadas por la recesión económica, producto del nuevo Coronavirus. Pero, ¿hasta cuándo tiene el país la capacidad para cumplir con esto subsidios?
En Gestarsalud conversamos con Martha Elena Delgado, directora de análisis macroeconómico de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), para conocer cómo está y cómo se vislumbra el panorama nacional en materia económica y de políticas sociales. En palabras de la experta, hasta el 31 de diciembre de 2020 el Estado está en la capacidad de cumplir con sus compromisos, tanto con los programas que ya formaban parte de las estrategias de atención social (Familias en Acción, Colombia Mayor y Jóvenes en Acción) como con los creados en el marco de la Emergencia Sanitaria (Ingresos Solidarios, Compensación del IVA a estratos 1 y 2, protección al cesante, asistencia humanitaria alimentaria y Colombianos en el Exterior).
Cabe recordar que a través de la creación del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME), el Gobierno nacional dispuso cerca de 25 billones de pesos destinados, en su mayoría, para atender la Emergencia Sanitaria, a través de subsidios y ayudas sociales. De este total dispuesto, se han invertido 7 billones hasta ahora. El Estado tiene en sus planeaciones económicas la capacidad de cumplir con estas ayudas durante todo este año. La incertidumbre para estas familias comenzaría a partir del 01 de enero de 2021.
En palabras de Delgado, los programas sociales que existían antes de la coyuntura por el Covid-19 se mantendrían, pues son compromisos establecidos en el presupuesto general de la nación. La situación se torna preocupante con los subsidios creados en el marco de la Emergencia Sanitaria y que dependen del FOME.
“Ahí entre el tema de la renta básica. La discusión ahora es, más allá de la emergencia sanitaria, cómo garantizamos la ayuda a estar tres millones de familias. Empezaría, entonces, una discusión y debate sobre a quién se le da una renta básica permanente que se adopte como política de Estado, que sea duradera en el tiempo, que no dependa de la pandemia y que no dependa del Gobierno nacional. En Fedesarrollo hemos dicho que la idea de una renta básica está bien y funciona. Esta figura al final es un subsidio monetario no condicionado. El debate que se deberá dar en el Congreso, en la política pública, entre los técnicos, va a ser cómo se focaliza, cuánto recurso se le destina y cuál va a ser el mecanismo”.
En palabras de la experta, de todo el camino que queda por recorrer para el año entrante, ya hay una ganancia, y es haber ubicado a tres millones de familias que no estaban bancarizadas y en el radar del Estado. El Departamento Nacional de Planeación, en menos de un año, logró integrar a estas personas a las políticas del Gobierno nacional. “A la política pública, con este espacio ganado, le queda determinar cómo sigue financiando los programas. Esa discusión vendrá el otro año, no solo porque los recursos de este año están garantizados, sino porque para el otro año habrá un deterioro fiscal importante, y en función de eso hay que tomar decisiones”.
Todo va a depender de los resultados fiscales de 2020
La directora de análisis macroeconómico de Fedesarrollo asegura que para el país y el mundo viene un año 2021 en el que las políticas deben replantearse, con base en la realidad fiscal que arroje el año 2020. Todos los planteamientos en torno a los programas sociales y a las estrategias giran en torno de una realidad fiscal, predeciblemente, deteriorada para el año entrante.
“Este año había unos recursos, que para atender la emergencia no fueron suficientes, y el Gobierno debió endeudarse más. Ahora el tema va a ser qué va a pasar en 2021 cuando el recaudo tributario caiga significativamente. Dado que no hay ingresos suficientes, cuáles deberían ser los rubros que el Estado va a recordar para mantener el déficit fiscal y cumplir con sus compromisos”.
La discusión que se viene para Colombia es amplia y compleja. Aún queda esperar los resultados de los ingresos tributarios del año que cursa, para que el Estado determine qué tanta afectación tendrá la política social en las decisiones que se tomen, tomando en cuenta que habrá menos recursos para destinar a los subsidios y atender a las personas vulnerables en sus distintas dimensiones.
“El año entrante toca ordenar las políticas públicas y lo más seguro es que se hagan a través de una reforma tributaria, para, de alguna manera, recaudar más ingresos”.