Nuevo informe busca cambiar actitudes, actuaciones y planteamientos en relación con la salud mental.
Redacción Gestarsalud
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2019 casi mil millones de personas estaban afectados por un trastorno mental, entre ellas un 14 por ciento de los adolescentes de todo el mundo. Los suicidios, además, representaban en ese año más de una de cada 100 muertes en personas menores de 50 años de edad y justo en el primer año de la pandemia la depresión y la ansiedad aumentaron su prevalencia más de un 25 por ciento.
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Esas conclusiones que son motivo de alerta para el organismo sanitario quedaron plasmadas en un completo informe sobre la salud mental que acaba de presentar la OMS y en el que se detalla un plan maestro para que gobiernos, instituciones académicas, profesionales de la salud, sociedad civil y otros interesados del mundo entero que tengan por objeto ayudar a transformar este tema lo puedan hacer de una mejor manera.
En este punto la agencia destaca que si bien está en marcha el Plan de Acción Integral de Salud Mental 2013-2030 y ya se aprecian avances, es necesario avanzar en acciones claras para promover la salud mental y el bienestar, prevenir condiciones de salud mental para aquellos en riesgo y lograr la cobertura universal de los servicios de salud mental.
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Prueba de ello es que, según la OMS, antes de la pandemia solo un pequeño porcentaje de las personas que la necesitaban tenían acceso a atención de salud mental eficaz, asequible y de calidad; el 71 por ciento de las personas con psicosis en todo el mundo no recibían servicios de salud mental; y, con respecto a depresión, las lagunas en la cobertura de los servicios son amplias en todos los países: incluso en los de ingresos altos, solo un tercio de las personas con depresión recibe cuidados de salud mental formales y se estima que el tratamiento contra la depresión mínimamente adecuado oscila desde el 23 por ciento en los países de ingresos altos hasta el 3 por ciento en los países de ingresos bajos y medianos bajos.
«Todos conocemos a alguien afectdo por trastornos mentales. La buena salud mental se traduce en buena salud física y este nuevo informe presenta argumentos convincentes para el cambio. Los vínculos indisolubles entre la salud mental y la salud pública, los derechos humanos y el desarrollo socioeconómico significan que transformar las políticas y prácticas con respecto a la salud mental puede arrojar beneficios reales y considerables para las personas, las comunidades y los países de todo el mundo. La inversión en salud mental es una inversión en una vida y un futuro mejores para todos», señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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¿Cuáles son las metas mundiales?
1. Fortalecer el liderazgo y la gobernanza: Esto logrará que el 80 por ciento de los países desarrollen o actualicen su política o plan de salud mental en línea con los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos; y que el 80 por ciento de los países desarrollen o actualicen su ley de salud mental en línea con los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos.
2. Atención social y de salud mental en entornos comunitarios: Esto hará posible que la cobertura de servicios para condiciones de salud mental aumente al menos a la mitad; que el 80 por ciento de los países duplique el número de establecimientos comunitarios de salud mental; y que el 80 por ciento de los países hayan integrado la salud mental en la atención primaria de salud.
3.Implementar estrategias de promoción y prevención: Llevará al 80 por ciento de los países a tener al menos dos programas nacionales y multisectoriales de promoción y prevención de la salud mental en funcionamiento. Se espera de igual manera que con estas acciones la tasa de suicidio se reduzca en un tercio y que el 80 por ciento de los países cuente con un sistema de salud mental y preparación psicosocial para emergencias y/o desastres.
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4. Fortalecer los sistemas de información, evidencia e investigación: Con esta acción el 80 por ciento de los países recopilará e informará de manera rutinaria al menos un conjunto básico de indicadores de salud mental cada dos años a través de sus sistemas nacionales de información social y de salud; lo que hará que el resultado de la investigación mundial sobre salud mental se duplique.
¿Qué se espera lograr?
De acuerdo con la OMS, se espera, en primer lugar, profundizar en el valor y el compromiso que atribuimos a la salud mental; y al tiempo aumentar las inversiones en este tema, no solo garantizando los fondos y recursos humanos adecuados en el sector de la salud y otros sectores para atender las necesidades en esta materia, sino también a través del compromiso de dirigentes, formulando políticas y prácticas basadas en la evidencia y estableciendo sistemas sólidos de información y seguimiento.
Por otra parte, se espera incluir a las personas con trastornos mentales en todos los aspectos de la sociedad y la toma de decisiones para superar la estigmatización y la discriminación, reducir disparidades y promover la justicia social. Asimismo, reorganizar los entornos que influyen en la salud mental, como los hogares, las comunidades, las escuelas, los lugares de trabajo, los servicios de atención de salud o el medio natural.
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Finalmente, se espera fomentar la colaboración intersectorial, especialmente para comprender los determinantes sociales y estructurales de la salud mental, e intervenir de formas que reduzcan riesgos, generen resiliencia y desguacen las barreras que impiden a las personas con trastornos mentales participar plenamente en la sociedad.