Yuliam fue diagnosticado con pérdida auditiva a los dos años, sin embargo, gracias al amor infinito de su madre y todo el respaldo del sistema de salud hoy puede oír a plenitud.
Redacción Gestarsalud
Yuliam Enriquez fue diagnosticado a los dos años y medio de edad con pérdida auditiva, y aunque para muchos este diagnóstico significaría un obstáculo en el camino, para Yuliam significó todo lo contrario, esta condición lo llevó a retarse y a lograr grandes triunfos a sus escasos 18 años.
Este jóven es atleta de alto rendimiento, comenzó a entrenar natación desde los nueve años y hoy hace parte de la Selección Colombiana de Sordo Olímpicos, estando allí ha ganado tantas medallas y diplomas a nivel mundial como nunca hubiese llegado a imaginar. Además de eso, también es DJ y va a entrar a la universidad a estudiar fisioterapia.
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Sin duda, para Yuliam este ha sido un camino largo y lleno de retos, pero el rendirse nunca ha sido una opción, su condición no le ha impedido lograr todo lo que se ha propuesto y esto ha sido gracias al acompañamiento constante y amor infinito de su madre y el respaldo del sistema de salud Colombiano.
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Volver a oír
Según lo relata su madre, Yuliam utilizaba audífonos para poder oír, pero a medida que fue creciendo fue perdiendo más la audición, “Ya la potencia que daba los audífonos no era suficiente para que escuchara ciertos sonidos, empezó a carecer mucho de esa parte auditiva, así que en la fundación nos dijeron que el niño posiblemente era candidato para implante coclear”, recuerda.
Desde ese momento el sistema de salud cubrió todos los tratamientos, dispositivos y terapias necesarias para que Yuliam volviera a escuchar con un implante coclear.
“Con el implante me cambió bastante la vida, podía escuchar sonidos diferentes, hasta los carros, el golpe de la mesa, todo”, cuenta Yuliam.
Por su parte la madre de Yuliam, enfatiza que frente al costo de los tratamientos, ella sólo tuvo que pagar un porcentaje mínimo, esto en comparación de lo que cuestan unos audífonos, lo que costaba la rehabilitación e incluso el mismo implante.
“En esa época pagué un copago mínimo, a comparación de todos los servicios que mi hijo ha recibido, el sistema de salud sí ha cubierto todos estos gastos”, relata Melisa Diaz.
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El personal de salud se volvió una segunda familia de Yuliam
Después del implante coclear, Yuliam empezó terapia de lenguaje, que es la principal para este proceso con implante coclear, así mismo inició trabajo psicológico, de hecho en esta última especialidad encontró una segunda madre, su psicóloga, Ada Vanegas, que lo ayudó a entender su condición y logró que Yuliam fuera un niño seguro y feliz.
“Ella es mi segunda mamá, me ha enseñado muchas cosas, porque yo estaba confundido, tenía baja autoestima porque tenía miedo a que me critiquen porque todo el mundo no sabe qué es un implante. Ella me ha salvado toda mi vida”, recuerda entre sonrisas Yuliam.
Hoy, Yuliam oye y siente la vida a plenitud, es feliz y agradece a todo el personal de salud por estar durante este tiempo junto a él y su madre.
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