La rapidez con la que se logre la inmunización contra la COVID-19 en el mundo es la única y mejor estrategia para frenar que nuevas variantes sigan apareciendo. Los expertos en el tema, epidemiólogos e infectólogos del mundo coinciden en que frenar los contagios es la única salida que hay para que el virus siga mutando. De no ser así, el peor escenario del que se teme es que las nuevas variantes comiencen a burlarse de las vacunas desarrolladas hasta ahora.
Según lo afirma CNN en Español, “las personas no vacunadas hacen más que arriesgar su propia salud. También son un riesgo para todos si se infectan con el nuevo coronavirus». Según le explicó al canal el Dr. William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, «cuantas más personas no vacunadas haya, más oportunidades tendrá el virus de multiplicarse. Cuando lo hace, muta y podría desencadenar una mutación variante que es aún más grave en el futuro».
Carlos Torres Martínez, infectólogo pediatra, profesor de la Universidad El Bosque e investigador, asegura que «siempre que vacunemos despacio y a poca cantidad de población va a haber más variantes y virus resistentes; de ahí la importancia de vacunar rápido, a la mayor cantidad de personas y sin tantas dificultades. Con eso las variantes quedan anuladas en su manejo».
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Las variantes son el producto de una circunstancia normal de los virus, que es mutar. La mayoría de mutaciones actúan en contra del virus: los virus mutan día a día y la mayoría de veces lo hacen en el sentido de perder supervivencia; por eso la mayoría se van extinguiendo.
Pero la diferencia con el SARS-CoV-2 es que es un virus RNA, que tiene tasas de mutaciones más altas y además ya se ha extendido tanto que se convirtió en pandemia; una situación sanitaria donde mucha gente está enferma y el virus está en cantidades abundantes circulando en la población.
«Entonces, en este momento, de millones de mutaciones que se han presentado en los virus, algunas pocas han adquirido significancia clínica».
Si un virus intenta infectar a alguien con inmunidad, puede fallar o puede tener éxito y causar una infección leve o asintomática. En ese caso, se replicará en respuesta a la presión de un sistema inmunológico preparado. Esas poblaciones de personas no vacunadas le dan al virus el cambio no solo para propagarse, sino para cambiar. «Todo lo que se necesita es una mutación en una persona», aseguró el experto entrevistado por CNN.