La vida puede cambiar de la noche a la mañana. Los sentidos, esos que nos permiten percibir los estímulos de varias maneras, no siempre funcionan adecuadamente. Algunas personas nacen sin uno o varios de ellos; otras los pierden en el transcurso de la vida por alguna circunstancia.
En la actualidad, uno de los beneficios de la tecnología se da en la medicina. La creación de dispositivos y soluciones al alcance de controlar y/o eliminar algunas discapacidades resultan determinante para el desarrollo de una vida de calidad. En esta entrega, Gestarsalud.com conversó con José Guillermo Rodríguez Linares, quien es testigo de los beneficios que los avances tecnológicos pueden tener en la vida de las personas discapacitadas.
Empezó a tener una pérdida auditiva del 70 % en los tonos agudos en el 2013 y paulatinamente fue perdiendo toda la audición.
En el 2016 perdió completamente la capacidad de escuchar con su oído derecho. Fueron varios los diagnósticos que recibió hasta que, finalmente, en una cirugía los expertos descubrieron que José Guillerno tenía schwannoma intracoclear; un tumor benigno que es difícil de detectar. Muy pocas personas en el mundo tienen este tipo de tumor.
Lea también: detecte y trate a tiempo la pérdida auditiva
«Cuando perdí la audición, mi vida empezó a cambiar. Comencé a ver el impacto tanto en las conversaciones en reuniones familiares y sociales, como con personas desconocidas. Haber perdido un oído me generaba una discapacidad importante, porque no podía escuchar bien las conversaciones: era imposible para mí discriminar los sonidos y las fuentes sonoras. Me costaba trabajo saber quién me hablaba y el oído izquierdo, que era el sano, no podía diferenciar ni filtrar todos los sonidos que entraban a él. En las condiciones en las que me encontraba se me hacía muy difícil saber que alguien me hablaba. Todos estos procesos me costaban. Si estaba en una reunión, escuchaba todos los ruidos de la sala, pero no podía discriminar ni entenderlos. Uno tiende a aislarse en las reuniones, para no molestar al interlocutor y hacerle repetir lo que dijo. Las personas, como en mi caso, tendemos evitar eventos sociales y eso tiene afectaciones emocionales».
Pero el diagnóstico de José Guillermo no solo le afectó su vida personal. En lo laboral, él se desempeña como consultor y una de las tareas fundamentales de su ejercicio es dictar conferencias y mantener reuniones. Su día a día en el trabajo se convertían en un reto distinto: no sabía cuando alguien le preguntaba sobre el tema que estaba dictando. Su condición auditiva le impedía separar los sonidos e identificar su origen.
«Me costaba mucho identificar y esto me generaba un mayor desafío en las reuniones y conferencias. Cuando uno tiene que hacer un mayor esfuerzo, se genera un mayor cansancio y agotamiento. Esos fueron los grandes impactos que tuve durante mis años de discapacidad auditiva. Afortunadamente, siempre tuve un oído bueno y podía manejar las situaciones cotidianas, que no necesitan un esfuerzo mayor en la identificación de fuentes sonoras, pero otras situaciones me costaba controlarlas».
Lea también uso inapropiado de audífonos está provocando aumento de casos de problemas auditivos
En 2019, y tras visitar a un sinfín de especialistas, José Guillermo llegó a donde el Dr. José Alberto Prieto, quien fue el cirujano que le colocó el implante coclear de MED-EL, a través del cual logró recuperar su audición. El experto le manifestó que podía ser un paciente con una muy buena condición de éxito frente al implante.
Fue una cirugía exitosa, porque lograron sacar el schwannoma, pero al mismo tiempo, lograron que el implante MED-EL quedara adecuadamente instalado. Al mes, con la activación del implante coclear, José Guillermo empezó a hacer todas las terapias, fundamentales en la activación adecuada del dispositivo. Estuvo practicándolas durante año y medio, todas las semanas.
La intención es adaptar al cerebro a escuchar de una manera diferente, a través de este aparato electrónico.
Lea también: la alternativa tecnológica que ayuda a superar problemas auditivos
«Ahora puedo tener de nuevo conversaciones coherentes y continuas. Ya puedo discriminar la fuente sonora y los sonidos. Antes me tocaba taparme el oído bueno, porque me afectaba tanto ruido. Ya con el implante coclear puedo tener conversaciones en reuniones, dictar las conferencias e identificar más fácil la fuente sonora. Tuve una recuperación exitosa, que me permite tener de vuelta la facilidad de comunicación y de relación con las personas. Mi consejo es que cuando las personas tengan algún síntoma acudan lo más pronto posible a buscar un diagnóstico. Algunas condiciones se pueden evitar o encontrar las alternativas adecuadas. El implante me permitió recuperar una calidad de vida personal y profesional, que había perdido».