Sin duda el SARS-CoV-2 y la enfermedad que genera, Covid-19, ha sido la epidemia más mediática de la historia. Ni el cáncer, ni el VIH han tenido tanto alcance en tan poco tiempo. Los medios de comunicación, las redes sociales y hasta las estrategias publicitarias se han volcado a la nueva enfermedad. Hoy, cualquier cosa que tenga que ver con el virus es noticia, y con ellas, la desinformación.
Ha sido histórica la velocidad con que la ciencia se ha dedicado a conseguir una vacuna que contrarreste los efectos que el nuevo coronavirus está dejando en la vida, la psiquis y la economía del mundo.
La enfermedad no discrimina entre clases sociales, color de piel o credo. A lo sumo, algunas condiciones sanitarias ofrecen algún beneficio frente a la enfermedad: por ejemplo, en Venezuela un día en una Unidad de Cuidados Intensivos puede costar hasta 300 dólares. En los hospitales, aunque la atención es gratuita, no hay condiciones para dar una atención adecuada. En Colombia, por otro lado, siempre y cuando el paciente pertenezca al sistema de seguridad social en salud, no debe pagar nada de su atención por Covid-19.
Menos de un año duró la investigación que, por lo general, puede tardar una década. Las tres etapas más cruciales en los estudios para comercializar una vacuna se dieron esta vez en un tiempo récord. La hazaña ha creado inseguridad y malos pensamientos entre quienes creen en teorías conspirativas, incluyendo a líderes del mundo. El tema es inquietante, sobre todo porque la salud del planeta está en juego.
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En nuestro afán por encontrar respuestas claras y responsables, entrevistamos al doctor Jaime Ordóñez, médico, PhD en Epidemiología, MSc. en Economía de la Salud e investigador senior en True Consulting. El experto nos explicó por qué la vacuna contra el Covid-19, en este caso la creada por Pfizer/BioNTech, sí es segura.
Una de las teorías que desmintió el doctor Ordóñez es la que indica que a través de este antídoto el ADN humano puede ser modificado. Sus argumentos son los siguientes:
Las vacunas que se desarrollan con RNA mensajero (RNAm) no toman el virus a través de la extracción del RNA. Se trata de la capacidad científica de hacer el mismo material genético de manera sintética, porque el material genético original del virus no sirve para los efectos que se buscan. Esta tecnología de vacuna, aunque parece un desarrollo que se hizo rápido, lleva 10 años en investigación. La pandemia del SARS, que afectó a 37 países asiáticos en 2003, les enseñó a los expertos que el aminoácido uracilo no se puede utilizar, a partir de entonces lo cambiaron y encontraron que sí había una respuesta inmune cuando se cambiaba.
La tecnología utilizada en la vacuna de Pfizer/BioNTech es muy ingeniosa, asegura el epidemiólogo y experto en economía de la salud. Envía una instrucción para que se desarrollen proteínas que son como las que están en la corona del virus. Con esto el organismo desarrolla anticuerpos contra el virus. “Es un hallazgo sorprendente porque sin tener la infección logramos desarrollar anticuerpos”.
La investigación de esta tecnología, insiste Ordóñez, no surgió el año pasado. Se trata de una investigación que nació hace 30 años por quien hoy es la vicepresidenta senior de BioNTech, Katalin Kariko. Hace 10 años, la bioquímica húngara encontró la manera de cambiar el aminoácido por uno que sí funcionara y ha trabajado en varias vacunas, incluyendo la del VIH, pero hasta ahora, cuando los gobiernos más poderosos del mundo se han dedicado en invertir en tecnología e investigación para acabar con el nuevo Coronavirus, es que Kariko tuvo la oportunidad de llevar su descubrimiento a otro nivel.
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“Aquí no se ha hecho una chambonada, lo que pasa es que nos hemos demorado porque no le meten plata a esto. Hay casi 150 vacunas en desarrollo en este momento y están recibiendo mucho apoyo económico. Esta es la muestra de que si se invierte se anda. Lo mejor de todo es que para los próximos 10 años debemos tener por seguro que habrá una aceleración importante en investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos: lo que se nos viene en desarrollo de oncología y VIH va a ser impresionante, gracias a que por fin se pudo dar este impulso”.
Jaime Ordóñez, médico, PhD en Epidemiología, MSc. en Economía de la Salud.
¿Qué hay de los efectos adversos de la vacuna?
El doctor Jaime Ordóñez explicó que el material genético no genera ningún evento adverso porque no tiene proteínas para generarlos. Lo que sí genera reacciones alérgicas es el lípido en el cual se está transportando el material genético. Se trata de una alergia extremadamente rara que se da en personas hiper alérgicas.
“Ese material genético, que se llama RNA mensajero, lleva un mensaje. No tiene ninguna otra función. Tiene la capacidad de entrar a la célula, pero llega a un punto específico, que se llaman ribosomas (estructuras dentro de las células que están encargadas de producir proteínas). El RNA mensajero entra el ribosoma, lee el mensaje y se destruye a sí mismo, lo que significa que no entra al núcleo de la célula. En el núcleo de la célula es donde está el ADN de nosotros, por ende, no hay afectación del material genético. Ningún RNA mensajero tiene capacidad de entrar a las células”.
El doctor Ordóñez es defensor de este desarrollo. Asegura que no hay afectación en las personas, más allá de las respuestas excepcionales que podrían generar algunos. Está seguro de que alguien que es vacunado no corre riesgo, pero aún no lo está de que estas personas tengan la capacidad de no contagiar el virus. Informó durante la entrevista que el ensayo clínico no ha podido determinar si las personas vacunadas pueden transportar el virus a otros. Para saberlo se requiere de más tiempo de observación.
“Aún este punto no ha sido concluyente, por ello asumimos que las personas vacunadas pueden transportar el virus”.