Coincidencias, preocupaciones, recomendaciones e invitación al diálogo

Gestarsalud comparte la carta enviada a la ministra Carolina Corcho para que la reforma a la salud sea una verdadera oportunidad de mejora de nuestro sistema.
 
Por: Gestarsalud
Respetada ministra,
 
Nuestras organizaciones agremiadas son, en su mayoría, de origen popular, mutual y cooperativo, construidas por personas de la economía popular. También hacen parte de nuestro gremio EPS con capital público y entidades con la mayor tradición en la gestión de la salud de los colombianos. Durante más de 30 años han construido comunidad, redes de atención en todo el país y han ganado la confianza de sus afiliados, en especial de quienes acuden a los servicios como pacientes yusuarios frecuentes.
Por esa razón, muy respetuosamente, ponemos a su consideración algunas reflexiones sobre el proyecto de reforma a la salud, que, en todo caso, siempre buscan que los usuarios y pacientes no tengan traumatismos ni limitaciones en elgoce efectivo del derecho fundamental a la salud.

1. Lo bueno

 
Reconocemos que el país tiene que avanzar en varios aspectos que se hanpropuesto. Hay casi que un consenso nacional en puntos como mejorar lainfraestructurade la red pública hospitalaria, fortalecer la atención primaria en salud,mejorar el acceso a los servicios de salud en las zonas rurales y las condiciones deltalento humano en salud, así como incrementar su formación tanto en cantidad,como en capacidad resolutiva.
 
Es claro, para la mayoría de los interesados, que el sistema debe tener unapermanente mejora en diferentes aspectos de su operación, no sólo dónde hayproblemas y debilidades, sino también donde hay oportunidades. Por esocoincidimos en la necesidad de mejorar los sistemas de información, mejorar elacceso a los servicios de salud más cuestionados por las tutelas, peticiones y quejasde los usuarios y combatir la corrupción en todos los actores y a todos los niveles.Estas son tareas permanentes, ineludibles e interminables, cuyo fortalecimientoapoyamos y compartimos plenamente.

2. El rol de las EPS

 
En el debate sobre la reforma se ha señalado la labor de las EPS como de simple“intermediación financiera” y, en ese sentido, su eliminación no sería relevante, nitraumática. La realidad es tozuda y el texto mismo de la reforma termina por reconocer, tácitamente, la importancia del rol de las EPS, pues dedica la parte más importante y robusta del articulado a reacomodar y distribuir sus funciones en varias nuevas instancias sustitutas, sin augurar mejora alguna y amenazando la integralidad y eficiencia de la garantía del derecho a la salud.
Queda demostrado que así las EPS desaparezcan, se necesita quién haga sus veces. Ahora bien, quien haga esa tarea debe saber hacerla y debe hacerla biende manera coordinada. Debe tener un talento humano idóneo, herramientas tecnológicas y administrativas adecuadas para ello. El afán de sustituirlas no puede llevar a la improvisación y al deterioro de funciones que van a ir en contra de la atención a los usuarios.

3. La eliminación de la seguridad social

 
La idea de acabar las EPS tampoco puede terminar sepultando el derechoirrenunciable a la seguridad social, plasmado en el artículo 48 de la ConstituciónNacional. Perder el seguro de salud, representado en la afiliación a un sistema queha alcanzado la cobertura universal, para volver a un sistema prestacional,dondeno hay garante, es un franco retroceso que amenaza el goce efectivo del derechofundamental a la salud. Si es un derecho irrenunciable, menos aún podrá serarrebatado, sin violar la Constitución Política.
 
De la misma manera, no se puede desconocer que los recursos de la seguridadsocial, por mandato constitucional, no se pueden utilizar ni destinar a fines diferentesa ella, así se trate de un sistema público de prestación de servicios de salud, nisiquiera con la absurda pretensión de “modificar” el artículo 48 constitucional,redefiniendo la parafiscalidad.

4. Acceso a los usuarios

 
Consideramos que la reforma plantea un enorme riesgo para la atención de losusuarios porque se perderán las redes de prestadores de servicios que las EPStienen ya organizadas y funcionando. En su defecto, el proyecto prevé laconformación de redes integradas e integrales para la atención primaria, losservicios especializados ambulatorios, los de hospitalización, urgencias médicas yodontológicas, rehabilitación, laboratorios y suministro de medicamentos. Es decir,siete redes diferentes y desintegradas sin que se esté planeando una coordinaciónque cubra las necesidades de los pacientes. En síntesis, se complica y fragmenta la atención.

5. El financiamiento podría colapsar

 

El proyecto de ley no explica de manera detallada cómo sería el control del gastoque permitiría cubrir las necesidades de atención para los usuarios. Es buenorecordar que ha sido una labor fundamental de las EPS hacer gestión del riesgo  desalud y financiero y utilizar eficientemente los recursos de la UPC para que losmillones de afiliados puedan tener a su servicio las redes de atención que hemos construido por muchos años. Es muy importante tener presente que sin una administración eficiente de los recursos estos no alcanzarán para atender los crecientes costos de los servicios de salud. Los ciudadanos tendremos que soportar las consecuencias. Los pacientes estarán en riesgo de no ser atendidos y las finanzas públicas colapsarán. Los perdedores serán los usuarios.

Las experiencias de fondos pagadores han sido nefastas en el país y han puesto en riesgo las finanzas sectoriales. Los riesgos de corrupción y fuga de recursos ya se han materializado sin el control del gasto y sin la debida gestión de riesgos en salud.

6. Los usuarios enfrentarían dispersión de responsabilidades

 
Tal y como está previsto, los usuarios estarían desamparados ante sus reclamos y solicitudes. Actualmente los usuarios del sistema de salud tienen claro que existe una sola entidad (las EPS) responsables de garantizar todos los servicios de salud que requieran, desde el procedimiento más sencillo hasta el más complejo. El texto radicado muestra que se dispersan esas responsabilidades entre la ADRES, los Fondos Territoriales de Salud y los Centros de Atención Primaria, entre otros. En últimas, no habrá quién responda por el usuario como hoy sucede.  La coordinación de todas las instancias públicas será imposible.

7. La transición propuesta será compleja

En la transición indefinida que se plantea mientras se estructura el nuevo modelolas EPS tendrán que seguir operando tal y como operan hoy.  Así el compromiso delas agremiadas con sus afiliados sea irrestricto, un escenario de fin de actividadessin término definido será una agonía prolongada para las agremiadas, con enormesdificultades para la operación en medio de la incertidumbre. La responsabilidadfrente a nuestros afiliados de operar obligatoriamente en condiciones adversasdebilita la confianza de proveedores, trabajadores y socios capitalistas, limita lasinversiones y genera un clima no apropiado para la continuidad tranquila.
8. Algunas propuestas
 
Consideramos imprescindible en cualquier reforma tocar los siguientes aspectos y plantear estrategias concretas que permitan lograrlo: mejorar la oportunidad de los servicios de salud; el abastecimiento suficiente de medicamentos y por lo tanto la entrega completa de fórmulas médicas; la cultura de la seguridad social, la atención humanizada y la calidad de los servicios desde las entidades que participan en lo operativo, hasta las entidades que prestan los servicios de salud; los canales de comunicación y coordinación con las entidades encargadas del aseguramiento y el plan ampliado de inmunizaciones.
 

Asimismo, se debe garantizar la coordinación de la actividad de los grupos extramurales para identificar riesgos en salud y mejorar la atención que ha planteado el Gobierno con las entidades encargadas del aseguramiento para intervenir de manera prioritaria los riesgos en salud; redimensionar el cálculo de la

UPC incorporando elementos predictivos y el manejo de variables macroeconómicas que no pueden controlar las EPS, como la inflación y la devaluación, entre otras; pagar la actividad de las EPS por resultados en salud, satisfacción del usuario y racionalidad de compras de servicios; y mejorar sustancialmente la atención primaria en salud y hacer énfasis en ella.
Para todos estos aspectos las EPS cuentan con propuestas estructuradas que bien vale la pena considere su despacho y el Congreso de la República en el debate de la reforma presentada.

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