Cuando se envejece y llega la menopausia en las mujeres la grasa corporal tiende a desplazarse hacia el abdomen.
Redacción Gestarsalud
El exceso de grasa siempre ha sido un problema tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, ellas tienden a acumular más grasa en la parte abdominal cuando empiezan a envejecer y llega la menopausia, según explica la Clínica Mayo.
Este aumento de la grasa del vientre se puede presentar incluso cuando las personas no están aumentando de peso y esto se debe, según los expertos de la Clínica Mayo, a que probablemente hay una disminución del nivel de estrógeno, una hormona que parece influir en el lugar donde se distribuye la grasa en el cuerpo.
Vale recordar, en todo caso, que el peso no sólo está determinado por la edad, sino también en gran medida por cuántas calorías consumimos durante el día y cuántas calorías con el ejercicio diario.
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El problema con la grasa del vientre es que no se limita a la capa extra de relleno ubicada justo debajo de la piel (grasa subcutánea); sino que también incluye grasa visceral, que se encuentra en el interior del abdomen y alrededor de los órganos internos, explica la Clínica Mayo.
Y aunque la grasa subcutánea sólo plantea problemas estéticos, la visceral está relacionada con problemas de salud peligrosos como cardiopatías, diabetes, presión arterial alta, colesterol anormal y problemas respiratorios, entre otros. De hecho, investigaciones asocian la grasa del vientre con un mayor riesgo de muerte prematura, independientemente del peso total.
En ese sentido, en el marco del día mundial de la obesidad, este 4 de marzo, vale la pena tener en cuenta estos consejos que dan los expertos de la Clínica Mayo para eliminar esa grasa que puede conllevar a problemas serios de salud.
1. Seguir una dieta saludable, concentrándose en los alimentos a base de plantas, como frutas, verduras y cereales integrales. También es importante elegir fuentes magras de proteínas y productos lácteos con bajo contenido de grasa.
2. Es indispensable limitar el consumo de azúcar añadida y las grasas saturadas, que se encuentran en la carne y en los productos lácteos con alto contenido graso, como el queso y la mantequilla. Es mejor elegir cantidades moderadas de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en el pescado, las nueces y ciertos aceites vegetales.
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3. Es crucial reemplazar las bebidas azucaradas por agua o bebidas con edulcorante artificial en su lugar.
4. Controle el tamaño de las porciones o redúzcalas, ya que las calorías se acumulan si come demasiado. Puede, por ejemplo, comer la mitad de lo normal y si va a un restaurante compartir su plato tratando de no comer todo lo que le sirven.
5. Incorpore la actividad física a su rutina diaria. Para la mayoría de los adultos sanos se recomienda actividad aeróbica moderada, como caminar al menos 150 minutos a la semana o actividad aeróbica vigorosa, como correr, al menos 75 minutos a la semana.
6. También se recomiendan ejercicios de entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana. Si desea perder peso o alcanzar metas específicas de acondicionamiento físico, es posible que necesite hacer más ejercicio.
7. Para perder el exceso de grasa y evitar que regrese, trate de perder peso de manera lenta y constante.
8. Es muy importante que todos estos procesos pueda hacerlos con el acompañamiento de profesionales de la salud.
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