Las nuevas variantes del SARS-CoV-2 sin duda son las responsables de un tercer pico epidemiológico más fuerte en cuanto a número de casos y muertes. Un documento de actualización epidemiológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que, por segunda semana consecutiva, el número de casos de COVID-19 se mantiene en los niveles más altos desde el inicio de la pandemia, con más de 5,7 millones de casos nuevos semanales, tras nueve semanas de aumento. El número de decesos también continúa en alza por séptima semana consecutiva en el mundo, con más de 93.000 fallecimientos.
Al respecto, Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, coincide en que la razón de este incremento se debe a la presencia de variantes del virus que, de acuerdo con la evidencia, son más contagiosas. «De las variantes de interés, que son aquellas que cambian el comportamiento inicial del virus, 142 países han notificado la variante de Reino Unido, 97 países la de Sudáfrica y 56 naciones la de Brasil».
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Una variante de interés que llamó la atención en esta actualización semanal de la OMS es la de India. De acuerdo con Fernández Niño es la más reciente identificada como de interés por la OMS y se identificó por primera vez en diciembre del año pasado. «De esta se conoce que tiene dos sublinajes, los cuales difieren ligeramente por sus mutaciones características. Ambos linajes han demostrado una mayor transmisibilidad que, según la evidencia, tienen una tasa de crecimiento más alta que otras variantes que circulan en la India».
«Esta variante presenta en su conformación varias mutaciones: la L452R, que se ha relacionado con un aumento de la transmisibilidad y reducción de la neutralización mediante algunos tratamientos con anticuerpos monoclonales; la P681R, que puede mejorar la unión y posterior escisión de la proteína de la espícula, mejora la infección sistémica y la fusión de la membrana; y la E484Q, que provocaría una disminución en la neutralización por parte de los anticuerpos».
Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud.
El director de Epidemiología del Minsalud hizo un llamado para reforzar la adherencia a medidas de autocuidado, como el uso del tapabocas y el distanciamiento físico que, en esencia, son las mejores barreras que se pueden poner frente a la transmisión del virus. La evidencia preliminar que se tiene de la variante de la India indica que podría ser capaz de evadir el control de los anticuerpos inducidos por la infección o por la vacunación hasta cierto punto, lo que generaría una eficacia moderada de la vacunación.
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«La evidencia indicaría que es una de las más contagiosas que ha sido identificada en el mundo. En Colombia no ha sido identificada esta variante en los estudios genómicos que se están realizando hasta el momento«.
Avanzar hacia la normalidad
Ante el incierto panorama que a futuro plantea la COVID-19, el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruíz, explicó que «tenemos que pensar que a nosotros como sector salud nos corresponde la obligación de reactivar este país, porque hemos sido nosotros los que lo hemos venido restringiendo desde las normas de bioseguridad, las mismas que nos han permitido reducir el impacto de esta pandemia».
El ministro admite que tras las medidas hay efectos en la salud mental de la población, en los problemas de educación de los niños, en los índices de obesidad de personas que han estado aisladas en su casa durante mucho tiempo y en la desesperanza. Por ello insiste en la reactivación, la cual no debe darse solo desde el comercio, sino que debe ser una iniciativa liderada desde el sector salud. «Porque somos nosotros los que tenemos la comprensión integral de lo que significan los determinantes sociales de la salud y cómo determinan en la sociedad».
Con esta premisa de una reactivación desde el sector salud, el ministro adelantó una reunión en la ciudad de Barranquilla para definir cómo lograrlo. «Hemos venido trabajando y pensando cómo lograr la reactivación de este país, recuperar la confianza de la gente, la esperanza y nuestra normalidad. No se puede pensar que esta se logrará cuando se alcance la inmunidad de rebaño, porque técnica y sociológicamente, sería errado».
Según Ruíz, la emergencia ha demostrado que surgirán nuevas cepas, que se trata de un virus que cambia día a día y que el escenario futuro no puede ser planteado cuando todos estén vacunados o cuando la COVID desaparezca.
«Probablemente ese no va a ser el escenario. Si bien al vacunarnos vamos a reducir el contagio, vamos a quedar con una endemia; un comportamiento epidemiológico en el que vamos a tener que seguir lidiando con este virus. Tenemos que reconocer que, desafortunadamente, vamos a seguir teniendo personas muriendo por COVID-19, se va a volver parte de nuestro escenario epidemiológico, de nuestro escenario de salud. Seguramente en una escala mucho menor, pero nosotros no podemos esperar simplemente que esto se acabe para poder recuperar la cotidianidad de las personas».
Es por esto que se plantea iniciar en la capital del Atlántico la reactivación del país desde el sector salud. Así las cosas, se desea ejemplificar la nueva norma sobre emergencia sanitaria, con la que se contará desde el 1 de junio y donde los protocolos ya no estén orientados en la restricción, sino en posibilitar la vida normal de la gente y viabilizar el retorno a la normalidad.
El ministro está consciente de que esta medida podría implicará riesgos, dado que el país no está exento de que se presente un cuarto pico, pero la apuesta es que sea un pico probablemente menor de lo que han sido los picos anteriores.