Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que si el 70 % de las personas con epilepsia fueran diagnosticadas y tratadas a tiempo podrían vivir sin convulsiones. La entidad reporta alrededor de 50 millones de personas en el mundo con esta enfermedad, razón por la cual cada 26 de marzo instituciones, especialistas y pacientes del mundo se visten de púrpura para conmemorar el Purple Day o Día Mundial Sobre la Conciencia de la Epilepsia.
El doctor Nelson Rodríguez, del departamento médico de Sanofi, indica que esta es una enfermedad cerebral crónica, que genera convulsiones recurrentes con movimientos involuntarios, afectando a personas de todas las edades. En Colombia el 50 % de los pacientes diagnosticados con epilepsia están entre los 19 y 59 años de edad, se estima que 500 mil personas padecen de epilepsia en el país, lo que representa un promedio de 11 casos por cada 100 habitantes.
Considerando que el 25 % de los casos son prevenibles, el doctor Rodríguez recuerda que, en Colombia, entre 2015 y 2019 se identificaron 767.251 personas con epilepsia, por lo que, en el marco del Purple Day, habla sobre la necesidad de educar, sobre el tratamiento y sobre los cuidados básicos para asistir a personas epilépticas.
«Solo de esta forma es que se logran eliminar las barreras sociales existentes y se ayuda a las personas a llevar esta enfermedad de una mejor manera. Es necesario que todos sepan qué acciones se deben realizar, especialmente en una situación de crisis, para ayudar a las personas y así evitar daños graves».
Aunque la epilepsia no tiene cura sí se puede controlar. Por esta razón tener un diagnóstico y atención oportuna es fundamental para evitar lesiones graves, que ponen en riesgo la vida de los pacientes. En esta línea, el experto entrega las siguientes recomendaciones:
● Tratamiento: tener un tratamiento adecuado con un especialista es vital para prevenir episodios de convulsión y así llevar una vida normal. Dentro de este tratamiento deben estar presentes medicamentos permanentes para mejorar la calidad de vida.
● Garantizar protección: los episodios de convulsión suelen durar aproximadamente 1 minuto, por esto se debe ubicar una almohada u objeto blando en la parte posterior del cuello y colocar la cabeza del paciente hacia un lado. De esta manera se evitan lesiones por golpes. Es importante abrir las vías respiratorias para evitar asfixia por saliva o vómito. No se deben introducir objetos en la boca, pues al estar los músculos tensionados se pueden lastimar la mandíbula o los dientes. En caso de que la convulsión duren más de 3 minutos, es necesario llamar a urgencias para ser asistido por un profesional de la salud.
● Acompañamiento: una convulsión se genera por un cortocircuito que se forma al juntarse las neuronas, provocando una crisis en todo el sistema nervioso. Por esto, acompañar al paciente durante y después de la convulsión es muy importante, ya que su cuerpo queda agotado, por ende, moverse o hablar correctamente puede tomar tiempo.
El doctor Nelson Rodríguez indica que es necesario eliminar el estigma de esta condición y educar a la sociedad acerca de los cuidados básicos para asistir al paciente durante los primeros auxilios. «Una atención oportuna puede ser un punto clave para evitar lesiones mayores, que ponen en riesgo la vida de quienes tienen que vivir con esta enfermedad».
Aunque esta patología neurológica se puede presentar en personas de todas las edades, existe mayor incidencia al comienzo y al final de la vida. Paula Martínez, neuróloga y epileptología de la Clínica Zerenia, explica que «entre las causas más frecuentes de epilepsia se encuentran complicaciones durante el parto, infecciones del sistema nervioso, traumas craneoencefálicos, neurocisticercosis, y factores hereditarios».
Cannabis medicinal y epilepsia
Si bien la epilepsia se puede tratar con la combinación de varios medicamentos anticonvulsivos, uno de cada tres pacientes no responde al tratamiento farmacológico convencional. Este grupo de pacientes resistentes se diagnostican con epilepsia refractaria y no solo tienen dificultades manejando sus ataques convulsivos, sino que su calidad de vida se ve profundamente afectada, al igual que la de sus cuidadores y familiares.
En los últimos años, y en la medida que las regulaciones lo han permitido, ha surgido una nueva esperanza para tratar a los pacientes diagnosticados con epilepsia: el cannabis medicinal. Los estudios clínicos y experiencia práctica han evidenciado que el Cannabidiol o CBD- uno de los principales componentes de la planta del cannabis- tiene propiedades anticonvulsivas que ayudan a reducir los ataques epilépticos en frecuencia y duración de manera considerable.
«Está demostrado que el CBD tiene interacciones sobre diferentes receptores en el sistema nervioso central, con efectos benéficos no sólo en la epilepsia, sino también en otros trastornos como la ansiedad».
Paula Martínez, experta de la Clínica Zerenia.
Las cifras apuntan a que, en más del 65 % de pacientes pediátricos diagnosticados con epilepsia refractaria y tratados con CBD, se han reducido considerablemente los episodios convulsivos, en especial, pacientes con diagnóstico de Síndrome de Lennox Gastaut y Dravet. Adicionalmente, el tratamiento con cannabinoides ha mostrado también mejora en la función cognitiva y psicomotriz de los pacientes, así como al control de la ansiedad asociada a la enfermedad, explica Martínez.