Sin duda, el uso del tapabocas es determinante en la prevención de la propagación y contagio de COVID-19. En la medida que la evidencia científica ha demostrado cómo se comporta el virus en espacios abiertos y cerrados y cuáles deben ser las formas de evitar más contagios, la Organización Mundial de la Salud ha actualizado las recomendaciones. Las más recientes tienen que ver con el uso de tapabocas de tela.
El miércoles 10 de marzo el máximo ente sanitario explicó que las mascarillas de tela pueden usarse, pero con algunas condiciones de confección. La recomendación está orientada en diseños de tres capas de tela; la interna- que tiene contacto con la boca- debe ser de algodón absorbente. La del medio de polipropileno y la externa- que es la que recibe los fluidos de otras personas- también puede ser de polipropileno o de algún poliéster resistente a la humedad.
En la nueva guía, los expertos desaconsejan el uso de aquellas coberturas faciales que tienen válvulas.
«El peligro es que si lleva una mascarilla con válvula y estás infectado, puedes estar expulsando aerosoles infectados. En otras palabras, anula el propósito de llevar una mascarilla. No es peligroso para ti, pero simplemente anula el propósito”.
Michael Ryan, director de emergencias de la OMS.
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Hay detalles relacionados con el uso de tapabocas que la OMS subrayó. La adaptación a la cara es una de ellas. Explica el organismo que el tapabocas debe cubrir, además de la nariz y la boca, la barbilla sin dejar aberturas ni espacios a los lados. Deben ser cómodos y permitir la respiración de quien las utilice.
Si bien al principio de la pandemia la OMS apoyaba la utilización de mascarillas artesanales, ahora recomienda examinar el empaque para comprobar si ha sido probado en laboratorios, de manera que se garantice, al menos, un 70 % de filtración de pequeñas gotas.
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La organización Mundial de la Salud contraindica el uso de dos tapabocas al mismo tiempo, pues hay muchas posibilidades de que se perturbe la respiración de la persona. Este tipo de tapabocas deben ser guardados en bolsas de plástico o envoltorios seguros antes o después de su uso. Se deben lavar con jabón y detergente, preferiblemente a 60 grados. Verificar la cantidad de lavadas que es capaz de aguantar es otra de las recomendaciones que no se deben pasar por alto.
La OMS recordó que el uso de mascarillas hace parte de un paquete integral de medidas de prevención y control para limitar la propagación del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, pero solo una mascarilla, incluso cuando se usa correctamente, es insuficiente para proporcionar una protección adecuada o un control de la fuente.
Otras medidas de prevención y control de infecciones incluyen la higiene de manos, la distancia física de, al menos, dos metro, evitar tocarse la cara, cubrirse al toser o estornudar, la ventilación adecuada en ambientes interiores y la realización de pruebas, rastreo de contactos, cuarentena y aislamiento. Juntas, estas medidas son fundamentales para prevenir la transmisión de persona a persona de la enfermedad.
La OMS recomienda utilizar mascarillas dentro del hogar cuando hay alguna persona que no es miembro del núcleo familiar y cuando, además, la ventilación es deficiente. Es necesario también abrir las ventanas y puertas para una ventilación natural, independientemente de si se puede mantener la distancia física recomendada.