La organización es determinante en el éxito de la vacunación contra la COVID-19. Israel es el país que lleva el ejemplo en este sentido. Su programa de vacunación es reconocido como el más eficiente del mundo, con una tasa de inoculación incomparable aún en los países más desarrollados.
Muchos factores han contribuido al éxito de esta campaña de inoculación: es un país relativamente pequeño -tanto en territorio como población-, tiene un sistema de salud nacional digitalizado y cuenta con la ayuda de su extenso ejército para distribuir y administrar la vacuna. Israel también se ha beneficiado de un pacto con Pfizer para recibir masivas cantidades de su vacuna a cambio de compartir información sobre los efectos y reacciones. Hasta el 10 de febrero más del 80 % de la población mayor de 60 años ya se había vacunado, algo que no se ha hecho aún en ningún otro país del mundo.
Todo se ha hecho de una manera organizada y segura. La digitalización ha sido clave para la organización. El avance en la inoculación pone al país asiático como ejemplo en este proceso del que el mundo entero aprende.
No ha sido igual en Estados Unidos; la potencia norteamericana a pesar de contar con la infraestructura, el recurso humano y el capital para llevar a cabo un proceso de vacunación impecable se ha desorientado en vaivenes de otra índole que han desvirtuado la estructura de su plan de vacunación, cuya principal condición para garantizar el éxito- sobre todo en un país tan extenso- es la centralización.
La desorganización en Estados Unidos ha sido tal que de inmediato los mercados negros comenzaron a aparecer. El llamado ‘turismo de vacunas’ comenzó a hacer lo suyo y en un intento por salvarse de la nueva enfermedad, no residentes han logrado inocularse en algunos estados. Ahora, tras las primeras algarabías gestadas por la desorganización y el oportunismo en el proceso, estados como Florida, California, Nueva York y Texas han comenzado a tomar medidas para evitar que viajeros, ya sea de otros partes del país o extranjeros, consigan las limitadas dosis de la vacuna.
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El Departamento de Salud de Florida informó a BBC Mundo que hasta el 27 de enero, poco más de 52.000 personas vacunadas fueron registradas como gente que vive fuera del estado. Esto sin contar que los inoculados hasta ahora tienen asegurada su segunda dosis en el tiempo que les corresponde.
Reino Unido es otro país ejemplo en este proceso inédito en la historia sanitaria reciente. El país fue el primero que comenzó su proceso de inmunización en el mundo, en diciembre de 2020. Las personas mayores de 80 años y el personal sanitario es la prioridad en esta primera etapa de inoculación, que se espera culmine este mes para seguir con el resto de la población.
Los expertos aseguran que el éxito del plan de vacunación británico ha sido la planeación y compra de vacunas cuando aún se estaban desarrollando; movilización de una logística y personal sin precedentes y un sistema de salud eficiente. Reino Unido también cuenta con un sistema digitalizado de salud. Cada ciudadano está registrado con un centro médico; esa es la base de la organización. La experiencia en vacunación que tiene el país en inmunización, sobre todo con la Influenza, también lo ha ayudado a coordinar la logística para este nuevo proceso.
Plan Nacional de Vacunación colombiano
Colombia siempre lo ha dicho: no queremos ser los primeros en vacunar; preferimos hacerlo de manera segura. El Gobierno nacional se ha encargado de aprender de países que llevan un paso adelante en esta experiencia que da el SARS-CoV-2. Lo hizo en su momento cuando la COVID-19 colapsaba los sistemas de salud de España e Italia. Ahora lo hace, con una observación minuciosa y discreta, de los errores y aciertos de aquellos países que ya están vacunando.
El Plan Nacional de Vacunación cuenta con una estructura basada en la evidencia científica. Cumple además con las bases jurídicas que rigen al país en temas de salud. El Ministerio de Salud y Protección Social ha dado directrices claras para que todo el sistema converja en este nuevo reto que se espera comience el próximo 20 de febrero. Entre acuerdos de confidencialidad y compras a farmacéuticas el ministro de Salud, Fernando Ruíz Gómez, ha asegurado que la meta es inmunizar, para finales de este 2021, a 35 millones de colombianos.
En este momento del proceso, días antes de que comience la vacunación en el país, las EPS se encuentran actualizando sus bases de datos para priorizar a sus usuarios y ubicarlos en la etapa de vacunación que les corresponde. Cada persona recibirá una llamada telefónica a través de la cual le será asignado el día, hora y lugar para vacunarse.
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En paralelo, la cartera de salud habilitó el aplicativo https://mivacuna.sispro.gov.co/MiVacuna/, una herramienta digital desde la cual los habitantes del territorio nacional podrán informarse sobre el día, la fecha, el lugar y la hora de vacunación, considerando que sólo aparecerán quienes formen parte de la etapa de vacunación en desarrollo. Además, podrán informarse sobre todo el proceso y postularse para ser vacunados en el caso de que no estén en la población priorizada.
Es un plan de vacunación organizado y elogiado internacionalmente. Cuenta con una estructura y objetivos claros. También con una estrategia de ejecución. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su confianza en que el Plan Nacional de Vacunación servirá para salvar vidas. «La crisis generada por la COVID-19 ha sido una oportunidad para promover sociedades más justas y sistemas de protección más fuertes».