Definir una fuente de recursos sostenible, diversificar poblaciones objetivo, así como actualizar e incorporar tecnologías de inmunización, son algunas de las recomendaciones que expertos entregan a Colombia; al tiempo que indican que la modernización del PAI y su financiación son los principales retos que tiene el país, ya que los recursos provienen del presupuesto general de la nación y, por esta razón, pueden verse afectados ya que este ha venido variando y en ocasiones disminuyendo, con el agravante que hoy representa solo el 0,6% de la inversión total en salud.
Especialistas del sector salud, entre infectólogos pediatras, representantes del Ministerio de Salud, la Sociedad Colombiana De Pediatría, la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), expertos internacionales, expertos en financiamiento en salud y representantes del legislativo analizaron el actual plan de inmunización del país e identificaron, dentro de las principales oportunidades de fortalecimiento y mejora, la necesidad de aumentar la inversión en vacunación con la definición de una fuente de recursos sostenible, la diversificación de poblaciones objeto y la constante actualización e incorporación de tecnologías de inmunización.
Si bien es cierto que el mundo está a la espera de una vacuna que ponga fin a la pandemia, hoy existen enfermedades que son inmunoprevenibles y para las cuales ya hay vacunas. Colombia cuenta con un Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), que permite acceder de manera gratuita a vacunas contra la poliomielitis, el sarampión, la meningitis, la influenza y la difteria, entre otras, convirtiéndolo en un esquema de vacunación robusto para la primera infancia, pero con una necesidad visible de garantizar su financiación, ampliar la cobertura de otros grupos poblacionales y en la incorporación de más y mejores tecnologías de manera permanente. Allí, puntualmente se centra la preocupación de los expertos.
La vacunación es la inversión con el más evidente retorno
Para el Dr. Eduardo Alvarado, ex viceministro de Protección social de Colombia, el país tiene un excelente Plan de Beneficios en Salud (PBS), pero enfatizó que la vacunación tiene bastantes retos que abordar, sobre todo porque su financiación principalmente viene del presupuesto general de la nación y por diferentes crisis económicas sus recursos han disminuido, con el agravante que hoy representa solo el 0,6% de la inversión total en salud.
“La ley estatutaria de salud señala que las tecnologías de salud deben hacer parte del PBS, salvo que estén excluidas por un procedimiento establecido para ello. Ninguna vacuna ha sido expresamente excluida, pero algunas se excluyen de facto al no estar disponibles en el PAI, pero quien aporta los recursos es el Ministerio de Hacienda” enfatizó.
En esta línea, Jaime Cardona, especialista en salud y protección social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), agregó que el PAI es destacable por sus coberturas, pero también señaló que dentro de sus principales debilidades está la dependencia que tiene con el presupuesto de inversión del Ministerio de Salud.
“El PAI corresponde al 70% de los recursos de inversión, sin embargo, todos los años este rubro está sujeto a choques presupuestales. Si hay cambios en el TRM, inmediatamente el Ministerio de Hacienda debe hacer recortes transversales siendo éste una de las primeras alternativas de recorte.”
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De acuerdo con Cardona, al PAI le hace falta una fuente que no esté sujeta a una fluctuación del presupuesto y, a modo de ejemplo, cita el rubro de las pensiones, que no se discute, no tiene cambios y garantiza un pago seguro. “Debe buscarse un gasto similar al tema pensional, como lo es la UPC, un gasto estable, que tiene crecimiento y está desligado del presupuesto de inversión o discusión presupuestal. La UPC analiza el crecimiento en gasto en la salud, hace proyecciones actoriales y se proyecta el gasto de años siguientes. Es allí donde deberían tener un componente importante en la inclusión de nuevas tecnologías, vacunas necesarias y coberturas a poblaciones diferentes a las ya abordadas.” Resaltó.
Es necesario reforzar el compromiso con la inmunización
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó el impacto económico que dejaría la vacunación contra 10 enfermedades en 73 países con ingresos bajos y medios. El estudio arrojó que con las vacunas suministradas entre 2001 y 2020 en estos territorios se evitarán más de 20 millones de muertes y se ahorrarán 350.000 millones de dólares en costos de enfermedades.
Cifras que soportan el llamado que han hecho en los últimos meses, tanto la OMS como la UNICEF, la Alianza Mundial sobre Vacunas e Inmunización y SLIPE para no abandonar los esquemas de vacunación, pues al menos 25 países están aplazando sus campañas de inmunización, lo que podría afectar alrededor de 117 millones de niños y exponerlos a brotes de enfermedades como el sarampión.
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En Colombia, aun con el esfuerzo del Ministerio de Salud por impulsar campañas de vacunación, se estima que las coberturas para diciembre de 2020 estarían un 30% por debajo de la meta esperada, aumentando la susceptibilidad a enfermedades como sarampión, influenza, neumococo y demás, con la posibilidad de cambiar una crisis de salud por otra.
Para evitarlo, Marcela Fama, presidenta de la Sociedad Colombiana de Pediatría, manifiesta que “el modelo de vacunación debería estar orientado a generar un trabajo articulado entre los actores para implementar acciones de prevención que garanticen el impacto de salud pública, manteniendo las coberturas de vacunación. Así mismo, debemos mantener una evaluación periódica de nuevas tecnologías, la aplicación de nuevos biológicos y nuevos grupos de población que se beneficien del impacto de la vacunación».
Actualmente, Colombia cuenta en el PAI con 21 vacunas para 26 enfermedades y el Ministerio de Salud trabaja en un plan de intensificación en lo que queda de 2020 para recuperar las coberturas perdidas a causa de la pandemia.
El objetivo es que al país no regresen enfermedades como sarampión o polio que se consideran erradicadas o que se presente un mayor número de casos de influenza que puedan generar mayores dificultades de salud pública en el país.
Sumando esfuerzos con el legislativo, en el Congreso de la República se debate el Proyecto de Ley 197 para la modernización del PAI, su ponente la representante a la Cámara, Norma Hurtado, señala: “existen dificultades para que las vacunas lleguen a territorios alejados, por eso surge el proyecto de ley en donde el Congreso tiene la responsabilidad de actualizar, modernizar y buscar las fuentes de financiación para lograr que Colombia tenga un programa de inmunización mucho más fuerte”.
Entre otros retos surge la educación de los profesionales de la salud sobre la importancia de vacunación, así como un esquema de vacunación que se encargue de cuidarlos, además de la innovación en tecnologías, las tasas de cobertura y fuentes de financiación protegidas por la ley, estas recomendaciones son de gran importancia para salvaguardar la salud pública del país.