La diabetes y la obesidad siguen siendo dos de los problemas de salud que más preocupan al sistema sanitario colombiano. Y es que, aunque las políticas de Estado se han orientado en el fortalecimiento de la educación, prevención y atención de este tipo de patologías, los números siguen siento preocupantes y desalentadores, sobre todo en una población joven y activa, que ve perdidos 5.3 años de vida saludable por enfermedades de este tipo.
La pandemia del Covid-19 no ha permitido actualizar las cifras de la situación nutricional actual del país. La última encuesta nacional se hizo hace cinco años y reveló que el 80% de años de vida que se pierden en el país se deben a enfermedades crónicas: entre el 30 y 40% por diabetes y el 60% por obesidad. Una situación más actual, de cara a uno de los desafíos más grandes impuestos por la historia reciente, la dan las cifras relacionadas con el Covid-19, y es que, sólo en Colombia, al 22 de septiembre, un 23% (4.599 personas) de las personas fallecidas en el país padecían diabetes.
Tal como lo explicó el líder del Ministerio de Salud y Protección Social, Fernando Ruíz Gómez, en el país entre el 7% y el 9% de la población adulta tiene diabetes mellitus tipo 2. Entre el 30% y el 40% desconoce que la padece y existe un número casi igual de personas pre-diabéticas, con sobrepeso y obesidad, siendo el sobrepeso una enfermedad que abarca más del 50% de la población adulta nacional.
“La diabetes es una enfermedad silente. Quienes la padecen no lo saben en principio, por eso el tamizaje es tan importante para la detección temprana, que permita darle un control adecuado a la enfermedad y evitar complicaciones”.
Fernando Ruíz Gómez, ministro de Salud.
Según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – OCDE (2019), el sobrepeso es responsable, en promedio, del 70% de todos los costos del tratamiento para la diabetes. Según el ministro, menos del 5% de las personas con enfermedades precursoras en Colombia son tamizadas y aunque el país ha tenido avances en la disminución de prevalencia de consumo de tabaco en jóvenes y adultos, aún se tiene un déficit en el consumo de frutas y verduras en todos los grupos de edad.
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«El costo de un paciente con diabetes en Colombia equivale a tres o cuatro veces la unidad de pago per cápita, es decir, que el costo del paciente diabético es igual al costo de atención en salud de cuatro personas a lo largo de un año, de ahí parte la importancia de las rutas de atención para la promoción y el mantenimiento de la salud y la insistencia en mejorar los canales de prevención que existen”.
La diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de mortalidad prematura, las complicaciones crónicas macro y microvasculares, enfermedades cardiovasculares, retinopatía, nefropatía, neuropatías y las secuelas derivadas de amputaciones, diálisis, pérdida de la visión, entre otras. Además, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de presentar tuberculosis y son más vulnerables a presentar cuadros severos de Covid-19, con mayor probabilidad de muerte.