«Si la incidencia sigue incrementándose, habrá que tomar medidas drásticas», fueron las palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, a finales de agosto, cuando en el penúltimo fin de semana del mes solo Madrid contara casi 6.000 casos positivos para Covid-19. Durante marzo y abril, España fue uno de los países europeos más golpeados por la enfermedad. Contagios y muertes a granel obligaron al sistema de salud a definir criterios de atención, ante el colapso de toda la infraestructura con la que contaban.
Casi 100 días estuvo el país completamente confinado, en un intento por detener la propagación de la enfermedad y darles un respiro a los hospitales, abarrotados ya de casos positivos. Tras momentos críticos, de duelo e incertidumbre, mayo empezó a mostrar destellos de esperanza en una nación hundida en pérdidas humanas, como consecuencia de un mismo mal. De inmediato, las autoridades del país comenzaron a hacer reaperturas paulatinas. Los españoles- de a poco- recuperaron su libertad, bajo la denominada “nueva normalidad”, pero la confianza, o tal vez, ese relacionamiento social que busca impedir el Covid-19, han sido las causas de que España esté frente a un nuevo aumento de casos.
Rebrote, le llaman los expertos. Pero, ahora las características de los afectados han cambiado. Según una investigación hecha por la agencia de noticias BBC, en la semana 32 (agosto de 2020) las mayores incidencias acumuladas en España (IA) las presentaban los grupos menores de 60 años, siendo el grupo con mayor IA el de 15 a 29 años. En ese momento la proporción de casos en mayores de 60 años era del 14,8%, mientras que el 30 de marzo de 2020 el 67,2% de los casos identificados en España tenía más de 60 años. La proyección que dan los números en este momento hace pensar que esta vez la afectación podría ser menor, dadas las condiciones de salud de las personas jóvenes, quienes, en teoría, tienen mejor capacidad para soportar el virus que los adultos mayores.
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Italia, más que España incluso, fue otro país europeo arrastrado por el Covid-19. Hasta 900 muertes llegó a contar la nación en solo un día. El pasado miércoles 8 de julio, el hospital Giovanni XXIII de Bérgamo, epicentro en su momento de muertes por SARS-CoV-2, llegó a tener cero pacientes con Coronavirus. La primera vez en los últimos 137 días.
El país italiano, a diferencia de España, le dio un manejo diferente a la reapertura. Las discotecas, por ejemplo, siguen cerradas. Según Infobae, el resultado es que las cifras de nuevos contagios en Italia reflejan un mayor control de la epidemia que las de España: en Italia al 30 de agosto- solo había 79 pacientes enfermos de Covid-19 en UCI y en España 751. En Italia, para finales de agosto, habían 1.168 hospitalizados y en España casi 6.224.
Por su parte, Reino Unido aún maneja un escenario cercano incierto. Un informe del Gobierno británico sugiere que en el «peor de los casos» en el Reino Unido podría registrar picos desde julio hasta el próximo marzo. Si bien se podrían tener que introducir nuevas medidas de restricción para de contener la propagación del nuevo Coronavirus, los colegios se mantendrían, probablemente, abiertos.
Al respecto, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, le explicó al diario The Times que las medidas de restricción podrían no ser levantadas hasta pasadas las próximas navidades, para evitar un repunte en los casos.
«Una segunda ola es claramente visible en otras partes del mundo y supone una amenaza muy grave. En el Reino Unido nos las estamos arreglando para mantener estable el número de nuevos casos mediante la combinación de test y confinamientos locales».
El rebrote colombiano
Colombia ha sabido usar las experiencias de otros países, especialmente los europeos más afectados, para establecer medidas de contención y evitar repetir errores en el manejo de la enfermedad. El viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso, le explicó a Gestarsalud que el rebrote en el país va a depender de cuál es la inmunidad real de cada población.
“Las tasas de contagio han sido distintas. Ciudades como Leticia, Barranquilla, Cartagena, Apartadó, Tumaco, Maicao y Ciénaga han mostrado números importantes de contagios y en este sentido hacen una disminución de casos y luego mantienen una línea muy baja, no con picos, sino con números de casos controlados. En la medida que alcancen mayores niveles de contagio se presentan menos rebrotes”.
Viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso.
Considera que los rebrotes pueden obedecer a un tema estacional o corresponder al grado de inmunidad que haya. No hay precisión al respecto, pues las cifras de inmunidad- dada la cantidad de personas asintomáticas que no se identifican- es incierta. “Hay diferentes estudios al respecto, algunos hablan de tres a cuatro millones de personas reales infectadas. Otros, incluyéndome, pensamos que pueden ser más de 15 millones de infectados. Pero estas son más percepciones dadas por análisis matemáticos y de casos que por una evidencia científica real. El tiempo será lo único que lo dirá”.
Para él, el número de pruebas diagnósticas seguirá siendo una herramienta indispensable en el manejo de un rebrote. La idea sigue siendo intervenir los tres grupos prioritarios del país: pacientes sintomáticos (son los que tienen mayor carga viral y expulsan mayor cantidad de virus), personas hipercontagiantes (quienes por su naturaleza laboral tienen mucho contacto con otras personas, mayor nivel de exposición, de contagiarse y de contagiar) y personas sensibles o con comorbilidades importantes.
La cartera de salud se encuentra ajustando las estrategias que se utilizarán en un futuro cercano, cuando Colombia comience a ser blanco de un segundo brote de Covid-19.