Las pruebas diagnósticas de Covid-19 en el país ha sido un tema extenso y polémico, en el que la ecuación ha resultado ser sencilla, si se toma en cuenta la oferta y la demanda que existe en este sentido en el país. En Gestarsalud entrevistamos al viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso, quien detalló cómo se está manejando la aplicación de pruebas actualmente en Colombia.
El Covid-19 es una enfermedad enigma, siendo una infección respiratoria- perteneciente a la familia de los Coronavirus- sus hallazgos dependen más del tiempo de respuesta de la evolución de la misma enfermedad, que de los miles de esfuerzos científicos que hay en el mundo para terminar de conocerla. En este sentido, a partir de los descubrimientos que hay hasta el momento y de la lógica que cada país aplica, fronteras adentro, Colombia se ha encargado de diseñar las estrategias que más ayuden al Estado y a sus colaboradores para contar la mayor cantidad de casos positivos posible, y, a partir de ahí, actuar.
Las estrategias y los parámetros para la toma de pruebas diagnósticas en Colombia han cambiado. La idea, según Moscoso, es optimizar los recursos humanos, estructurales y materiales que existen. En este sentido, ya en el país no se está aplicando pruebas a los grupos familiares completos, sino a la persona sospechosa, a partir de cuyo resultado se determina el aislamiento de todos los integrantes del núcleo familiar. “De este modo hacemos menos pruebas, pero tomamos mejores decisiones de aislamiento y optimizamos los recursos”.
Explicó que, aunque Colombia podría llegar a aplicar 50.000 pruebas diagnósticas diarias, la intención en este sentido es promover una búsqueda efectiva de casos positivos, no de negativos, trabajando de la mano con aseguradoras y entes territoriales. Anunció que para los próximos meses se espera una disminución en la aplicación de pruebas, que tiene que ver con la reducción de casos sospechosos en el país.
¿Qué hay de los falsos positivos?
No hay falsos positivos, sentenció el viceministro Moscoso. En las dos pruebas que autoriza el ministerio de Salud y Protección Social como diagnósticas (PCR y antígeno) lo que se identifica es el virus o una fracción del virus, en este sentido, no puede existir un resultado positivo falso, a menos que en el equipo haya alguna contaminación. Sí existen falsos positivos en las pruebas de anticuerpo, razón por la cual estas no están autorizadas para dar un diagnóstico definitivo, sino para tamizaje poblacional y otros tipos de estudios.
“Los falsos negativos sí pueden presentarse en personas con una carga viral muy baja (asintomáticos). ¿Cómo se manejan los falsos negativos?: usamos la prueba de antígeno en la población de riesgo (pacientes hospitalizados, en urgencias, personas que han muerto, pacientes ambulatorios de riesgo) y en ciudades o regiones donde no se cuenta con la infraestructura de laboratorios. Cuando se trata de un paciente hospitalizado o de algún caso severo, donde el antígeno salga negativo, se le toma PCR, y con eso se minimizan los falsos negativos o por lo menos el impacto en los casos moderados”.
Moscoso confiesa ser consciente de que hay y habrá una gran cantidad de personas asintomáticos y leves que no serán detectadas, porque no habrá parámetros que le hagan pensar a él o al sistema en una posible infección. Es en este punto donde las autoridades se detienen a recordar que el lavado de manos, distanciamiento social, uso del tapabocas y evitar aglomeraciones siguen siendo las únicas medidas efectivas para evitar el contagio, a través de una persona que desconoce su real estado de salud. “Estas medidas tienen como objetivo disminuir la infección, previendo y sabiendo que esos casos ocurren y que la infección está circulando libremente”.