La ciencia paisa no descansa en su afán de mitigar, por todos los frentes, los embates ocasionados por el Covid-19 en la salud pública del país. Han sido los líderes de varios proyectos para crear ventiladores respiratorios que, con menos valor comercial, amplían la capacidad de Unidad de Cuidados Intensivos en el país. También han sido los creadores de un robot enfermero, que minimiza los riesgos del personal médico en la atención de pacientes Covid positivos estables. Ahora han anunciado un plan piloto, en el que usan perros entrenados para identificar a personas contagiadas con la nueva enfermedad y aquí le contamos cómo lo están haciendo.
Quienes encabezan este experimento son los investigadores de la Universidad de Antioquia- liderados por el profesor Ómar Vesga, director del Grupo Investigador de Problemas en Enfermedades Infecciosas (GRIPE) de la Facultad de Medicina, el Hospital San Vicente Fundación, la empresa Colina K-9 de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín y la Universidad de Wisconsin-Madison, de Estados Unidos.
Ya llevan siete semanas de entrenamiento: los perros fueron expuestos a 92 experimentos y evaluaron un total de nueve mil 200 muestras de saliva. En esta etapa fueron capaces de diferenciar las negativas de los positivas.
Tal como explicó la misma universidad, la prueba piloto se hizo en una pista acondicionada, donde seis caninos- acompañados de sus entrenadores- olfatearon las muestras de saliva de los pacientes, que fueron puestas en recipientes herméticos idénticos. En ese momento aprendieron a detectar el olor de la saliva que contenía el virus SARS-CoV-2.
El científico y líder de la investigación detalló que los caninos lograron, solos y en grupo, “tener una alta sensibilidad, especificidad, valores predictivos, precisión y razón de probabilidad, con intervalos de confianza muy estrechos”.
Según Vesga, la métrica más alta fue la del valor predictivo negativo, lo que indica que -con una prevalencia de enfermedad del 7,6%, el 99,9% de las muestras señaladas como negativas por los perros no portaban el virus. La casa de estudios antioqueña anunció que esta semana inician las pruebas con personas curadas y asintomáticas, aplicando las medidas de bioseguridad que el caso amerita.
Otros adelantos científicos con caninos
En un estudio piloto en la Universidad de Helsinki, en Finlandia, a perros entrenados como asistentes de diagnóstico médico se les enseñó a reconocer con el olfato el Covid-19. Después de unas pocas semanas, los primeros perros pudieron diferenciar con precisión las muestras de orina de pacientes Covid positivos, de las muestras de orina de personas sanas.
«Tenemos una sólida experiencia en el entrenamiento de perros detectores de olores relacionados con enfermedades. Fue fantástico ver cuán rápido los perros localizaron el nuevo olor. La identificación por parte de los perros es casi tan confiable como una prueba de PCR estándar», dijo la directora del grupo DogRisk, Anna Hielm-Björkman.
Los científicos finlandeses están preparando un estudio aleatorio en el que los perros olerán una mayor cantidad de muestras de pacientes. En ese momento, y en caso de resultados positivos, las pruebas olfativas se utilizarán en la práctica clínica.
En Gran Bretaña, Fracia y Alemania también se encuentran en la fase exploratoria con perros, a fin de poder localizar de manera más rápida a pacientes con el nuevo coronavirus.
Luca Barrett, científico del Centro Alemán de Asistencia Canina (TARSQ) informó a un medio local que los perros son capaces de detectar enfermedades como el Cáncer de varios tipos, la malaria y Parkinson, cada una con una capacidad de acierto alta pero diferente en sus avances.
La capacidad de los perros para oler es un millón de veces mejor que la de los humanos. Los humanos tienen alrededor de cinco millones de células olfativas, en comparación con los 125 millones de los perros «salchicha» y 220 millones de perros pastor alemán, por ejemplo.
Los perros también inhalan hasta 300 veces por minuto en respiraciones cortas, lo que significa que sus células olfativas reciben constantemente nuevas partículas de olor. Además, las narices de los perros diferencian entre derecha e izquierda. Este sentido del olfato espacial permite a los animales seguir un rastro más fácilmente, informó Barrett.