Con La intención de poner en práctica recomendaciones políticas, estrategias más eficaces y sostenibles, la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aportaron datos determinantes que relacionan los malos hábitos alimenticios con las Enfermedades No Transmisibles – incluidas la obesidad, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer.
A consideración de estos dos organismos, la nutrición está pasando al primer plano como un determinante importante de enfermedades crónicas que puede ser modificado, y no cesa de crecer la evidencia científica en apoyo del criterio de que el tipo de dieta tiene una gran influencia, tanto positiva como negativa, en la salud a lo largo de la vida. Lo que es más importante, los ajustes alimentarios no sólo influyen en la salud del momento, sino que pueden determinar que un individuo padezca o no enfermedades en etapas posteriores de la vida.
En Colombia, han sido muchas las discusiones que se han tornado al respecto. La Red de Padres y Madres (RedPaPaz) desde el año 2003 se ha encargado de abogar por los derechos y la protección de los niños, niñas y adolescentes colombianos. En este sentido, se han dedicado a deslegitimar el manejo que la industria de la alimentación hace de la comida chatarra al tiempo que exigen una Ley de Comida Chatarra en el país.
Los elevados índices de obesidad han sido determinantes en los llamados que ésta y otras organizaciones sin fines de lucro les hacen a las autoridades nacionales. En el año 2015 se realizó la última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN), en ese momento más de la mitad de los colombianos tenían sobrepeso u obesidad (56.4%).
En Colombia no hay cifras de niñas y niños con obesidad para antes de 2005, pero según la ENSIN el exceso de peso en menores de 5 años pasó de 4,9% en 2005 al 6,3 % en 2015.
Pero un gran paso se ha dado en el país en este sentido, el pasado mes de febrero el Ministerio de Salud y Protección Social presentó las directrices del etiquetado nutricional de los alimentos envasados en el país, cuyo consenso llegó tras 18 meses de discusión entre la industria alimentaria y la sociedad civil.
Durante la presentación del proyecto, el máximo mandatario nacional, Iván Duque, aseguró que Colombia ha dado un paso de impacto fundamental en materia de equidad. “Cuando derrotamos la desnutrición o los malos hábitos alimenticios, o cuando ilustramos al consumidor y a la sociedad sobre cuáles deben ser las ventajas de información para que tomen la mejor decisión, el país mejora en materia de equidad”.
El ministro de Salud encargado, Iván Darío González, resalta que este modelo de etiquetado, además de sellos, presenta otros avances como pasar de información nutricional voluntaria a obligatoria, aumentar el tamaño de la tabla nutricional para que sea más visible y mejorar las declaraciones nutricionales a partir de una reglamentación.
Asegura que “este modelo es el mejor resultado posible luego de más de 14 meses de trabajo del Ministerio para revisar la evidencia disponible en el tema del etiquetado y las experiencias de varios países. En este periodo la sociedad civil y la industria estuvieron al tanto del proceso y tuvimos en cuenta los aportes que hicieron” .
El nuevo etiquetado, cuya obligatoriedad está prevista para 2022, debe aparecer en todos los productos ultraprocesados en paquetes, botellas y envases que se vendan en Colombia y tengan altos contenidos de azúcar añadido, grasas saturadas y sodio.