El modelo de enseñanza de las facultades de medicina del país, va en contravía de las necesidades que el sistema de salud nacional tiene. En entrevista con el presidente de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), Gustavo Quintero, detalló que los retos en el cambio de los servicios de salud en Colombia parten de las aulas donde se forman los médicos.
Colombia requiere con urgencia médicos generales con capacidad resolutiva y con capacidad de desarrollar programas de prevención y promoción, afirmó el presidente de Ascofame, quien a su criterio, indica que los médicos generales deben tener la capacidad de resolver el 80% de las situaciones que se presentan en una consulta, sin acudir a los especialistas.
El reto con los médicos generales es enorme, asegura. “El país tiene cerca de 110 mil médicos, de los cuales 27 mil son especialistas y 73 mil son médicos generales. De estos, al menos 60 mil trabajan pero no están capacitados en atención primaria».
Es necesario ver cómo producimos una capacitación rápida de ellos- bien sea a través del MIAS o del MAITE – en atención primaria renovada. «La intención es que esa fuerza laboral activa que el país tiene en medicina general, pueda impulsar el modelo de salud que realmente se requiere”, refiere Quintero.
Todo inicia en las aulas de clase
Considera también que la brecha parte de las aulas y es un problema que se refleja en la prestación del servicio. El error de las escuelas de medicina está en formar médicos con aspiraciones de ser especialistas y no profesionales en medicina general, con capacidad de ofrecer una atención primaria de calidad, efectiva y resolutiva. “Los médicos generales hoy en día no saben poner una sonda ni una venoclisis. Todo lo resuelven remitiendo al paciente con el especialista. No están preparados para muchas cosas”.
El Dr. Quintero considera que el modelo de salud nacional no cambiará con los médicos que actualmente hacen parte de él. El cambio hacia el modelo que el país necesita, podría lograrse con la preparación de los médicos actuales y futuros, la cual debe estar orientada hacia la promoción y prevención. Todo ello parte del logro de una reforma curricular orientada en el mismo sentido.
“De esta manera el sistema de seguridad social tendrá la capacidad de ahorrar costos y de evitarle a los pacientes el peregrinaje de acudir a los especialistas”.
Otro de los retos planteados por el presidente de Ascofame es la preparación de más médicos familiares. Explica que el país requerirá cerca de cinco mil médicos familiares en los próximos años, lo cual se puede lograr con mayores incentivos para los profesionales y la apertura de más programas. Para él, el internado y la rural deben ser compatibles y fungir como años contables en la formación de un futuro médico familiar, de manera que con un año más de estudios puedan obtener su título.