El 18 de marzo el gobierno colombiano decretó Emergencia Nacional ante la llegada y expansión del Coronavirus en el país. El artículo 215 de la Constitución contempla declarar el Estado de Emergencia cuando hayan hechos que “perturben o amenacen en forma grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país, o que constituyan grave calamidad pública”.
De manera sistémica y adhiriéndose a las medidas de contención aplicadas por el Ministerio de Salud y Protección Social, las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) decidieron dilatar sus procesos con la intención de evitar la aglomeración de personas y así ayudar a minimizar la propagación de la enfermedad.
En este sentido, las EPS han decidido suspender cirugías programadas, citas médicas y visitas de adultos mayores a farmacias. Las incomodidades de estas medidas se extienden a todos los usuarios, sin embargo, el llamado es para que la ciudadanía entienda que el contagio del Covid-19 acarrearía el colapso de del sistema y por ende la masificación de víctimas.
Dentro de las medidas tomadas por algunas EPS, de la mano con sus IPS, destacan:
– Reagendar para después del 30 de abril todas las atenciones ambulatorias programadas que no sean prioritarias.
– Aplazar, según consideración de cada entidad, consultas programas de crecimiento y desarrollo, salud oral, agudeza visual, citologías, mamografías, colocación de implantes subdérmicos para la planificación familiar, citas de medicina general y cirugías electivas.
Las EPS del país le están dando prioridad a las personas con patologías agudas y cónicas. Otro tipo de consultas programadas, que impliquen la atención de personas con enfermedades como hipertensión, diabetes o EPOC podrán ser atendidas por teleconsulta. Cada EPS, según su capacidad de respuesta, crea su estrategia para evitar la asistencia de pacientes a las clínicas. Esta medida ayuda, además, a ampliar la capacidad de respuesta de los servicios médicos frente a esta contingencia de salud pública.
Cada entidad ha habilitado sus espacios de información y atención telefónica, de modo que los usuarios puedan acercarse a los canales digitales para conocer de qué manera reprogramar sus citas o proceder durante la cuarentena. Algunas, incluso, activaron mensajería de texto para informar a cada paciente sobre el cambio en su agenda.