En un periodo de transición del Régimen Subsidiado que avanza a la igualación de operaciones, es necesario hacer reflexiones frente hasta dónde se debe igualar y como aplicar el nuevo MIAS.
El país y el Estado en general deben buscar los equilibrios del Sistema en su conjunto; un gran pacto social entre el ejecutivo, legislativo y judicial, sobre el significado del goce efectivo de la salud y el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud en el Régimen Subsidiado debe:
- Reconocer la deuda histórica con los operadores del Régimen Subsidiado, EPS, ESE, y talento humano que a pesar del desequilibrio han persistido y en gran medida han garantizado el derecho a la salud de las personas más pobres.
- Entender mucho más las diferencias regionales y actuar en consecuencia: la gestión de riesgo en salud, entenderla de manera diferencial e incorporar de manera sistemática los compromisos intersectoriales.
- Lograr una operación unificada, en particular en lo no financiado por la UPC, respetando y logrando los ajustes regionales. Volver a la concepción de territorio y a la integración o aprender a coordinar acciones.
- Es perentorio igualar la inversión en salud entre el Régimen Contributivo y el Subsidiado y además incorporar las prestaciones económicas.
- Revolver la deficiencia e inequidades de la oferta de talento humano y prestadores. El desarrollo de la oferta pública y privada con altos estándar del derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud calidad es un nuevo imperativo, que requiere de política de oferta.
- El abordaje del país rural disperso debe dar respuesta la aplicación del MIAS y los aprendizajes de Guainía.
Escrito por> Miguel Upromny/Líder Salud Gestarsalud