La crítica situación financiera que amenaza al sistema de salud colombiano

El deterioro patrimonial, endeudamiento y la dificultad para cumplir con las reservas técnicas hacen urgente la necesidad de medidas correctivas gubernamentales para evitar una crisis en la atención médica.

Por: Equipo técnico de Gestarsalud

Con el paso del tiempo y la evolución de la tecnología en salud, las EPS se han visto afectadas de manera significativa por el desequilibrio de ingresos frente a gastos y los pasivos acumulados que no han podido resolverse completamente. El desequilibrio ha sido mucho más evidente en los años 2022 y 2023. A su vez, la estrategia de Presupuestos Máximos resolvió el problema administrativo de la incapacidad de la ADRES para realizar la auditoría y gestionar un contrato, pero puso en riesgo el adecuado suministro de ciertas tecnologías para tratar enfermedades complejas y las demoras en los ajustes e insuficiencias de asignación presupuestal han originado un enorme problema de flujo de recursos en las EPS y en los proveedores.

Sin duda, la inflación registrada en 2022 superó todas las estimaciones. Este factor se suma a otros como la volatilidad de la tasa de cambio, el incremento en las frecuencias de uso que se traducen en mayores costos como consecuencia del COVID-19, las deudas no saneadas por parte del Gobierno Nacional y de las entidades territoriales y la asignación de afiliados provenientes de EPS que entraron en liquidación, entre otros. Esta realidad no solo pone en peligro la sostenibilidad financiera de las EPS, sino que también impacta directamente en la calidad de atención y en la confianza de los usuarios en el sistema de salud.

El año 2022 fue en términos financieros uno de los más complejos para las EPS que operan hoy en el país. Las pérdidas del ejercicio en las ocho EPS agremiadas y activas en Gestarsalud pasaron de $ 226 mil millones en el 2021 a más de $ 2 billones, equivalente a un aumento del 813 %, situación sin precedente en el Sistema General de Seguridad Social en Salud (Gráfica 1).

Lamentablemente, el panorama para 2023 no muestra indicios de mejora, pues con corte a junio de 2023 las pérdidas alcanzan la cifra de $ 170 mil millones.

Fuente: Información FT001- Superintendencia Nacional de Salud.

Asimismo, en tres de los últimos cuatro años, las EPS registraron en su agregado resultados negativos, siendo el 2020 la única excepción. Esto se debió, posiblemente, a la reducción en la demanda de servicios de salud como consecuencia de la emergencia sanitaria.

Al realizar un ejercicio comparativo individual por EPS entre 2019 y 2022, se observa que siete EPS pasaron de tener utilidades a tener pérdidas; siete mantuvieron resultados negativos; únicamente dos pasaron de tener pérdidas a reportar utilidades y; ocho mantuvieron utilidades (Tabla 1). Esta situación refleja que las condiciones para las aseguradoras son más complejas en este último tiempo que lo observado en los años previos a la pandemia.

Fuente: Cálculos propios con Información FT001- Superintendencia Nacional de Salud.

En línea con lo mencionado anteriormente, la siniestralidad de las EPS, que es una medida empleada para analizar la relación entre los costos y los gastos, ha superado el 100 %. En 2021, alcanzó el 101 % en promedio; en 2022 se elevó al 106 %, y en el año 2023 se mantiene en un 103 %. En otras palabras, los ingresos recibidos por las EPS no fueron suficientes para cubrir la facturación recibida de las IPS y proveedores de tecnologías en salud por atenciones realizadas a sus afiliados. La situación es aún más complicada, pues, además, las EPS tienen un gasto administrativo del alrededor del 5 %, es decir, que las EPS están gastando entre seis y once puntos porcentuales por encima de los ingresos recibidos por la UPC para garantizar el goce efectivo del derecho a la salud.

Estos resultados han deteriorado la situación patrimonial de las EPS. En 2021, las EPS en su agregado tenían un patrimonio positivo de $ 168 mil millones; ahora, en 2022, las EPS tienen en su agregado un patrimonio negativo de $ 2.2 billones. En lo que va corrido de la presente vigencia (junio), el patrimonio se ha vuelto más negativo, pues pasó a -$2.5 billones, es decir, se observa un deterioro progresivo que, en tan solo seis meses, es de $ 347 mil millones, equivalente al 16% (Gráfica 2).

Nota: Con corte a junio de 2023, no se cuenta información disponible para dos EPS, por lo cual se imputó con la última información disponible.
Fuente: Información FT001- Superintendencia Nacional de Salud.

Como se observa en la gráfica anterior, el total de pasivos ha crecido más que el total de los activos de las EPS. En 2021, los pasivos sumaban $ 20.6 billones, en 2022 alcanzaron los $ 23.5 billones y para junio de 2023 alcanzaron ya los $ 24.3 billones; es decir, entre diciembre de 2021 y junio de 2023, los pasivos han crecido un 18 %. Por otro lado, los activos aumentaron únicamente un 4 %, pasando de $ 20.8 billones en diciembre de 2021 a $ 21.7 billones en junio de 2023.

En todos los años, excepto en 2020, se ha observado un índice de endeudamiento superior al 100 %, alcanzando su punto más alto en junio de 2023 con un resultado del 111,8 %. Esto indica que las EPS carecen de la capacidad financiera para pagar la totalidad de sus pasivos. En línea con esta situación, se registra un margen neto negativo en cuatro de los cinco años de análisis, siendo el peor resultado en 2022 con un 2.93 %. Esto implica que las EPS incurren en una pérdida de $0.0293 por cada peso de ingresos recibidos (Tabla 2).


Fuente: Cálculos propios con Información FT001- Superintendencia Nacional de Salud

Las EPS, en aras de contrarrestar esta situación, han realizado un esfuerzo capitalizando las entidades. Entre 2019 y 2023 (junio). En agregado, han capitalizado $ 928 mil millones de pesos, con un esfuerzo significativo durante 2022, con unas capitalizaciones que alcanzaron los $ 324 mil millones. A pesar de lo anterior, las capitalizaciones han sido en los últimos dos años muy complicadas de materializarse, pues debido a la coyuntura que atraviesa nuestro sistema, en medio de una reforma estructural en la que se cambiará la operación de las EPS y parte de sus funciones, no va a ser posible pensar en dichas capitalizaciones, mucho menos para solventar las pérdidas de los dos últimos años que tienen identificadas unas causas externas a la función de las EPS.

Ahora bien, los resultados de los últimos años se manifiestan también en los resultados de las condiciones financieras y de solvencia de que trata el Decreto 2702 de 2014 y sus modificatorios, incluidos en el Decreto 780 de 2016 – Único Reglamentario del Sector Salud y Protección Social. En la siguiente gráfica se muestra el comportamiento del indicador de patrimonio adecuado para todas las EPS, sin incluir las indígenas:

Nota: A la fecha de elaboración del presente documento, la última publicación de la Superintendencia Nacional de Salud correspondía a marzo de 2023.
Fuente: Publicación de resultados de condiciones financieras y de solvencias – Superintendencia Nacional de Salud.

Como se observa en la gráfica anterior, el indicador presentó una sustancial mejora del indicador de patrimonio adecuado, pasando de -$ 1.3 billones a -$ 242 mil millones, equivalente a una mejorar del resultado del indicador del 82 %. Sin embargo, coincidente con las pérdidas (Gráfica 1) y con la situación patrimonial (Gráfica 2), el resultado del indicador de patrimonio adecuado tuvo una caída en la vigencia 2022 muy significativa, llegando a -$ 2.605 millones, equivalente a un aumento del defecto del indicador de patrimonio adecuado del 977 %. Este resultado, con corte a junio de 2023, ya se encuentra en -$ 4.165 millones, es decir, que en solo seis (6) meses, aumentó el déficit en un 60 %.

Por otro lado, las EPS, en cumplimiento de lo establecido en el Decreto 2702 de 2014, han venido mes a mes y año a año, realizando la constitución de las reservas técnicas, la cual representa, a través cálculos actuariales, obligaciones futuras de estas entidades. En la siguiente gráfica se muestra el comportamiento de la reserva técnica:

 Nota: Con corte a junio de 2023, no se cuenta información disponible para dos (2) EPS, por lo cual se imputó con la última información disponible.
Fuente: Información FT001- Superintendencia Nacional de Salud.

Tal como se aprecia en el gráfico anterior, las reservas técnicas están experimentando un crecimiento significativo. Esta tendencia se debe a diversos factores que inciden en el costo de los servicios de salud, como el aumento en las frecuencias de uso, el incremento de costos posterior a la pandemia de COVID-19, la inflación, la volatilidad en la tasa de cambio, la asignación de afiliados siniestrados como resultado de decisiones administrativas tomadas por la Superintendencia Nacional de Salud, entre otros.

Simultáneamente, el mencionado decreto estableció la obligación de mantener un régimen de inversiones. Como se mencionó previamente, los recursos que las EPS reciben a través de la Unidad de Pago por Capitación y Presupuestos Máximos resultan insuficientes para cubrir la totalidad de los costos operativos generados por la atención de sus afiliados. Esto significa que las EPS tienen problemas para, además de atender sus gastos operativos actuales, mantener disponibles recursos para sus operaciones futuras.

Los recursos que ingresan a las EPS se destinan a la red de proveedores de servicios de salud, gestores farmacéuticos y operadores logísticos. En otras palabras, estas entidades priorizan el flujo de recursos hacia el sistema en lugar de acumularlos en inversiones para respaldar las operaciones futuras de la EPS.

La situación planteada presenta desafíos significativos para nuestro sistema de salud. Incluso algunas Entidades Promotoras de Salud (EPS) que anteriormente gozaban de solidez financiera y mantenían la liquidez necesaria, están experimentando dificultades económicas en la actualidad. Es importante resaltar que los problemas financieros repercuten directamente en la calidad de atención brindada a los pacientes. Por consiguiente, resulta imperativo que el Gobierno Nacional adopte de manera inmediata las medidas correctivas pertinentes para abordar esta crisis financiera y prevenir que se convierta en una crisis de atención médica para los pacientes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *