Gestarsalud presenta un análisis en el que evidencia cómo este grupo de enfermedades, además de ser un problema de salud pública, está ocasionando una presión en las finanzas del sector por un mayor número de pacientes, atenciones y costos.
Por: equipo técnico de Gestarsalud
El cáncer, la hipertensión arterial y otras enfermedades cardiocerebrovasculares, las respiratorias crónicas y la diabetes hacen parte de las llamadas Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT); un grupo de patologías que no solo es cada vez más común en Colombia y el mundo, sino que plantea una presión financiera importante para los sistemas de salud.
Los datos que indican un mayor número de pacientes, atenciones y costos son claros y también dan cuenta de la necesidad de plantear soluciones inmediatas frente a una tendencia universal, casi inevitable. En aras de aportar elementos técnicos, Gestarsalud presenta un análisis con base en la información de ocho de sus EPS agremiadas en el que se evidencia, además de lo descrito, un esperado aumento en su incidencia debido al envejecimiento de la población y a factores de riesgo relacionados con estilos de vida.
1. Más pacientes, más atenciones
El análisis realizado por Gestarsalud observó el comportamiento de algunas ECNT prevalentes en ocho de nuestras EPS agremiadas y evidencia un aumento en el número de casos, el número de personas atendidas y en las atenciones relacionadas con patologías como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, enfermedades crónicas respiratorias, la enfermedad renal crónica y las enfermedades cardiovasculares siendo éstas últimas las que presentan el comportamiento más alto en todas las variables.
A continuación, se observa el número de personas atendidas con diagnóstico de ECNT correspondiente a ocho EPS agremiadas:
Se observa un incremento del 34,47 por ciento entre el 2019 y el 2022 en el número de personas atendidas y una tendencia de crecimiento permanente solo atenuada en 2020 probablemente por la pandemia.
La fuente de los datos con la que se realiza este análisis es el cubro SISPRO-RIPS del Ministerio de Salud en los últimos cuatro años (los datos del 2022 son preliminares).
En cuanto al número de atenciones realizadas se observa un aumento del 52 por ciento en el 2022 en comparación con el 2019. Asimismo, al igual que en el gráfico anterior de número de personas atendidas, hay un incremento sostenido, a excepción de la vigencia 2020.
Igualmente, se observa un aumento del 85 por ciento en el costo de los procedimientos en el 2022 en comparación con el 2019 (pesos corrientes; cifras en millones de pesos).
Concordante con lo anterior, el Banco de la República en el documento “Evolución y carga financiera de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles en Colombia: 2010-2021”, publicado en el 2023, señala que el aumento de la prevalencia de las ECNT en nuestro país ha traído un efecto directo en el sistema de salud. Este aumento del costo no solamente está asociado a los procedimientos y al suministro de medicamentos para el tratamiento de estas enfermedades, sino además al aumento de comorbilidades asociadas.
2. Panorama poco alentador
El panorama no parece ser alentador. El Banco de la República menciona en el documento “Evolución y carga financiera de las Enferme dades Crónicas no Transmisibles en Colombia: 2010-2021” que los costos totales de las ECNT en Colombia podrían aumentar en un 40 por ciento en términos reales en los próximos 10 años, incluso sin considerar medicamentos.
Y eso está condicionado por varios factores. El primero de ellos, según el estudio, es el envejecimiento de la población, que en Colombia muestra una tendencia creciente por el aumento en la esperanza de vida -gracias a los avances en tecnología sanitaria, mejores condiciones de vida y el acceso a servicios de salud- y la gestión del riesgo que desarrolla el sistema de salud.
Según el DANE, en el 2018 había 6,2 millones de personas mayores de 60 años en Colombia y para el 2023 esta cifra aumentó a 7,6 millones, lo que implica un incremento de 22,6 por ciento en los últimos 5 años. Se estima que para el 2050 serán 8,1 millones las personas mayores de 60 años en el país.
Por otro lado, están los hábitos de vida como la alimentación inadecuada, el sedentarismo, el tabaquismo y el abuso del consumo de alcohol que se destacan como factores relacionados con una mayor probabilidad de padecer una ECNT y que según varias mediciones van en franco deterioro.
3. Aprendizajes y retos
Bajo este panorama que es generalizado en el país, es destacable el esfuerzo operativo y financiero realizado por las EPS para fortalecer sus programas de gestión del riesgo, promoviendo la búsqueda activa, la identificación temprana, la inclusión en programas de atención integral para la población en riesgo y el seguimiento para asegurar la adherencia al manejo médico.
Esto se puede evidenciar en la tendencia creciente a nivel nacional de las cohortes de hipertensión arterial (HTA) y Diabetes Mellitus (DM) (ver gráfico 5), patologías catalogadas como precursoras de Enfermedad Renal Crónica (ERC) y que si son identificadas y captadas tempranamente pueden llegar a modificar el curso de la enfermedad y evitar la progresividad y la consecuente aparición de la ERC, impactando directamente en la calidad de vida de los pacientes.
Un gran logro del manejo del riesgo en las ECNT se evidencia en las bajas tasas de mortalidad que presenta Colombia comparadas con la región (gráfico 4), lo cual se traduce en un movimiento hacia la cronicidad, incrementa la prevalencia y, paradójicamente, implica una mayor destinación de recursos y un mayor esfuerzo por todos los actores del sistema.
En este apartado también se debe mencionar el reto que tienen las EPS, en particular aquellas que operan el régimen subsidiado y que tienen gran participación en zonas rurales y dispersas. Las agremiadas conocen el reto y la necesidad de redoblar esfuerzos, pues en esas regiones se observan condiciones adversas que influyen directa e indirectamente sobre los resultados en salud de la población.
Adicionalmente, las EPS se enfrentan a retos de tipo estructural del sistema como la contratación, dada la limitación en la oferta, la baja capacidad instalada de la red pública, la escasez de Talento Humano en Salud y la necesidad de trasladar a los usuarios a zonas diferentes al sitio de residencia para la prestación de los servicios, lo cual también genera un encarecimiento en el costo de los mismos.
Es claro, a modo de conclusión, que el aumento en la prevalencia de las ECNT ha tenido un impacto directo en los costos del sistema de salud, En este sentido, el papel de las EPS en la caracterización de la población y en la detección del riesgo es vital. Estas acciones se realizan permanentemente. Todas las EPS tienen programas especiales para abordar estos riesgos.
Pero a pesar de que gracias al sistema de salud el manejo del riesgo ha sido eficaz y se ha contribuido a mejorar la expectativa de vida y la calidad de vida de la población, se debe prever un empeoramiento de esta situación por las condiciones descritas y asignar más recursos para enfrentar el crecimiento en la prevalencia de las ECNT.
También es necesario corregir algunos desequilibrios. En la actualidad solamente se están reconociendo actividades de promoción y prevención a las EPS del régimen contributivo, situación inequitativa para la población asegurada en el régimen subsidiado y las EPS que allí operan.