Llegó la Semana Santa y con ella el consumo generalizado de este producto.
Redacción Gestarsalud
Una de las costumbres más tradicionales en las familias católicas colombianas es el consumo de pescado en la Semana Santa. Y aunque es un alimento muy importante con enormes beneficios, se requiere de cuidado a la hora de comprarlo y manipularlo para no caer en intoxicaciones alimentarias.
Así que tenga presentes estas recomendaciones del Ministerio de Salud para estas fechas.
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¿Qué debe tener en cuenta al elegir el pescado que va a comprar?
Ojos
Debe asegurarse de que los ojos del pescado ocupen toda la cavidad orbitaria y que sean transparentes, brillantes, salientes y con pupilas oscuras. Si los ojos del pescado están opacos, hundidos, nublados y con la pupila gris querrá decir que el pescado está en mal estado.
Branquias
Las branquias del pescado deben verse de color rosado y hasta al rojo intenso, además deben estar húmedas, brillantes y sin sustancias viscosas, y deben tener un olor suave a mar o río.
Si por el contrario las branquias están cafés o amarillentas y tienen una sustancia espesa quiere decir que el pescado no está en buen estado.
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Olor
El pescado debe tener un olor agradable con aroma marino, no obstante, si tiene un olor anormal, parecido al amoniaco o un aroma fétido es mejor no comprarlo.
Cavidad abdominal
La cavidad abdominal debe estar eviscerada y limpia, además la superficie no debe tener desgarros. No obstante, si la cavidad abdominal está desgarrada, tiene huesos y espinas separadas del tejido y no está eviscerado es mejor que se abstenga de comprarlo.
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Músculo
El músculo del pescado debe estar firme y elástico al tacto, bien adherido a los huesos y que no se desprendan de ellos al ejercer presión con los dedos, además debe tener un buen color con visos brillantes. Si el músculo es blando y flojo, y además se desprende de los huesos y espinas con facilidad es mejor que no lo compre.
Escamas
Las escamas deben estar unidas entre sí y bien adheridas a la piel, además deben tener color brillo metálico. Si están opacas, viscosas y además al tocarlas se caen en gran cantidad es mejor abstenerse de comprarlo.
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Otras recomendaciones
-Adquiera alimentos frescos y sanos de acuerdo con su apariencia, olor, textura y color habitual.
-Evite comprar los alimentos en la calle, principalmente el pescado y los mariscos, ya que no garantizan las condiciones mínimas de conservación (higiene, protección, refrigeración o congelación).
-El pescado y los mariscos deben refrigerarse inmediatamente después de su captura y mantener la cadena de frío durante el transporte, la exhibición y la venta. Por esta razón deben ser los últimos productos de la compra y consumirlos en el menor tiempo posible o si no se van a consumir pronto, refrigerarlos o congelarlos en casa lo antes posible.
-Evite comprar alimentos que presenten escarcha o cristales de hielo en su superficie, ya que pueden haber estado almacenados por mucho tiempo o perdieron cadena de frío.
-El pescado seco debe tener un color amarillo uniforme, sin manchas rojizas o verdosas ni olor a amoníaco y envasado para evitar su contaminación.
-La carne interior y la superficie de los mariscos deben estar húmedas, suaves y ligeramente firmes sin manchas negras, ni sensación pegajosa al tacto y su olor debe ser característico.
-El camarón debe mantener la cabeza y patas firmes al cuerpo, sin presentar anillos negros o grisáceos en la superficie del cuerpo.
-Productos de la pesca que tienen caparazón (como la langosta, la jaiba y el camarón) deben ser duros y flexibles al tacto.
-Las tenazas del cangrejo, jaiba y langosta deben regresar a su posición original al estirarlas. Las almejas, deben tener la concha completa y bien cerrada.
-Recuerde revisar la fecha de vencimiento de los alimentos envasados, el registro sanitario y la integridad de los envases.
-Los productos enlatados no deben presentar hendiduras, abombamientos, ni óxido. Al abrir la lata no deben desprenderse gases ni olores extraños, ni observarse manchas en el producto ni en la parte interior del envase.
-Mantenga la limpieza en todo momento: lave y desinfecte todas las superficies y utensilios que vaya a utilizar para la preparación de los alimentos, asegúrese que todas las personas que vayan a participar en la preparación, se laven las manos, antes y durante la preparación todas las veces que sea necesario (cada vez que cambien de actividad, cuando toquen residuos o canecas, y siempre que vayan al baño).
-Utilice agua potable para lavar y preparar los alimentos, y si no tiene acceso a este servicio, hierva el agua con anticipación, enfríela rápido y manténgala protegida en un recipiente plástico con tapa.
-Lave y desinfecte las frutas y verduras, principalmente las que se van a consumir en preparaciones crudas (ensaladas, jugos, etc.).
-Cocine completamente los alimentos, utilizando métodos como hervido y horneado. Para asar utilice fuego medio por tiempo suficiente para que el alimento se cocine por completo en su interior, antes de dorarse en la superficie.
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