El tercer pico de COVID-19 en el país- el más agresivo hasta ahora- ha sido resultado, en gran medida, de las movilizaciones sociales que tienen lugar desde el 28 de abril. La afectación de esta ola de contagios recae directamente sobre los familiares y amigos de los manifestantes, situación que debe promover aún más la responsabilidad individual y colectiva en las calles.
Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de la Asociación de Empresas Gestoras del Aseguramiento en Salud (Gestarsalud), asegura que la movilización social es fruto de una tensión social que tiene el país desde hace mucho tiempo y que detonó recientemente. En vista de la situación que atraviesa el sistema sanitario nacional, la galena hace un llamado a aquellos que aún caminan las calles en el marco de las protestas para que, como mínimo, usen tapabocas, guarden distanciamiento y permanezcan lavándose las manos constantemente, para evitar afectación en la población con la cual conviven.
«Esto es un llamado a la responsabilidad y a la corresponsabilidad, porque no se trata de perjudicar a un gobierno o a un gremio, el tema es que nos estamos afectando a nosotros mismos, a pesar de los llamados y de la insistencia que se ha hecho sobre el autocuidado y las medidas de bioseguridad. Se evidencia que no nos importa nuestro retorno a los hogares y seguimos contagiando y exponiendo a nuestra familia y amigos, quienes llegan a una red hospitalaria colapsada».
La Dra. Elisa Torrenegra asegura que ya hay ciudades donde se están trasladando a los pacientes porque no hay disponibilidad de atención. Recuerda que el hecho de transferir a alguien fuera de su municipio o departamento de residencia tiene una connotación familiar muy difícil. «No propiciemos eso. Si es necesario hay que hacerlo, ya que la prioridad siempre será la de preservar la vida de las personas afectadas».
Insiste en la importancia de ser conscientes de que las movilizaciones sociales no van a espaldas de la COVID- 19. Hoy el el reporte de contagiados por el nuevo Coronavirus en Colombia ascendió a 30.000; ante estas cifras Torrenegra asegura que los repuntes recientes que se ven, llegan después de que el país estuvo en una meseta de cinco semanas. Ahora, tras dos semanas de las movilizaciones, se encrudece el panorama de manera acelerada y preocupante.
La necesidad de vacunarse
En palabras de la líder de Gestarsalud, asociación que agremia a EPS del Régimen Subsidiado, el país y cada uno de sus ciudadanos necesitan la reactivación, tanto productiva, como académica y social, pero ésta debe hacerse tomando en cuenta aspectos importantes dentro de este tercer pico epidemiológico.
«La clave para no infectarnos es que estemos vacunados. Invitamos a que cada uno de nosotros haga un inventario de sus familiares y de aquellos que ya están en edad y aptos para ser vacunados en las etapas de vacunación que ya están activas. Es necesario llevarlos a vacunar, porque estas poblaciones ya tienen libre acceso a la vacuna. La vacunación de los más vulnerables permite retomar las actividades, en el marco de la reactivación, de manera segura, para que no resulten afectando a aquellos que por edad tienen mayores riesgos frente a la COVID-19».
La representante del gremio invita a la sociedad en general a avanzar en la vacunación, a estar atentos de los rangos de edades para acudir a vacunarse y destaca la importancia de la proactividad, en la búsqueda de los puntos de vacunación contra la COVID-19.
Además, hace un llamado a las personas con diagnósticos previos, o comorbilidades, a no desatender las consultas de control ni los tratamientos paraclínicos. «Esta es una etapa en la cual Colombia está haciendo, a través de su sistema de salud, el mayor esfuerzo para controlar la situación, por ello no se pueden descuidar las patologías existentes por miedo a la COVID-19. Aquí es importante la comunicación con la EPS, IPS y médico tratante para dar continuidad y garantía de que estemos bien en medio de una pandemia tan difícil».