El artículo ‘Consumo de pescado y función inmunitaria’ del Dr. Carlos Mendivil publicado en la revista Frontiers in Nutrition recopila diversos estudios sobre las propiedades del consumo de pescado, en los cuales la evidencia científica soporta que este alimento tiene un impacto positivo en el sistema inmunológico, lo cual puede prevenir ciertas enfermedades o ayudar a minimizar el impacto de otras como la covid-19.
Dentro de las propiedades que apoyan esta afirmación, se encuentra el alto contenido de omega-3 y de melatonina, presentes en algunos pescados como el atún. Los omega-3 son ácidos grasos esenciales, que como lo describe el artículo del Dr. Mendivil, tienen varios efectos positivos, entre ellos: regular la composición de la microbiota intestinal, reducir el riesgo de alergias, ayudar a controlar la producción de sustancias proinflamatorias -que producen inflamación- y a mediar en la reparación y recuperación de los tejidos. Esto puede ayudar a los pacientes que presentan enfermedades autoinmunes crónicas, sepsis, síndrome de dificultad respiratoria aguda – SRDA o incluso COVID-19.
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Muchas de las complicaciones severas que se dan durante el padecimiento de diversas enfermedades dependen de las reacciones del sistema inmune ante la presencia de infecciones que se dan por la aparición de microorganismos como virus, bacterias, hongos, entre otros, que viven en el ambiente y atacan directamente al cuerpo humano.
Como lo señala la publicación, tener una dieta rica en pescado, puede ayudar al manejo de enfermedades ocasionadas por virus como el covid-19 o a la eliminación de células que se proliferan de manera desordenada ocasionando cáncer.
Explica el Dr. Mendivil, que en la publicación «me centré en recopilar estudios científicos en los que se demuestran los beneficios del consumo de pescado. Su composición de micronutrientes y el alto contenido de ácidos grasos omega-3 son fundamentales en una dieta balanceada para fortalecer el sistema inmune, reduciendo las posibilidades de desarrollar enfermedades que atacan directa o indirectamente este sistema”.
Colombia es uno de los países, a nivel mundial y regional, que menos pescado consume generando una deficiencia de ácidos grasos omega-3 como DHA y EPA que se encuentran principalmente en pescados como el salmón, el atún y las sardinas.
«En Colombia consumimos 7.16 kg/persona/año, menos de la mitad del promedio mundial».
Dr. Carlos Mendivil.
«Incluir el consumo frecuente de pescado en nuestros hábitos alimentarios, mejorará la ingesta de grasas omega-3 y varios otros nutrientes que, además de fortalecer el sistema inmune, promueven la salud cardiovascular y mental, y contribuyen a mejorar la calidad de vida” indica el Dr. Mendivil.
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Por su parte la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca de Colombia (Aunap), ha venido fortaleciendo la cadena productiva que permite la captura, transporte, almacenamiento y comercialización del producto pesquero, con el fin de incrementar el consumo de esta proteína, beneficiando la salud de los colombianos.
«La coyuntura nos ha hecho consientes de la necesidad de generar rutinas sanas, por eso esperamos que este año sean más los colombianos que le digan sí al pescado, objetivo que buscamos alcanzar apoyando iniciativas que informen y promuevan las bondades de este producto, afirma Nicolás del Castillo, director de la Aunap.
Finalmente frente a las preocupantes cifras de consumo de pescado en Colombia el director de la Autoridad insta a desarrollar procesos de comunicación que permitan resaltar las características nutritivas y saludables del producto, así como la riqueza pesquera del país.