Mientras los esfuerzos de la ciencia se abocan en resolver un antídoto efectivo que mitigue la propagación del Covid-19 en un tiempo récord, apenas hace unos días- después de 10 años- la vacuna contra el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) llegó a su última fase de ensayos. El logro lo obtuvo Janssen y la Red de Estudios de Vacunas para el VIH (HVTN, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH).
Esta última fase, cuando se empieza a aplicar en una población objetivo para conocer- en el campo humano- si es capaz de proteger contra la transmisión del virus, durará de 24 a 36 meses. Tal y como lo ha explicado la empresa, este prototipo de vacuna usa la misma tecnología adoptada en el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19.
Se trata de un adenovirus modificado para que transporte al interior de las células del sujeto el ADN de sus proteínas más representativas, de manera que el organismo del individuo cree anticuerpos contra ellas. Tal y como le informó Antonio Fernández, investigador de Janssen, a El País, en realidad son dos vacunas: una codificada con tres proteínas y otra con cuatro, que por tener esta mezcla se conoce como mosaico. “Ambas han superado los estudios de seguridad y se ha visto que crean anticuerpos, tal y como se ha demostrado en la publicación de The Lancet, pero falta por ver si funcionan en condiciones reales”.
José Moltó, uno de los médicos que va a participar en el ensayo, que ya ha empezado a reclutar voluntarios (van a ser 250 de 3.800 en España), también le explicó a El País que la tardanza en conseguir esta vacuna se debe a que el VIH tiene una gran variabilidad.
“Al estar presionado por las células del sistema inmune cambia de apariencia externa y escapa. Lo que hace este medicamento es que se dirige a distintas variantes de las proteínas gag, pol y env del virus, lo que le hace más difícil que evada la acción de los anticuerpos creados. Es, a otro nivel, parecido a lo que sucedió hace ya 25 años con los tratamientos antivirales: empezaron a ser efectivos cuando se combinaron varios que interrumpían el ciclo de replicación del virus en puntos distintos”.
José Moltó, miembro de la Fundación de la Lucha contra el Sida.
Los científicos e investigadores ya han intentado conseguir una vacuna contra el VIH, sin embargo, los desarrollos anteriores demostraban solo un 30% de efectividad, por lo que fueron abandonadas en 2009. Hasta ahora se demuestran resultados prometedores.
El VIH es un virus que puede llevar al deterioro del sistema inmunitario. El término VIH significa virus de inmunodeficiencia humana. El nombre describe al virus: solo los humanos pueden contraerlo y ataca al sistema inmune. Como resultado, el sistema no puede funcionar con la efectividad que debería. Para finales de 2019 más de 30 millones de personas habían muerto sólo por causa de la enfermedad desde su aparición y sólo en ese año 690.000 perdieron la batalla.