Desde que comenzó el nuevo coronavirus, el único término al que ha estado sujeto para su explicación, ha sido el de una pandemia, no obstante expertos opinan que se trata de una sindemia porque la pobreza, la desigualdad y la crisis ambiental agravan sus efectos.
Si bien es cierto que el Covid-19 se trata de una pandemia, por su alcance epidemiológico mundial, según un artículo de la BBC, científicos afirman que este fenómeno podría considerarse no sólo como una pandemia, sino como una sindemia.
Es por eso que el medio de comunicación Deutsche Welle (DW), habló con Richar Horton, investigador y editor jefe de la revista médica The Lancet, quien aseguró que se habla de sindemia cuando «dos o más enfermedades interactúan de forma tal que causen un daño mayor que la mera suma de estas dos enfermedades”.
Además, la DW dijo que “se trata, en otras palabras, de la sinergia entre dos o más epidemias que tienen lugar en una geografía y un tiempo determinados y que comparten factores sociales, con las consecuencias que de ello se derivan”.
Aunque se hable de sindemia no significa que hablar de pandemia sea erróneo, o que sea necesariamente más grave, tiene que ver con un enfoque diferente. “Una sindemia se refiere a cuando se agregan distintas enfermedades o condiciones de salud, y que dadas sus características biológicas interaccionan entre sí y con otras condiciones sociales, haciendo que el daño de cada una de ellas o de todas aumente o se exacerbe en ciertos grupos», explica Lorena Hoffmeister, directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Mayor.
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Este término fue acuñado en los años 90, por un antropólogo y médico estadounidense llamado Merrill Singer, con el fin de explicar la situación de ocurrencia cuando dos o más enfermedades se juntan y causan un daño grave.
Tal es el caso del nuevo coronavirus, que en interacción con otras enfermedades como la diabetes, la obesidad, la hipertensión, los problemas cardíacos o el cáncer, por ejemplo, dificulta la recuperación del paciente contagiado.
Aunque podría creerse que este término acoge a la mayoría de las enfermedades, Singer explicó en su momento la razón por la que no siempre los virus deben ser llamados así.
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Vivimos una sindemia porque están interactuando dos categorías de enfermedades que ahondan la gravedad de la situación social y sanitaria mundial
Lorena Hoffmeister, directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Mayor.
El mejor ejemplo es el del resfriado común: si una persona llegara a tener cualquiera de las enfermedades anteriormente mencionadas y, además, contrajo el virus de una gripa común, la enfermedad ya existente no se desarrolla. Esto desmiente, entonces, la premisa de la generalización.
Este nuevo término aplicado para el SARS-CoV-2, podría significar una reforma en la manera de tratar este virus, bien sea una reforma médica, social, económica o política: “Hablamos pues de condicionantes sociales y ambientales que hacen que cientos segmentos de la población sean más vulnerables al impacto de esta interacción”, afirma la DW.