El riesgo, una condición que enciende las alarmas en el ser humano y lo lleva a situaciones extremas, es también un detonador de acciones que en emergencias busca preservar la vida, casi por instinto humano. Justo la exposición al riesgo a través de experimentos sociales, ha venido demostrando que ante una situación de peligro, es cuando las personas deciden tomar acciones correctivas o preventivas, pero muchas de ellas podrían llegar tarde a combatir un riesgo a salud como lo es un contagio de Covid-19.
El Ministerio de Salud y Protección Social, reglamentó como obligatorio el uso del tapabocas en lugares públicos, pues esta es la mejor manera de practicar el autocuidado y también de cuidar a los demás. Sin embargo, en Colombia se han presentado casos de personas que no lo usan correctamente, porque se lo ponen en la barbilla o sino solo cubren la boca.
Pero si este mecanismo de protección ha sido avalado como el más efectivo, incluso de uso obligatorio, ¿por qué cuesta tanto que las personas se lo tomen en serio y entiendan que no hay que llegar a estar en riesgo para usarlo? El tapabocas es precisamente un mecanismo de protección, no de cura.
Noticias Caracol hizo un experimento social llamado ¿le da ‘pereza’ usar bien el tapabocas? Este experimento lo va a poner a reflexionar, en el cual un actor se sentaba al lado de personas que no tenían bien puesto el tapabocas, y se hacía pasar por por contagiado de Covid-19. Cuando las personas lo escuchaban hablar del supuesto contagio, inmediatamente se cubrían correctamente la nariz y la boca.
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En entrevista con Gestarsalud, el psicólogo Carlos Andrés Gantiva, explicó por qué como sociedad tendemos a reaccionar de cierta manera cuando sentimos que estamos en peligro, y afirmó que podría deberse a un concepto psicológico llamado ‘la invulnerabilidad percibida’.
Este concepto se refiere a cuando hay un sesgo cognitivo, en el que los seres humanos piensan de forma errónea, pues si no han experimentado la enfermedad, y gente cercana tampoco, llegan a la conclusión desacertada de creer que la enfermedad le pasa a los demás pero a ellos mismos.
Las autoridades bogotanas establecieron en el decreto 126 del 10 de mayo de 2020 que “el uso de tapabocas que debe cubrir nariz y boca será obligatorio para todas las personas cuando estén fuera de su domicilio, independientemente de la actividad o labor a la que salgan”.
No obstante, si una persona cercana manifiesta que le acaba de salir positiva la prueba, en ese momento se rompe ese sesgo de invulnerabilidad y empieza a percibirse, ahora sí, como vulnerable.
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En cuanto al uso correcto del tapabocas, Gantiva mencionó que tiene que ver con múltiples variables en el que el miedo de contraer el virus, y el seguimiento de las normas son trascendentales.
“Cuando a ti te venden una idea de miedo, tú terminas adoptando un comportamiento si consideras que efectivamente puedes hacer algo para evitarlo. Durante meses nos han vendido una idea fuerte de miedo, de contagio, de cuarentena y de muerte, por eso el uso del tapabocas es algo que debemos hacer y ha dado efecto”.
Psicologo Carlos Andrés Gantiva.
Por su parte la socióloga Ángela María Jaramillo, mencionó que este fenómeno se explica considerando los distintos factores que condicionan el comportamiento de las personas.
“Hay algo importante que recalcamos desde la sociología, y es que el asunto no puede caer en juzgar a las personas como buenas o malas, sino tratar de entender la complejidad que implica el comportamiento de autocuidado y cuidado de los otros. Eso involucra la combinación de distintos factores emocionales, socio-económicos y ambientales, para que se desarrolle adecuadamente. Es un asunto que hay que ver en la sociedad como conjunto”, afirmó.
Uno de esos factores, por ejemplo, puede deberse a un control social, en el que si una persona ve que su entorno inmediato está actuando de una manera, los demás posiblemente van a presionarlo para que hagan lo mismo. Tal es el caso del uso del tapabocas; pues, si una persona no lo hace y el resto sí, es probable que su entorno comience a presionar al que no lo usa, para que lo haga.
También fue consultado el psicólogo Jaime Collazos, quien fue enfático en que los fenómenos sociales son un todo, en el que intervienen la educación, la formación, la cultura, la economía, la comunicación y, sobre todo, el apoyo colectivo.
Y, si bien los riesgos de contraer el virus son más altos cuando cualquiera de los factores anteriormente mencionados se comprometen, esto no significa que el nuevo Coronavirus contagie únicamente a la población más marginada; pues, el Covid-19 puede establecerse en cualquier organismo humano. Es por eso que Collazos hizo énfasis en que lo más importante durante la pandemia es el cuidado colectivo, pues detener el virus, es una tarea de todos.
“Creo que es muy interesante darse cuenta de que cuando pasan estas cosas, hay que dejar de pensar de manera individual, para pensar de manera colectiva. Porque a cualquiera le puede dar. Es decir, lo que dejen de hacer unos; y lo que no hagamos por los que no tienen, o si no apoyamos a los que no tienen; eso impacta en la población que puede tener mejores condiciones”, recalcó.