Por: Claudia Mercedes Amaya Ayala
Fundadora y directora de la Fundación SENOSama
Fundadora Corporación Luz Rosa
Vocera Pacientes Colombia
Como paciente, voy a imaginar el proceso que debe surtir un usuario para recibir atención en el nuevo modelo de atención que plantea el Gobierno Nacional y poner sobre la mesa algunas preguntas que me surgen y que comparten otros líderes de organizaciones de pacientes.
Reflexiono sobre la sensación de cobertura y amparo que hoy día tengo. Hoy tengo claridad de a quién acudir y los canales disponibles para solicitar ser atendida y reclamar mi derecho a la salud. Tengo el sesgo de estar afiliada al régimen contributivo, vivir en una ciudad capital, ser médico sobreviviente de cáncer y dedicarme a apoyar, acompañar y asesorar pacientes con cáncer, ayudándoles, entre otras cosas, a vencer barreras administrativas.
A pesar de todos los problemas que tengan las EPS y el sistema de salud, hoy la gran mayoría de los usuarios y pacientes somos atendidos y recibimos lo quenecesitamos sin poner un peso. Empezar de ceros con un nuevo sistema pone enriesgo los derechos que ya hemos ganado en tantos años.
Luego de leer el proyecto de reforma, consideramos que este no soluciona elprincipal problema que hoy tenemos los usuarios y pacientes: la falta de médicosespecialistas que genera largos tiempos en la lista de espera para citas.
Con la reforma, además, todos perdemos nuestra afiliación al sistema de salud yperdemos la posibilidad de elegir dónde ser atendidos. Tendremos que hacer fila y trámites para inscribirnos con cada miembro de la familia en donde nos van aatender. A muchas personas nos queda difícil hacer eso y nadie nos preguntó si queremos hacerlo.
Hoy cuando tenemos un problema o nos niegan servicios o se demoran en darnos citas podemos poner una queja o una tutela contra la EPS y sabemos que esa entidad nos tiene que responder. Con un sistema totalmente público no se sabe quién responderá cuando haya problemas.
Tenemos miedo de que los fondos territoriales que se crearán manejen la plata como botín político o sea un gran foco de corrupción, como ya ha pasado antes con tantos carteles.
Los Centros de Atención Primaria pueden ser muy buena idea para atender medicina general, pero no queremos que haya un único lugar para comenzar a ser atendidos. ¿Qué sucede si no estoy satisfecho con el servicio brindado en el lugar asignado? Hoy nos atienden la medicina general y servicios básicos con alta calidad en muchos hospitales y clínicas privadas.
Tampoco sabemos cuándo estarán listos todos los Centros de Atención Primaria que se proponen ni cuánto costarán y mucho menos qué pasará con nuestra atención mientras tanto, sabiendo que muchas EPS se van a liquidar y que se pretende dejar en la Nueva EPS a más de 20 millones de personas.
¿Cómo y con qué plata se pondrán en marcha 2.500 Centros de Atención Primaria que se proponen construir y se contratarán 20.000 equipos médicos interdisciplinarios? ¿Hay suficientes médicos y profesionales? ¿Cómo será el proceso para pedir cita? ¿Habrá que ir a sacar turno?
No sabemos quién nos va a garantizar que sí nos den las hospitalizaciones, los exámenes, los tratamientos y los medicamentos que no se pueden prestar en los Centros de Atención Primaria. ¿Estos sitios tendrán la capacidad técnica para garantizar el cumplimiento de las rutas de atención existentes? ¿Quién me ayudará a sacar las citas? ¿Quién cubrirá los costos de desplazamiento y hospedaje para asistir a mis citas y controles en una ciudad diferente a mi residencia?
Es probable que a quienes estamos en tratamientos en curso no nos sigan atendiendo en las clínicas privadas en las que hoy estamos y nos cambien a otras en las que tengamos que empezar de cero hasta con la historia clínica. Lo mismo pasará con la entrega de medicamentos. No nos los entregarán en las farmacias y dispensadores donde ya lo hacen y no sabemos si nos los entregarán en casa como ya sucede con muchas personas.
Hoy muchos pacientes de enfermedades como hipertensión, diabetes, cáncer y otras de alto costo estamos en grupos en los que nos llaman, nos hacen seguimiento, nos entregan medicamentos en casa y nos facilitan muchas cosas. No sabemos si esos programas siguen y quién lo hará en el nuevo sistema.
Nos da mucho temor, además, que el sistema de salud y la plata sean manejados exclusivamente por el Estado. Con el Seguro Social la experiencia fue muy mala y hubo mucha corrupción. ¿La Adres tiene la capacidad técnica y la experiencia para hacer todo lo que quieren ponerle a hacer?
No sabemos si la plata alcanzará sin alguien que cuide los recursos y con la creación de tantas nuevas entidades públicas y regionales, lo que puede causar más burocracia, clientelismo, corrupción y fragmentación en el sistema. La autorregulación de los médicos no nos genera confianza.
También tenemos mucho temor de lo que pueda pasar en la etapa de transición de la que habla la reforma. No hay plazos, ni tiempos ni claridades de qué va a pasar con los pacientes de alto costo y enfermedades huérfanas. ¿Y si el sistema y la transición no funcionan, cómo nos devolvemos?