Una dieta baja en sal puede evitar hasta uno de cada cuatro ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares.
Redacción Gestarsalud
Aunque el consumo habitual de sal puede parecer inofensivo, cuando se hace en exceso se asocia a diversos riesgos para la salud que causan cada año millones de muertes prematuras. El más frecuente de tales riesgos es la hipertensión arterial, responsable por sí sola de unos 9,4 millones de muertes al año, según destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta agencia sanitaria indica, justamente, que una de las mejores estrategias para prevenir las enfermedades no transmisibles y mejorar la salud de la población está en la reducción de la sal en la dieta.
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Si bien la OMS recomienda máximo 5 gramos de sal o 2,000 miligramos de sodio al día (un poco menos que una cuchara de té), la población en general consume hasta el triple de esta cantidad. Y este patrón de consumo de sal se presenta en todos los grupos de edad, incluso en los niños, lo que es aún más preocupante y de hecho se incrementó durante la pandemia.
“Los países acordaron reducir el consumo mundial de sal en un 30 por ciento para el 2025, pero la pandemia por covid-19 ha empeorado la situación al crear nuevos desafíos para la prevención y control de los factores de riesgo debido a los confinamientos y cambios significativos en los estilos de vida, incluyendo un aumento en el consumo de productos no saludables”, afirmó Anselm Hennis, director de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS.
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Lizeth Lorena Sua Vanegas, nutricionista dietista de la Universidad Javeriana, explica que casi el 80 por ciento de las fuentes de sodio y de sal en la alimentación de las personas provienen de los alimentos industrializados, lo que quiere decir que no sólo consumimos la sal que nosotros mismo le añadimos a la comida sino también consumimos el exceso de sal de alimentos procesados.
Por ello desde Gestarsalud le queremos mencionar las cinco razones por las cuales usted debería reducir el consumo de sal, según expertos y la OMS:
1. El exceso de sal es un factor de riesgo para el cáncer gástrico y otros tipos de cáncer, recordando que un carcinógeno es un agente químico o físico específico que tiene la capacidad de causar cáncer en individuos expuestos a él.
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2. El consumo de sal está asociado con la insuficiencia renal, cálculos renales, retención de líquidos, deshidratación, sobrepeso, obesidad y osteoporosis.
“Las personas que tienen altas ingestas de sal normalmente tienen altas ingestas de productos industrializados o ultra procesados y esto deriva en muchas enfermedades como sobrepeso y obesidad, además, por supuesto, de todas las enfermedades no transmisibles que surgen a través del sobrepeso y la obesidad”, añade al respecto la nutricionista Lorena Sua.
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3. Según la OMS, la presión arterial alta contribuye en al menos el 40 por ciento de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebro vasculares, que representan a su vez el 45 por ciento de las enfermedades no transmisibles.
De hecho, la hipertensión es un riesgo de salud importante en las Américas, en donde del 20 al 35 por ciento de la población adulta ha incrementado su presión arterial por el consumo excesivo de sal.
“Esta es la principal estrategia para combatir la hipertensión arterial, entonces las personas que tengan está enfermedad claramente lo más recomendado es reducir el consumo de sal añadida y por supuesto productos industriales”, enfatiza la nutricionista Sua.
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4. Se estima que cada año se podrían evitar 2,5 millones de defunciones si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado.
5. El sodio se encuentra en estado natural en diversos alimentos, como la leche, la carne y los crustáceos. Además, suele estar presente en grandes cantidades en los alimentos elaborados, como el pan, los productos cárnicos elaborados y los tentempiés, así como en ciertos condimentos, por ello consumir más sal que la que ya tienen los alimentos que usted consume podría incrementar y agravar los riesgos de su salud.
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“Una de las razones para controlar el consumo de sodio y de sal es que las papilas gustativas de nuestra lengua tienen algo que se llaman mecanismos de adaptación y esto lo que propicia es que si todo el tiempo consumimos sal, pues más adelante vamos a querer seguir consumiendo esos mismos niveles de sodio, es decir, se vuelve en un círculo vicioso en donde más consumo sal y mi cuerpo más me pide”, advierte la nutricionista.
Este comportamiento es muy usual en los adultos mayores que tienden a agregar sal incluso sin haber probado los alimentos antes, y es porque ya vienen acostumbrados a unos niveles de sal muy altos y el paladar con unas cantidades muy bajitas no queda satisfecho.
Finalmente, las OMS hace énfasis en que los alimentos con muchos preservantes y muy elaborados son cada vez más corrientes y asequibles, razón por la cual las poblaciones del mundo entero los consumen cada vez más, poniendo en grave riesgo la salud, porque además de sodio en exceso estos alimentos también contienen muchas grasas saturadas, ácidos grasos trans y azúcar.