La cobertura de tratamiento antirretroviral fue del 95,28 por ciento en el 2020, según cifra que destaca la Cuenta de Alto Costo.
Redacción Gestarsalud
Durante el primer año de la pandemia, las personas con VIH en Colombia atendidas en el sistema de salud tuvieron una alta cobertura de acceso a tratamientos antirretrovirales al tiempo que el número de nuevos diagnósticos cayó frente al año periodo anterior y la mortalidad subió.
Esas son algunas de las conclusiones que se desprenden del informe ‘Situación del VIH y sida en Colombia 2021’, elaborado por la Cuenta de Alto Costo con base en las atenciones reportadas por instituciones prestadoras y aseguradoras en salud en el periodo comprendido entre el 1 de febrero de 2020 y el 31 de enero de 2021.
Este documento es clave porque ayuda a entender el avance de la enfermedad en el país en el marco del sistema de salud, que cubre al 95 por ciento de la población en Colombia. Lo publica anualmente la Cuenta de alto Costo que, vale recordar, se encarga del registro administrativo de las personas que viven con el virus y muestra, entre otros, el comportamiento de los casos que acceden al servicio de salud, los indicadores de gestión del riesgo en esta población, la distribución de recursos y la información que permita la toma de decisiones en todos los niveles.
De entrada, el documento confirma una tendencia mundial de reducción de las nuevas infecciones de VIH, que han caído 52 por ciento comparado con 1997. Sin embargo, es de anotar que la pandemia por covid-19 en el periodo analizado generó confinamientos y restricciones que interrumpieron la tamización del VIH, lo cual puede llevar a conteos imprecisos, tal como menciona el documento.
En el caso de Colombia, entre el 1 de febrero de 2020 y el 31 de enero de 2021 se diagnosticaron 9.210 personas con VIH, lo que representó una caída de 26,48 por ciento respecto al periodo anterior y la cifra más baja desde el 2016.
Una de las posibles causas asociadas a este indicador, según el Instituto Nacional de Salud, es la disminución de las consultas y el acceso a las pruebas diagnósticas para la detección temprana de la infección por VIH, como efecto secundario al comienzo de la pandemia.
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La mayor concentración de casos nuevos se dio en la región Central, con 27,39 por ciento, seguido por Bogotá, con 24,69 por ciento. Así mismo, el mayor porcentaje de casos prevalentes (27,74 por ciento) se encuentra en la región Central, Bogotá y Antioquia, que son las que reportan la mayor frecuencia de casos.
Vale decir que el 58,51 por ciento de los casos nuevos de personas que viven con el VIH se dio en el régimen contributivo (5.355 casos) y el 37,86 por ciento (3.496) estaba en el subsidiado.
Cabe resaltar que la población objeto del reporte está conformada por todas las personas que viven con el VIH, las mujeres gestantes, los niños menores de 12 meses, hijos de madres con VIH (seguidos por 24 meses) y las personas con diagnóstico de tuberculosis que recibieron atención en alguna de las entidades aseguradoras durante el periodo analizado.
En ese sentido, se ha identificado un total de 134.636 personas que viven con el VIH en Colombia, por lo que, tal como señala la Cuenta de Alto Costo, si se tiene en cuenta que la cifra estimada de casos para el 2020 era de 180.000, se estima que el 74,80 por ciento de las personas (tres de cada cuatro) que viven con el VIH conocen su estado serológico.
La población con VIH
El informe detalló que la mayor frecuencia de casos nuevos se registró entre los 25 y los 29 años, seguido del grupo de 20 a 24 años, tanto para los hombres como para las mujeres.
El 83,42 por ciento (7.683) de los casos nuevos se registró en hombres, el 16,48 por ciento (1.518) en mujeres y el 0,1 por ciento (9) en intersexuales.
En el total de casos desde que se lleva registro, el grupo de edad de 30 a 34 años es el que presenta el mayor número de diagnósticos de VIH (21.563). Por género, el 77,41 por ciento son hombres (104.228), el 22,54 por ciento mujeres (30.346) y 0,05 por ciento intersexuales (62).
Un tema muy importante es que el 63,09 por ciento de los nuevos casos dijo pertenecer a alguna de las poblaciones claves en el manejo de la enfermedad: 55,2 por ciento declaró ser del grupo de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y el 5,58 por ciento de los consumidores de sustancias psicoactivas por vía diferente a la inyectada.
Además, se identificaron 1.164 gestantes con diagnóstico de VIH; el mayor número fue reportado por el régimen contributivo y en la región Caribe.
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Indicadores clave
El informe de la Cuenta de alto Costo sirve también para revisar el avance de los indicadores clave del VIH en el país, como acceso a tratamientos e indetectabilidad de la carga viral.
Así, en el periodo analizado el 95,28 por ciento de todos los casos diagnosticados estaban recibiendo tratamiento antirretroviral, con un aumento del 0,58 por ciento con respecto al período anterior, según destaca la entidad como un logro importante del país.
Vale recordar que entre las metas actuales para el 2030 fijadas por ONUSIDA está que por lo menos el 95 por ciento de las personas que viven con el VIH y conocen su estado serológico, tengan acceso a la terapia antirretroviral.
En San Andrés, Caquetá y Guaviare se presentó el mayor porcentaje de cobertura de terapia antirretroviral, mientras que los departamentos con menor alcance fueron Guainía, Vaupés y Amazonas.
Por regímenes, el de excepción mostró una cobertura del 96,15 por ciento, seguido del contributivo (95,94 por ciento). Cabe resaltar que entre el régimen contributivo y el subsidiado existe una diferencia de 8,32 puntos porcentuales en la proporción de personas que logran supresión de la carga viral.
Por otra parte, se destaca que el 76,82 por ciento de las personas con VIH que están en tratamiento tienen la carga viral indetectable, lo que permite reducir al máximo el riesgo de transmitir el virus a otras personas. Esta supresión viral aumentó en 3,38 puntos porcentuales en relación con el período anterior (73,44 por ciento).
Mortalidad
En el período analizado se presentaron 2.112 muertes en las personas con diagnóstico de VIH, de las cuales el 30,68 por ciento fueron por Sida, el 30,63 por ciento por otra enfermedad no definitoria de Sida y el 30,40 por ciento por causa externa. 1.674 de las víctimas registradas fueron hombres y 436 mujeres.
Esas cifras representan una mortalidad general de 4,20 por cada 100.000 habitantes, lo que indica un aumento en esta tasa, pues en el periodo anterior el indicador estaba en 3,31 muertes por cada 100.000 habitantes.
Las entidades territoriales con la mayor mortalidad fueron Risaralda, San Andrés y Valle del Cauca. El régimen subsidiado presentó una mayor mortalidad, con 6,31 muertes por cada 100.000 afiliados en comparación con el contributivo, donde la tasa fue 3,75 por cada 100.000 afiliados.
Más datos
El principal mecanismo de transmisión identificado fue el sexual, en el 91,13 por ciento de los casos, seguido de la transmisión materno infantil (0,21 por ciento) y el uso de agujas o elementos cortopunzantes (0,20 por ciento).
Entre las razones principales para realizarse la prueba estuvieron la solicitud por parte del médico por estudio de un cuadro clínico sospechoso de VIH/Sida (hospitalizado o no), en el 43,37 por ciento de los casos; y por solicitud de la propia persona, en el 36,62 por ciento.
El tiempo máximo entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento antirretroviral fue de 325 días y el mínimo de 0 días, con una mediana de 38 días y una media de 39,47 días, que es uno de los puntos a mejorar según la Cuenta de Alto Costo, pues se sigue haciendo el diagnóstico tardío en un 35 por ciento de los casos.
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