Comunicado Gestarsalud
-Proyecciones oficiales e independientes muestran que a finales de octubre puede presentarse un incremento de casos.
-Mortalidad dependerá del ritmo de la vacunación y del autocuidado.
-Se siguen ubicando afiliados de alto riesgo a través de la búsqueda activa.
Es cierto que Colombia está en el mejor momento epidemiológico desde el comienzo de la pandemia. Los reportes recientes dan cuenta de menos de 1.500 casos diarios y 50 fallecimientos por covid-19 en promedio en los días recientes, cifras muy distantes a los centenares de víctimas que registraba el país hace apenas cinco semanas.
Todos los indicadores dan cuenta de una baja incidencia de la pandemia en todas las regiones del país. La positividad está por debajo del 5 por ciento, el número efectivo de reproducción es inferior a 1 y la ocupación nacional de UCI se estabilizó en el 55 por ciento, con cinco de cada seis pacientes ingresados a estos servicios por razones distintas al covid-19.
Pero también es cierto que la pandemia no ha acabado, por más que se anhele. Y no ha terminado porque esta emergencia debe entenderse como un fenómeno global y no tendrá fin hasta que la mayoría de la población del planeta esté protegida, recuerda Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de Gestarsalud.
A eso hay que sumarse que en Colombia están circulando variantes de preocupación del Sars-CoV-2 como la Delta, que se detectó por primera vez a finales de julio y está ganando cada vez más participación entre las muestras que se analizan en medio de la vigilancia genómica.
“En un contexto de reactivación total -que debe mantenerse-, la Delta aparece como una amenaza a enfrentar con una vacunación cada vez más masiva y con la aplicación de las medidas de autocuidado”, afirma Torrenegra.
La alerta se eleva porque de acuerdo con modelos epidemiológicos oficiales e independientes, para finales de octubre se puede llegar a un nuevo incremento de casos y el impacto en la mortalidad dependerá de que la mayoría de la población esté vacunada. Como se ha visto en otros países, las muertes causadas por la Delta pueden concentrarse en las personas de mayor riesgo que no se hayan vacunado.
Y si bien hay una alta seroprevalencia en el país, estimada en 89 por ciento, según modelos del Instituto Nacional de Salud (INS), y la vacunación ya ha cubierto completamente a cerca del 38 por ciento de los ciudadanos, todavía hay muchos susceptibles para el virus.
“El momento epidemiológico que estamos viviendo da cuenta de que nuestros esfuerzos no han sido en vano. La vacunación ya va surtiendo su efecto, pero ojo, están llegando variantes que pueden traer un cuarto pico y su presentación e impacto va a depender de todos nosotros y de que la vacunación se haga extensiva a la totalidad de la población, especialmente a los más vulnerables. En septiembre vamos a tener la mayor disponibilidad de vacunas y no hay excusa para no acudir a los puntos de vacunación”, indica la directora del gremio de EPS del régimen subsidiado.
“Las EPS debemos seguir en la búsqueda activa de afiliados que no estaban cubiertos con dosis y que ha permitido llegar a más de un millón de personas en las últimas semanas y debemos seguir procurando la articulación del PRASS y mejoren sus indicadores”, agrega Torrenegra.
“Pero también nuestro futuro inmediato en la pandemia depende de que los cuidados continúen siendo de la misma forma o mayores. Ese cuarto pico hay que minimizarlo y hay que lograr permanecer activos en el país tanto laboral como social y económicamente para salir todos juntos adelante. Gestarsalud te dice vacúnate, vacunémonos y cuidémonos entre todos”, concluye.