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Gestarsalud afirma que la vacunación y las medidas de autocuidado pueden evitar un nuevo ascenso desbordado de casos y muertes.
Colombia ha registrado a lo largo de la pandemia por covid-19 cerca de 119.000 muertes, de las cuales 57.000 -casi la mitad- se confirmaron desde el 15 de marzo, cuando comenzó a elevarse la tercera ola de esta tragedia.
Luego de dos meses críticos -entre mayo y julio- y de una meseta de más de 600 fallecimientos diarios, a finales de junio pasado comenzaron a descender los principales indicadores de la pandemia y la semana pasada se reportaron 365 decesos en promedio diario por el virus, el nivel más bajo desde comienzos de abril.
La línea de la tercera ola de covid-19 en Colombia está declinándose sostenidamente y depende de todos que no vuelva a incrementarse en un cuarto pico que del que ya han advertido las autoridades sanitarias.
Elisa Torrenegra, directora ejecutiva de Gestarsalud, explica que las razones para temer a este escenario de ascenso de casos y muertes por covid-19 se centran en la amenaza que representan nuevas variantes delSars-CoV-2 de preocupación (VOC) y de interés (VOI) como la Delta, de la que ya se confirmó un primer caso en el país. Estas variantes pueden ser más transmisibles y aumentar el riesgo de reinfección y de hospitalización, según se ha encontrado.
Otras razones de esta alerta son que la vacunación, aunque avanza a buen ritmo, ha logrado cubrir con esquemas completos de inmunización a poco más del 20 por ciento de la población; las aglomeraciones; y el agotamiento de la gente frente a las medidas de autocuidado.
“Por ahora solo uno de cada cinco colombianos ya tiene vacunación completa y puede existir mucha población susceptible en riesgo de adquirir alguna de las nuevas variantes del virus identificadas en suelo nacional. Algunos países de Europa nos sirven de ejemplo nuevamente para ver qué puede pasar con nuestra pandemia”, asegura Torrenegra.
En ese sentido, la directora ejecutiva de Gestarsalud insiste en que hay mucho por hacer. Por parte de la ciudadanía es clave reducir las interacciones que no sean indispensables, acudir masivamente a la vacunación, promover esta campaña de inmunización en quienes todavía no han recibido dosis y reforzar medidas como tapabocas, distancia social y ventilación en lugares de alta afluencia de personas.
Por el lado de las entidades aseguradoras de salud, se debe avanzar en la búsqueda de las poblaciones mayores de 50 años que todavía no han recibido dosis o no han completado sus esquemas, pues son las de más riesgo; e igualmente mejorar los indicadores del programa PRASS.
“Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la solidaridad y en caso de haber tenido contactos con personas positivas, voluntariamente iniciar el aislamiento y comunicarlo a las EPS. Hay mucho que podemos hacer para evitar un cuarto pico de la pandemia”, remató Torrenegra.