La evidencia científica sigue dando hallazgos sobre el tiempo de efectividad de las vacunas contra la COVID-19. El domingo 23 de mayo, el laboratorio estadounidense Moderna anunció que será necesario inocular una tercera dosis de recuerdo a los vacunados con su fármaco. Según lo declarado por el consejero delegado de la farmacéutica, Stéphane Bancel, a ‘Le Journal du Dimanche’, aunque las dos dosis establecidas como esquema completo desde el principio aportan una inmunidad (de uno a tres años), las variantes aumentan el nivel de la amenaza, en ese sentido, todos los vacunados con la dosis de Moderna tendrán que recibir una tercera luego de ocho meses desde la primera aplicación.
Bancel detalló en la entrevista que «con el coronavirus OC43, en el origen de la pandemia de la llamada gripe rusa de 1890-1894, la inmunidad duraba de uno a tres años, dependiendo del paciente. Creemos que nuestra vacuna será eficaz durante un período comparable. Salvo que la llegada de variantes aumente el nivel de amenaza. Por eso debemos anticiparnos y vacunar con una tercera dosis a todos aquellos en riesgo desde el final del verano, en particular a los residentes de ancianatos, que recibieron su primera dosis a principios de año. Dos o tres meses de retraso provocarían numerosas hospitalizaciones y muertes. Todos los adultos, incluso los jóvenes, deben recibir un refuerzo para proteger a las personas frágiles no vacunadas».
Con este anuncio Moderna se convierte en la segunda farmacéutica que anuncia que su desarrollo necesitará una tercera dosis para asegurar la inmunidad. A finales de abril, Ugur Sahin, fundador de BioNTech, confirmó que el biológico que también es comercializado por Pfizer, necesitará una tercera dosis entre seis y nueve meses luego de la primera aplicación, y después una de refuerzo cada año o cada dieciocho meses.
El fundador de BioNTech explicó que, con la vacuna de Pfizer, la protección se va haciendo menor en el tiempo. Ya «hay datos que indican que a los seis meses la protección ya no es del 95 % sino del 91 % y a los ocho meses vemos que los anticuerpos que producen la protección merman claramente. Por eso necesitamos una tercera dosis para llevar la protección de nuevo cerca del 100 %».
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Los expertos lo han advertido, incluso el ministro de Salud y Protección Social de Colombia. Las evidencias científicas se van dando en tiempo real y las decisiones en salud pública van cambiando. Hay muchas probabilidades de que el SARS-CoV-2 se convierta en una enfermedad endémica, que, como la influenza, requiera vacunación anual con antídotos que se van actualizando con frecuencia.
Un estudio publicado el 12 de mayo en la Revista de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA, por sus siglas en inglés), en el que se hizo seguimiento a 59 pacientes con COVID-19, demostró la persistencia de la inmunidad humoral y celular en la mayoría de estas personas a un año.
Sin embargo, según varios investigadores, la respuesta puede variar dependiendo de si se habla de respuesta inmunitaria celular o humoral.
Marcos López de Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), le explicó a Redacción Médica, que las evidencias que están apareciendo parecen indicar que la respuesta inmunitaria de anticuerpos dura alrededor de seis meses. «Aunque todavía hace falta más tiempo de evolución, no parece que vaya a ser más larga que la de las células T. Estas sí pueden durar algo más».
Si bien las dosis de refuerzo típicas usan la misma vacuna que la que se recibió previamente para recordarle al sistema inmunológico acerca de la inmunidad a un patógeno, cualquier refuerzo futuro para la inyección contra la COVID-19 podría usar vacunas completamente diferentes.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., (CDC, por sus siglas en inglés), actualmente, no se ha establecido la necesidad y el momento para las dosis de refuerzo de COVID-19. No se recomiendan dosis adicionales en este momento, aunque el Dr. Vivek Murthy, director general de sanidad de EE.UU. le declaró a CNN que los estadounidenses deben prepararse para recibir una inyección de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 dentro de un año.
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El pasado 23 de mayo, Johnson & Johnson le declaró a la cadena de noticias CNN que tiene ensayos en curso y planificados, que ayudarán en la evaluación de la necesidad y el momento oportuno de las dosis de refuerzo de la vacuna. La vacuna contra la COVID-19 de Johnson & Johnson, junto con la de Pfizer, Moderna y otras cuatro, se están probando como refuerzos estacionales en un estudio llamado Cov-Boost, que se está realizando en el Instituto Nacional de Investigación en Salud del Reino Unido y la Universidad de Southampton.
Los ensayos clínicos de Johnson & Johnson, a diferencia de las vacunas de Moderna, Pfizer y Sinovac, demostraron que una sola dosis del biológico tenía una tasa de eficacia de hasta el 72 %.
Este fármaco se basa en las instrucciones genéticas del virus para construir la proteína de espiga, pero, a diferencia de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, que almacenan las instrucciones en ARN de hélice o cadena sencilla, la vacuna de Johnson & Johnson utiliza ADN de hélice doble. El equipo de Johnson & Johnson utilizó un adenovirus modificado que puede entrar en las células, pero no puede replicarse en su interior ni causar la enfermedad.
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Las vacunas para la COVID-19 basadas en adenovirus son más resistentes que las de ARNm de Pfizer y Moderna. El ADN no es tan frágil como el ARN, y la resistente cubierta proteica del adenovirus ayuda a proteger el material genético que contiene. Como resultado, la vacuna de Johnson & Johnson puede ser refrigerada hasta tres meses a 2-8°C (36-46°F).
Los expertos coinciden en que la cantidad de dosis requeridas para cada esquema de vacunación depende de la respuesta de protección que cada biológico tiene en cada una de las fases, de ese modo se determinan cuántos refuerzos se requieren y en qué tiempo. La verdad absoluta aún no está dicha, los expertos en desarrollos de vacunas siguen pacientes el curso de los hechos para poder determinar tiempos de inmunidad y de protección de sus biológicos.