El Ministerio de Salud y Protección Social, a través de las direcciones de Medicamentos, de Epidemiología y Demografía y con el acompañamiento de varios investigadores nacionales, está haciendo un estudio con diseño de «casos y controles de test-negativo», cuyo objetivo es estimar la efectividad de la vacunación contra la COVID-19 en los adultos mayores de 60 años en Colombia.
Tal y como lo explicó Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía, este estudio tendrá resultados en unas semanas, dado el proceso que se requiere para la depuración de bases de datos, validación y análisis estadísticos.
«Se trata de un análisis en el que haremos un apareamiento de casos fatales de COVID-19, con controles, con prueba negativa de la misma región, sexo y edad, en el que, controlando otras variables, se podrá estimar la efectividad de la vacunación en la prevención de las formas graves. Mientras se tienen estos resultados de mayor validez, ya existen evidencias ecológicas (de nivel poblacional), que sugieren un impacto positivo con la vacunación».
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Si bien estas evidencias tienen limitaciones y aún no es posible concluir que hay causalidad, son sugerentes de un impacto de la vacunación en los grupos de riesgo. Los datos son consistentes con los primeros hallazgos a nivel internacional, en los que se han observado estos mismos fenómenos como primera evidencia de la efectividad, que es el cambio progresivo en el perfil demográfico de la mortalidad y de los casos más graves.
Según el director de Epidemiología y Demografía del Minsalud, actualmente se observa un cambio progresivo del perfil sociodemográfico de la mortalidad en Colombia, cuya principal, y más plausible explicación sería el impacto de la vacunación en los adultos mayores.
«A nivel nacional se observa que la proporción de las muertes en el país correspondiente al rango de 80 años o más es cada vez menor».
Luego de que el talento humano en salud de primera línea fuera vacunado contra la COVID-19, los adultos mayores de 80 años hicieron parte de la población priorizada en la primera etapa del Plan de Vacunación de Vacunación.
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«En aquellos países que también comenzaron la vacunación con los grupos de riesgo, principalmente los de mayor edad, se ha observado este cambio de perfil, y es esperable que comencemos a ver este efecto conforme sigamos avanzando en la vacunación de todas las personas entre 60 y 79 años, que son la prioridad actualmente por su mayor riesgo de complicaciones y muerte».
En Chile, por ejemplo, se observó una disminución de la participación de los adultos mayores en la mortalidad y ocupación de UCI en el último pico. «Todo lo anterior debe darnos esperanza y confianza sobre la efectividad de las vacunas que hacen parte del portafolio de Colombia, pero además nos muestra que fue un acierto del Plan Nacional de Vacunación priorizar a las personas de mayor riesgo, pues, vacunándolas con prioridad logramos más rápidamente reducciones en la mortalidad específica y la incidencia de casos graves».
Con estos datos la cartera de salud desea seguir demostrando la afectividad de la vacunación, en aras, además, de motivar a vacunarse a los otros grupos establecidos en el PNV contra la COVID-19. «Los impactos positivos que tiene la vacunación son evidentes».