Los pacientes con presión arterial alta no tratada, son los que corren el mayor riesgo de enfermar de gravedad si se contagian con la COVID-19.
Las enfermedades de base, también conocidas como comorbilidades, entre ellas la hipertensión, la diabetes, obesidad, EPOC, VIH, entre otras, aumentan el riesgo de la salud ante la COVID-19. Por eso las personas con estas condiciones han sido priorizadas en el Plan Nacional de Vacunación.
«Las personas con enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión se enfrentan a una doble amenaza, por un lado, el mayor riesgo de desarrollar formas más graves de la COVID-19 y por otro, es posible que descuiden su atención médica por temor a contagiarse al momento de acudir al servicio de salud» explicó Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social.
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En consecuencia, aclaró que se hace necesario fortalecer el conocimiento en la población, acerca de incentivar hábitos saludables, modificar los factores de riesgo asociados y seguir estrictamente las recomendaciones de bioseguridad establecidas por el Ministerio de Salud para prevenir la infección por coronavirus.
«La hipertensión es un desorden altamente prevalente en adultos mayores y a su vez este grupo de personas es también uno de los más susceptibles de tener COVID-19 y manifestar sus formas más graves. Por esta razón, el Ministerio identificando el riesgo de contagio en adultos mayores y pacientes con comorbilidades, priorizó esta población en el Plan Nacional de Vacunación».
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del MinSalud.
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En Colombia, la tasa de mortalidad prematura (30-70 años) por cada 100.000 habitantes debido a enfermedades hipertensivas va en ascenso, pasando de 6,84 por 100.000 habitantes en el 2008 a 8.90 por 100.000 en el 2018; por tanto, es indispensable y prioritario el despliegue acciones para fortalecer la promoción de la salud y la detección temprana de la hipertensión y el riesgo cardiovascular por parte de las entidades territoriales, EAPB e IPS.
Esta patología puede ser originada por múltiples factores, la mayoría modificables, entre los cuales figuran la alimentación poco saludable, como el consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de alimentos frescos y saludables como las frutas y las verduras, así como el sedentarismo o inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad.