Según la teoría, endemia es un término utilizado para hacer referencia a un proceso patológico que se mantiene de forma estacionaria en una población o espacio determinado durante períodos prolongados. Puede tratarse de enfermedades infecciosas o no infecciosas, ya que el vocablo puede usarse para diversos padecimientos o condiciones fisiológicas. La enfermedad se mantiene en una población de hospedantes de una región geográfica determinada a lo largo del tiempo (años) en un nivel estable, incluyendo variaciones estacionales. ¿Podría entonces la COVID-19 convertirse en una enfermedad endémica?
Desde finales del 2019 el mundo se ha volcado a entender y frenar la propagación de una nueva enfermedad, COVID-19, resultado de un nuevo coronavirus, identificado como SARS-CoV-2. Más contagioso y mortal, en comparación con sus familiares. En tiempo récord la ciencia encontró en desarrollos de distintas tecnologías, la vacuna que le ayudará al mundo a conseguir la inmunidad de rebaño. Aún se desconoce cuánto tiempo durará la inmunidad dada tanto por el biológico como por la propia enfermedad y cuál será el futuro de esta pandemia.
La malaria, por ejemplo, es una infección endémica en África subsahariana, el virus de Nilo occidental es endémico en Estados Unidos, el dengue es endémico en gran parte de Centro y Sudamérica. También se considera que la influenza, que tiene una naturaleza altamente estacional, es endémica porque no se ha logrado controlar.
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Jeffrey Shaman, profesor de ciencias de salud ambiental de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia, en Nueva York, publicó un estudio en la revista Science en el que exploró el potencial del SARS-Cov-2 de volverse endémico. «El principal factor que tiene un impacto en la endemicidad es cuánto dura la inmunidad de una persona infectada y si esta persona es susceptible a una reinfección debido a la disminución de la inmunidad», explicó el investigador.
«Todavía no se sabe con certeza cuánto dura la inmunidad de este coronavirus, pero basados en los coronavirus que ya existen y que infectan a la población regularmente, como los coronavirus que causan resfriado, sabemos que la gente se contagia con estos virus una y otra vez».
Al respecto, Jaime Ordóñez, médico PhD en Epidemiología, MSc. en Economía de la Salud e investigador senior en True Consulting, está convencido de que el SARS-CoV-2 se convertirá en una enfermedad endémica. «Sí, con el tiempo el SARS-CoV-2 se convertirá en una enfermedad endémica como la gripa, pero esto no implica el fin de la especie humana. Hemos logrado mantenernos por millones de años y con toda seguridad vamos a seguir como especie gracias a la inmunidad que hemos desarrollado frente a muchas enfermedades, de manera aprendida (vacunas) o natural (contagio)».
Destaca que una de las bondades de la inmunidad es que esta se hereda y se va abonando en la respuesta que el ser humano va generando a ciertas enfermedades, en este sentido, asegura, que a largo plazo se verá que la vacuna contra la COVID-19 será parte del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) y que probablemente el antídoto será aplicado a las personas tan pronto nazcan.
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Carmen Laborde, líder de analítica sanitaria y directora científica del Instituto de Epidemiología y Medicina Preventiva del Caribe, asegura que, efectivamente, el SARS-CoV-2 se puede convertir en una enfermedad endémica. «La mutación en los virus forma parte de su desarrollo normal, lo importante es tener un sistema de vigilancia virológica exigente y eficiente para poder definir cuáles van a ser los mecanismos de producción de vacunas y cuál es el nivel de protección con la vacuna. Vamos a llegar a un momento en que la enfermedad se va a convertir en una enfermedad endémica sin lugar a dudas».
El tema con esta enfermedad radica en el hecho de que, a diferencia de la influenza, por ejemplo, con esta todavía hay muchas incertidumbres, como el tiempo de la inmunidad y las reinfecciones y el hecho que las reinfecciones son cada vez menos severas. Lo ideal con la infección por SARS-CoV-2 es poder controlarla como se hizo con la influenza y otras enfermedades endémicas, partiendo del conocimiento de la inmunidad generada tanto por la vacuna como por la propia enfermedad.