En Colombia es la segunda causa de muerte en menores de 18 años y en la actualidad hay más de 6.000 niños con algún diagnóstico. El cáncer infantil es un problema real y combatirlo es la misión.
Hoy, 15 de febrero, el mundo conmemora el Día del Cáncer Infantil, una fecha que reitera el compromiso de las organizaciones civiles, gobiernos y ciudadanos en la lucha contra la enfermedad y las mejores condiciones para el paciente diagnosticado y su familia.
Según datos reportados por la Cuenta de Alto Costo, en el país la Leucemia Linfoide Aguda (LLA) es el tipo de cáncer infantil con mayor número de casos: 2.044 en todo el país, siendo Valle del Cauca el departamento con la mayor prevalencia (231,8 casos por millón habitantes menores de 18 años). En segundo lugar, se presentan los tumores en el sistema nervioso central; con 664 casos y San Andrés es el departamento que ocupa el primer lugar en términos de prevalencia (88 casos por millón de habitantes menores de 18 años).
En cáncer infantil es una realidad y encontrar las mejores formas de prevenirlo y manejarlo es una de las misiones. Este año sumido en la pandemia de la COVID-19, el Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil (OICI) ha convocado la campaña digital ‘Quiero Ser Grande’, mediante la cual se conmemorará el vigésimo aniversario del Día Internacional del Cáncer Infantil, en asocio con más de 20 organizaciones sociales, la Liga Colombiana Contra el Cáncer y la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica (ACHOP). El objetivo de esta campaña es el de promover la importancia de la detección oportuna del cáncer en la infancia, y es que, sólo en Colombia, se estima que cada año se presentan 1.520 casos de cáncer en menores de 15 años. Una cifra preocupante.
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Informa la Cuenta del Alto Costo que la oportunidad del diagnóstico de cáncer en menores de 18 años es en promedio de 35,6 días, mientras que la del inicio del tratamiento es de 25,31 días. «Desde la Cuenta de Alto Costo se seguirá trabajando por la generación de insumos para fortalecer la toma de decisiones y la transformación de datos en acciones valiosas».
En el caso del Linfoma No Hodgkin (LNH) existen en total 558 casos en menores, siendo Antioquia el departamento que muestra la prevalencia más alta en este tipo de cáncer, con 67,8 casos por cada millón de habitantes menores de 18 años para 2018. En Linfoma Hodgkin, el registro da cuenta de 340 casos en todo el país y la mayor prevalencia en esta condición le corresponde a Caldas, con 48,5 casos por cada millón de habitantes menores de 18 años.
Asegura el Instituto Nacional de Salud (INS) que la vigilancia en cáncer en menores de edad desde el punto de vista de la salud pública surge al considerar las consecuencias que puede tener en términos de años de vida saludables perdidos por un diagnóstico tardío de la enfermedad. «Cada caso que se somete a tratamiento e intervenciones oportunas representa una mayor supervivencia, una mayor esperanza de vida y una disminución del impacto social en los niños, sus padres y sus familias».
El país ha definido diferentes normas que obligan al proceso de notificación y vigilancia del evento desde la probabilidad del caso y con ello la generación de alertas tempranas (riesgos para la garantía de la atención integral, pertinente, oportuna y de calidad). En Colombia, la vigilancia en salud pública del cáncer en menores de 18 años está sustentada por un marco normativo, que busca reducir la mortalidad por esta causa y que involucra un gran número de actores sectoriales e intersectoriales en el manejo integral de los niños.
La Ley Jacobo es la última normativa aprobada en este sentido. Fue sancionada por el presidente Iván Duque el julio de 2020 y su objetivo es la de garantizar la prestación de servicios de salud a los menores con cáncer, dándoles atención prioritaria en los servicios de oncopediatría.
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La ley promete, entre otras cosas, que no se requerirá de autorizaciones para acceder a los servicios que necesite el paciente con cáncer. Además, señala que en el término de un año desarrollará una estrategia de promoción y prevención contra el cáncer infantil, con el fin de mejorar la detección oportuna. El Ministerio de Salud y Protección Social tiene hasta un año para reglamentar esta ley, en aras de garantizar la atención integral, oportuna y de calidad para los menores con cáncer en Colombia, independientemente del régimen de afiliación al que pertenezcan.