Las nuevas variantes del SARS-CoV-2, descubiertas en Reino Unido, Suráfrica y Brasil, han demostrado ser más contagiosas y peligrosas que las que aparecieron en el principio de la pandemia. Como consecuencia, algunos países europeos han ajustado sus medidas de prevención y dictado medidas más estrictas en cuanto al uso de tapabocas, que destierran el uso de mascarillas artesanales y exigen el uso de productos profesionales en determinados ambientes.
Por ejemplo, desde el 25 de enero, en Austria se hizo obligatorio el uso de las mascarillas FFP2 (KN95) en tiendas, supermercados y transporte público. La medida forma parte de una estrategia más estricta en ese país, que incluye la extensión del confinamiento hasta el 17 de febrero; todo en aras de evitar que las nuevas variantes agredan aún más la estabilidad sanitaria del país.
Unas polémicas declaraciones fueron dadas por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, a finales de enero. La máxima mandataria invitó a la ciudadanía bogotana a utilizar tapabocas quirúrgicos convencionales o KN95. En este orden de ideas, el secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, dijo que “los estudios desarrollados tanto por la Secretaría de Salud como por los expertos a nivel internacional, definitivamente nos sugieren evitar el tapabocas de tela”.
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Para aclarar el panorama en Gestarsalud.com entrevistamos a Felipe Lobelo, destacado epidemiólogo colombiano, director del programa de epidemiología y salud pública en la Universidad de Emory en Atlanta, EEUU. El experto aseguró que sin duda la calidad del tapabocas es determinante en el grado de exposición; pero no descarta el uso de mascarillas de tela.
Ofrece tres recomendaciones importantes para el uso de tapabocas:
- Si la persona va a estar en un sitio cerrado, con poca circulación de aire y en compañía de otras personas (mayor riesgo de contagio) debe, en lo posible, usar un tapabocas KN95.
- Si la persona va a estar en sitios abiertos y tiene la posibilidad de mantenerse distante de otras personas puede usar un tapabocas de tela.
- La recomendación en general es que entre mejor calidad tenga el tapabocas, más protección va a ofrecer. Lo mínimo que deben tener todas las personas es un tapabocas con tres barreras de protección.
Así debe estar hecho un tapabocas de tela
Para la adecuada confección de tapabocas de tela la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que lo ideal es combinar telas y hacerlos con tres capas diferentes:
▪ El material más absorbente (por ejemplo, el algodón) debe ubicarse en la parte interna, más cerca de la boca para que las gotas de saliva queden allí.
▪ Por fuera debería ir el material que más repele el agua, como el poliéster.
▪ Como filtro (en el medio) se podría utilizar el polipropileno, que es el material que se utiliza en las mascarillas quirúrgicas.
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Cómo poner, usar, quitar y desechar una mascarilla según la OMS
- Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
- Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cámbiese de mascarilla tan pronto se humedezca. Las únicas mascarillas que pueden reutilizarse- previo lavado- son las de tela.
- Las únicas mascarillas que pueden lavarse son las hechas con tela. Las quirúrgicas o médicas no.
- Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla).
- Deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.