Hoy se conmemora el Día Mundial de los Tumores Neuroendocrinos, un tipo de cáncer poco frecuente que comienza a desarrollarse en unas células especializadas llamadas células neuroendocrinas. Existen varios tipos de Tumores Neuroendocrinos (TNE): gastrointestinal, pancreático y pulmonar. Este tipo de cáncer tan solo representa el 2% de todos los casos diagnosticados de esta enfermedad cada año a nivel global, por lo que los pacientes tardan, en promedio, entre cinco y siete años en recibir un diagnóstico definitivo.
Aunque los TNE no siempre causan signos ni síntomas de alerta al principio, los pacientes de esta enfermedad pueden empezar a sentir dolor en la zona del tumor, un bulto que se siente bajo la piel, cansancio, pérdida de peso, enrojecimiento de la piel en la parte superior del cuerpo, diarrea, dolor abdominal, mareos, pérdida de peso no explicada, variación en los niveles de azúcar extremos en la sangre, entre otros síntomas.
Según explica la doctora María Fernanda Vargas, Grouper médico de hematología y oncología de Sanofi en Colombia, Perú, Ecuador, Centroamérica y el Caribe, “muchas personas no presentan síntomas y el tumor se detecta de forma incidental. Cuando sí hay síntomas, pueden variar según la ubicación del tumor”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, el tratamiento principal contra los TNE es la cirugía total o parcial, tanto del tumor como de la metástasis. Pero, no siempre es posible llevar a cabo este procedimiento, por lo que existen tratamientos posibles como las ondas por radiofrecuencia, la ablación y la ingesta de medicamentos.
“Las decisiones terapéuticas de los pacientes con neoplasias neuroendocrinas deben tomarse por comités multidisciplinarios, que incluyan todas las especialidades involucradas en el manejo de esta enfermedad (cirugía, radiología, endocrinología, gastroenterología, oncología, medicina nuclear, anatomía patológica, entre otras). Además, es muy importante que el centro cuente con otras especialidades complementarias, como nutrición, psico-oncología y enfermería oncológica«.
María Fernanda Vargas, Grouper médico de hematología y oncología de Sanofi.
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Aunque no existe un método específico de prevención de los TNE, es posible intentar minimizar los principales factores de riesgo como el tabaco, el alcohol y los hábitos alimenticios.
La especialista explica que “aun después de que finalice el tratamiento, los médicos querrán estar muy atentos del estado de salud del paciente. Es muy importante que ellos acudan a todas sus citas de seguimiento. Durante estas visitas, los médicos le preguntarán si presenta cualquier problema, le harán exámenes, ordenarán pruebas de laboratorio o radiografías y estudios por imágenes de ser necesario para determinar si hay signos de cáncer o para tratar efectos secundarios”.
Advirtió que la mayoría de los tratamientos contra el cáncer causan efectos secundarios que pueden durar varios meses, o pueden presentarse incluso años después de finalizado el tratamiento.