¡Cuidado con los accidentes cerebrovasculares! Conozca qué son y cómo prevenirlos

Los accidentes cerebrovasculares (ACV) suelen ser fenómenos agudos ocasionados, sobre todo, por obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el cerebro. El Ministerio de Salud y Protección Social asegura que, por su naturaleza patológica, éstos se dividen en: isquémico y hemorrágico. El 60% de los pacientes con accidentes cerebrovasculares mueren o quedan con alguna discapacidad, de ahí que sea importante conocer los síntomas premonitorios y actuar con rapidez.

La cartera de salud se ha dado a la tarea de aumentar el conocimiento y la conciencia ciudadana sobre los ACV, así como del impacto negativo de la enfermedad y la importancia de enmarcar los esfuerzos de los entes territoriales, aseguradores y prestadores de salud en la sensibilización, concientización y comprensión de la importancia de la práctica de estilos de vida saludable. La enfermedad representa un significativo problema social y sanitario, dado que es una enfermedad aguda e incapacitante a cualquier edad.

Los factores determinantes tanto en la mortalidad como en la funcionalidad, son la severidad y la evolución del daño neurológico. El avance terapéutico en los últimos 25 años ha permitido reducir eficazmente estas secuelas, en la medida que la comunidad identifique oportunamente los síntomas y sea tratado adecuadamente.

Según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2015 se reportaron en el mundo unos 6 millones de muertes ocasionadas por ACV, de las cuales 3.250.217 se produjeron en mujeres y 2.990.394 en hombres.

En Colombia, la mortalidad por ACV muestra una tendencia al ascenso.

Mientras que en 2016 estadísticas vitales reportaron 14.994 casos, en 2018 se registraron 16.090, es decir, una tasa de mortalidad del 32% por cada 100.000 habitantes.

En palabras de Nubia Esperanza Bautista, subdirectora de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, en 2015 el número de personas atendidas y reportadas a través de los Registros Individuales de Prestación de Servicios de Salud (RIPS) fue de 50.370 y en 2019 de 103.568, representando una incidencia en cuatro años de 53.198 colombianos con esta patología.

Los síntomas más frecuentes de los accidentes cerebrovasculares son debilidad muscular repentina en el rostro, el brazo o la pierna, casi siempre de un solo lado del cuerpo. Otros síntomas son la aparición súbita de adormecimiento del rostro, el brazo o la pierna, confusión, dificultad para hablar, dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o de coordinación, dolor de cabeza intenso sin causa aparente, desmayo o pérdida de conocimiento.

Los accidentes cerebrovasculares pueden dañar únicamente una parte del cuerpo, por ejemplo, la cara, un brazo o una pierna, pero también pueden paralizar todo un lado del cuerpo. Si el accidente es muy intenso puede ocasionar la muerte de forma inmediata. Según la OMS, el 80% de los AVC prematuros son prevenibles.

Foto cortesía: Pexels (David Garrison).

Factores de riesgo

  • Consumo de tabaco.
  • Alimentación poco saludable.
  • Sedentarismo.
  • Tensión arterial alta (hipertensión).
  • Concentración alta de azúcar en la sangre (hiperglucemia o diabetes).
  • Concentración alta de lípidos en la sangre (hiperlipidemia).
  • Sobrepeso y obesidad.
  • Consumo nocivo de alcohol.
  • Síndrome metabólico.
  • Estrés crónico.
  • Ritmo cardiaco irregular (fibrilación auricular).

Recomendaciones

  • Consumir alimentos frescos y variados.
  • Incluir en cada una de las comidas frutas enteras y verduras frescas.
  • Para mantener un peso saludable es necesario reducir el consumo de productos de paquete, comidas rápidas, gaseosas y bebidas azucaradas.
  • Para tener la presión arterial normal es necesario reducir el consumo de sal y alimentos como carnes embutidas, enlatados y productos de paquete altos en sodio.
  • Consumir aguacate, maní y disminuir el consumo de aceite vegetal y margarina. Evitar grasas de origen animal como mantequilla y manteca.
  • Realizar actividad física de forma regular, esto está relacionado con el movimiento corporal, que se realiza en las actividades cotidianas y/o recreativas.
  • Incluir actividad física en las actividades de la vida diaria.
  • No importa la intensidad de la actividad física que se realice. La práctica genera impacto positivo sobre la salud, el bienestar y la calidad de vida.
  • Realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana.
  • Evitar el consumo de tabaco y sus derivados. Así como la exposición al humo de estos productos. El tabaco contiene sustancias adictivas y perjudiciales para la salud y aumenta la frecuencia cardiaca, incrementa la presión arterial, entre otros efectos cardiacos y cerebrovasculares.
  • Dejar de fumar mejora la salud y reduce el riesgo de enfermedades del corazón y vasculares. 
  • Aprender a manejar los problemas y la presión emocional mejora la salud en general y la del corazón. 
  • El exceso de alcohol puede debilitar el músculo cardíaco y causar complicaciones. 

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