Octubre no es un mes mediático. La bulla generada el 19, cuando se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, va más allá. Esta enfermedad alcanza a una de cada ocho mujeres en el mundo, quienes se han debatido entre el hecho de estar y partir, a raíz de la enfermedad. El cáncer de mama cada día afecta las entrañas de individuos y sus familias, quienes de manera sorpresiva, deben replantear no sólo sus dinámicas del momento sino también su vida. Esta es la segunda entrega especial de tres, preparadas para sensibilizar sobre la realidad y el impacto de este tipo de cáncer.
Gestarsalud.com está ofreciendo una visión a sus lectores, desde la perspectiva del testimonio de Katerine Cabrera, nuestra líder de Enlace Corporativo, quien abrió su corazón para llevarnos a ese momento en el que su vida coqueteó con la muerte y la evadió. La desesperanza, el miedo, la lucha, los hijos, el futuro. Incierto todo ante una de las enfermedades más peligrosas que existe. Ahora ella quiere ayudar a muchas personas, especialmente si padecen cáncer, a través de su experiencia en estas historias.
“El cáncer es una enfermedad durísima, pero si la tomas de la manera adecuada puede ser la bendición más inesperada, como lo fue para mí”.
Una mujer fuerte, trabajadora, madre de dos niños y separada de su esposo, ahora debía enfrentar los miedos que plantea el cáncer de mama. “Tan pronto supe el diagnóstico llamé a un amigo. Luego a mis hermanos. Trajimos a mi mamá a Bogotá para darle la noticia y que se diera cuenta que yo estaba bien. Con mis hijos fue distinto. La psicóloga que me ayuda con ellos en el proceso de separación con su papá me asesoró. Temía por ellos, sobre todo por el que no tiene buena relación con su papá”.
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El cáncer se lleva a su paso los planes del momento y del futuro. Es capaz de hacer replantear la vida, incluso en otro plano. En el caso de Katerine, sin duda, la principal medicina para lograr un tratamiento efectivo fue llenarse de fortaleza y buena actitud. “Si no cuentas con eso será más difícil que las terapias y medicamentos logren el resultado que se espera”.
Según las especialistas Carmen García y Maritza González en su investigación sobre Bienestar Psicológico y Cáncer de Mama, los sufrimientos o trastornos que aquejan a la mujer con cáncer de mama incluyen ansiedad, insomnio, vergüenza, sentimiento de inutilidad y subvaloración personal, sin embargo, después de una primera fase de adaptación a la enfermedad las mujeres con cáncer de mama consiguen controlar sus reacciones emocionales. Para las expertas, la personalidad de la mujer que enfrenta la enfermedad condicionará el afrontamiento y, por ende, su bienestar.
El artículo de revisión; ‘la psicología y la oncología: en una unidad imprescindible’, los autores aseguran que, en el transcurso de la enfermedad oncológica, el proceso de duelo psicológico es inevitable. Por ello, la intervención de la psicología como especialidad permite esclarecer, mediar y aliviar el dolor de pacientes y familiares y se hace imprescindible. Su propósito final es aliviar síntomas psíquicos y tratar de alcanzar la humanización de los tratamientos. Procura también conocer y describir los diversos modos de afrontamiento de la enfermedad oncológica, los factores que influyen sobre ella y las estrategias terapéuticas útiles.
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En las pacientes con cáncer de mama se señala que la calidad de vida tiende a afectarse aún más, debido a que la imagen corporal se ve afectada, atentando a la feminidad y la autoestima.
Las dificultades emocionales más frecuentes son: impacto emocional al diagnóstico, problemas de adaptación a los cambios físicos (fatiga, infertilidad, ganancia de peso, cambios en los patrones de sueño y alimentación, etc.), pérdida de control, aislamiento, malestar psicosocial (ansiedad, depresión, baja autoestima y cambios en la imagen corporal), dificultades en las relaciones sexuales, redefinición o cambio de valores, cambios en las relaciones con las personas del entorno y preocupaciones relacionadas con la actividad laboral, miedo a la recidiva y/o a la muerte.
Asegura Katerine que el cáncer que recién acaba de superar, le hizo descubrir cuán fuerte es. “Jamás imaginé la gran fortaleza que tenía. Además, le pude demostrar a mis hijos que por más problemas que uno tenga hay que ser capaz de ser resilientes y sacar lo mejor de cada uno. Con el cáncer se fue el miedo a enfrentar lo inesperado. Se fue el miedo a decir “NO quiero” o “NO puedo”, que muchas veces me costaba decir, solo por evitar problemas con otros. Me siento tan fortalecida que no siento miedos. A veces me pregunto si algún día esta enfermedad volverá- porque soy consciente de que es una probabilidad- pero prefiero vivir cada día plena y feliz con las personas que amo, quiero y estimo”.
Para Lilian Torregrosa Almonacid, directora de Cirugía y Coordinadora de la Unidad Funcional de Cáncer de Mama del Hospital Universitario San Ignacio, las estrategias de prevención en torno al cáncer de mama están relacionadas con los hábitos saludables; principalmente con una alimentación sana y natural que incluya frutas y verduras, baja en carbohidratos complejos (harinas, azúcar refinada y alimentos procesados, embutidos y carnes rojas). Adicionalmente, estos hábitos incluyen la práctica de ejercicio varias veces a la semana y evitar el sedentarismo.
Las mujeres después de su primera menstruación, también deben iniciar su autoexamen mamario una vez al mes (en los días siguientes a los del período menstrual), con el fin de detectar cualquier anormalidad y poder consultar al médico lo antes posible. En mayores de 50 años la mamografía es el estudio que permite detectar cáncer de manera oportuna. Este debe ser realizado una vez al año. Cualquier síntoma o molestia mamaria debe ser evaluada por un médico rápidamente.
El mejor consejo de Katerin hoy es que todos quienes atraviesan por la enfermedad “no desfallezcan, eso sería fatal. Pongan toda su fe en Dios, o en lo que su creencia le permita. Busquen apoyo y fortaleza en su familia y amigos, esa ayuda es fundamental. Sigan todas recomendaciones médicas. Importante que sean ágiles en la búsqueda de las citas médicas y tratamientos. Toquen todas las puertas que tenga que tocar con tal de lograr una buena y oportuna atención”.