Cifras indican que Colombia se posiciona como el sexto país con más casos confirmados de Covid-19 en el mundo (728.590) y el onceavo con más muertes (23.288), pero, tomando en cuenta tantos factores que intervienen alrededor del diagnóstico y atención de la enfermedad, desde la capacidad instalada de cada país para hacer frente a la pandemia hasta las realidades que, fronteras adentro, cada nación tiene, resulta contradictorio escuchar cómo aún médicos y expertos continúan posicionando a los países por números, que determinan la cantidad de casos y muertes, sin que haya un parámetro adecuado que permita que tal comparación tenga sentido.
La directora del Instituto Nacional de Salud (INS), Martha Ospina, lo ha dicho en varias ocasiones “no es correcto comparar las cifras de casos positivos y muertes de Colombia con las de otros países y viceversa”. Los números dependen de una serie de variables que no se parecen en un lugar y en otro. Kit Yates, investigador y profesor de biología matemática de la Universidad de Bath, en entrevista con BBC Mundo, sentenció que “comparar entre países en términos de casos es algo realmente difícil de hacer porque si no están haciéndole pruebas a muchas personas, entonces no encontrarás muchos casos y los números se verán más pequeños que en otros países. Además, en el Coronavirus hay una variable que hace aún más difícil el trabajo de los estadísticos: los enfermos asintomáticos”.
Para que los datos desde el principio de la pandemia tuvieran un sentido comparativo por cada tantos habitantes en el mundo, lo primero que se necesitaba era un consenso mundial en el tratamiento de enfermos de Covid-19 y también de fallecidos. En este caso, la Organización Mundial de la Salud (OMS), por ejemplo, debió establecer parámetros a los que cada país se acogiera. Pero la realidad es otra, tanto la cantidad de pruebas diagnósticas que se hacen, como el tipo de pruebas a partir de las cuales se declara a una persona enferma o portadora de Covid-19 son distintas entre los Estados.
La diferencia entre la forma cómo se diagnostican y cuentan a las personas que mueren del nuevo Coronavirus también tiene un manejo diferente en cada lugar.
Por ejemplo, en Colombia para diagnosticar a una persona con Covid-19 es necesario tener el resultado de una prueba PCR o de Antígeno, las dos más confiables en estos casos. También se practican pruebas diagnósticas a personas fallecidas y se cuentan a quienes mueren dentro de las casas. No ocurre igual en otros países en los que las pruebas rápidas de detección son suficientes para sumar a las estadísticas nacionales que se trata de un caso positivo.
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En Reino Unido, por ejemplo, solo incluyen muertes en hospitales. Quienes fallecen dentro de las residencias no forman parte de las estadísticas de muertes por Covid-19. A diferencia de Colombia, hay países donde a los difuntos sospechosos no se les practica prueba diagnóstica de Covid-19.
Detallamos algunas otras de las razones por las cuales es incorrecto comparar las cifras de casos positivos del nuevo Coronavirus y de muertes entre los países del mundo:
- La cantidad de personas con las que cuenta cada país es determinante para establecer estrategias contra la pandemia. No es lo mismo controlar a un país con 7.000.000 de habitantes que a uno con 300.000.000. Es lo mismo que ocurren entre los departamentos y municipios de Colombia, aunque hay un manejo nacional, cada alcalde y gobernador tiene la potestad de ajustar las medidas a las realidades que se presentan en cada perímetro, por la cantidad de personas con las que cuentan, entre otras variables.
- Los factores poblacionales son determinantes en los números que muestra cada país, y al mismo tiempo, difíciles de comparar. La edad promedio de las personas, el tipo de lugar en el que viven, qué tan factible es el acceso a los centros médicos y qué tantas comorbilidades tienen las poblaciones son datos que hacen la diferencia en el comportamiento de la enfermedad entre un país y otro. No va a tener la misma capacidad de respuesta médica una persona que vive en una ciudad con hospitales cada tantos kilómetros, que una que debe emprender un viaje al centro médico más cercano. Las condiciones de los habitantes de los países determinan también el desenlace de la pandemia: entre más comorbilidades más probabilidades de complicación y de muerte.
- La capacidad de los servicios de salud que tiene cada nación hace la diferencia en el comportamiento de los números de recuperados. Cuántos hospitales hay, cuántos médicos atienden, qué disponibilidad en Unidades de Cuidados Intensivos tienen. El consenso nacional en el tratamiento de la enfermedad, acceso a la salud, etc.
No existe ni siquiera un solo parámetro parecido entre un país y otro que permita, como se ha venido haciendo, ubicar a las naciones en puestos más o menos privilegiados frente al manejo de la enfermedad, que, además, tomó por sorpresa a la mayoría de los sistemas sanitarios, políticos y sociales del mundo.
El Covid-19 desnudó las falencias de las capacidades sanitarias de buena parte de las naciones y permitió que cada país, desde sus realidades, le diera un manejo a su propia situación. Unos con más éxito que otros, la verdad la tiene cada Estado, desde sus posibilidades o formas de actuar.
No habrá, según cómo se han manejado los números hasta ahora, una cifra que determine en una regla de medición cuál es el país con más casos o menos muertes. De cara al Covid-19 cada nación debe darse sus resultados, a partir de sus realidades, capacidades y esfuerzos.